Crónica negra 2018

Los delitos más graves caen en Sevilla, pero crece la sensación de inseguridad entre los vecinos

La constante acción de los aluniceros y otros delincuentes reincidentes y la sangría de robos sufrida por el comercio encendieron la calle

Uno de los detenidos por el tiroteo mortal de Écija, a la salida de los juzgados tras prestar declaración Raúl Doblado

Silvia Tubio

Los periodistas de sucesos no recordarán este 2018 como un año especialmente complicado por la sucesión de noticias luctuosas en la provincia de Sevilla . Esa primera impresión a vuela pluma y basada en la experiencia profesional, la ratifica la estadística oficial del Ministerio del Interior, que ya apuntaba desde el cierre del mes de septiembre a un descenso en el número de los homicidios dolosos y de los asesinatos , tanto consumados como en grado de tentativa. A falta de la publicación oficial de la estadística, la provincia cerró ese capítulo con diez crímenes, frente a los catorce que se registraron el año pasado.

Especialmente significativa ha sido la reducción en la capital, donde constan dos episodios frente a los seis del ejercicio anterior.

A pesar de que el delito que desata más reacción contraria en la opinión pública experimentó un retroceso estadístico, esto no impidió que creciera la sensación de inseguridad entre los ciudadanos. Varios factores influyeron en ello: el aumento de los robos violentos en comercios en algunas localidades, que además dejaron un balance especialmente trágico en Carmona con dos comerciantes muertos en un corto periodo de tiempo, apenas tres meses. La constante acción de los conocidos aluniceros , cuyos golpes son muy aparatosos y dejan cuantiosos daños a sus sufridas víctimas y el problema de los delincuentes reincidentes que generan un importante rechazo social.

Esa sensación de inseguridad ciudadana derivó en movilizaciones vecinales. La más numerosa y que aglutinó más representación social fue la que se organizó en verano en Carmona. La asociación local de comerciantes convocó a los vecinos para que se echaran a la calle. Aquel 20 de agosto las barajas de los negocios no se levantaron en todo el día en señal de protesta mientras que miles de personas recorrían las calles del Casco Antiguo carmonense.

Asesinado por una litrona

Los asesinatos de un tendero chino y de un joyero muy conocido de la localidad habían dinamitado la tranquilidad de un municipio poco acostumbrado a los sobresaltos. Los manifestantes clamaron por más seguridad en sus calles pero también por leyes más severas. Una de las víctimas, el comerciante Jian Lin Wan , había sido asesinado en su tienda por un delincuente reincidente que acaba de salir de prisión. El agresor le atacó con un arma blanca porque le reclamó que pagara una litrona que se llevaba del establecimiento.

La masiva manifestación que convocaron los comerciantes en Carmona Raúl Doblado

La Guardia Civil cerró policialmente ese caso a las pocas horas con la detención del delincuente. Sin embargo, los investigadores de la Benemérita siguen sin dar carpetazo al asesinato del joyero Paco Cintado , a quien le asaltaron en su negocio a unas cuantas horas de que se marchara de vacaciones. Desde un primer momento las sospechas se centraron en una banda de delincuentes extranjeros que huyó de la provincia. Pero aún no han podido darle caza.

Un padre decidió tomarse la justicia por su mano y le dio una paliza a un delincuente conocido al que acusaba de haber apuñalado a su hijo. Fue detenido por la Policía

No hubo muertes que desataran la movilización, pero en la capital también hubo vecinos que decidieron manifestarse para denunciar que la seguridad está muy tocada en sus calles. Así ocurrió en Pino Montano en septiembre , donde la mecha se encendió a raíz del atraco que sufrió un adolescente en la calle a manos de un grupo conocido de delincuentes que residen en el asentamiento chabolista de El Vacie. Los vecinos de Pino Montano señalan este punto como el foco de los problemas con los que conviven a diario como robos, asaltos y daños en vehículos.

La presión vecinal fue importante hasta el punto de que el Ayuntamiento y la Subdelegación del Gobierno acordaron unir fuerzas y llevar a cabo controles disuasorios. Además se hicieron algunas redadas en El Vacie. Medidas que en muchos casos son más cosméticas que efectivas como evidencian las consecuencias ya casi crónicas que acarrean barrios comidos por la marginalidad como las Tres Mil Viviendas, donde los cuerpos policiales no consiguen erradicar delitos como el tráfico de drogas o los robos .

El peligro de las redes sociales

Ese clima de inseguridad que se respiraba en Pino Montano también fue fomentado artificialmente a través de las redes sociales. La Policía Local denunció una serie de perfiles falsos que repetían mensajes que incitaban al odio y que jaleaban al ciudadano para que se tomara la justicia por su mano. Y ese ambiente de crispación acabó contagiando al padre del adolescente que había sido atracado a punta de navaja y que acabó detenido por agredir a un conocido delincuente de El Vaci e. Al parecer, lo acusaba de haber participado en el apuñalamiento de su hijo, pero según la Policía se equivocó de persona.

Lo ocurrido en Pino Montano tuvo su réplica en los Bermejales , donde hace unas semanas los vecinos se movilizaban para protestar por el aumento de los robos en los negocios de una zona donde ha aumentado en los últimos años la actividad comercial. Fuentes policiales admitían a ABC que detrás de muchos de estos asaltos están los mismos delincuentes, que no temen a las repercusiones legales de sus actos porque suelen quedar en libertad tras cada detención.

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