La defunción del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla certifica el fracaso en la gestión cultural
El delegado Antonio Muñoz anuncia una «reconversión radical» de la institución en 2018 para «hacerla más útil»
El concejal de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo de Sevilla, el socialista Antonio Muñoz , oficializó ayer la defunción, ya apuntada desde hace semanas, del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS); al menos, tal y como está contemplado en la actualidad. El delegado presentó el resultado de los trabajos realizados estos dos años para «la transformación de 180 grados de las políticas culturales de la ciudad», con la puesta en marcha como iniciativa pionera de un banco de proyectos del ICAS y con nuevas medidas dentro de los programas de artes escénicas y música del Ayuntamiento, como resultado de las jornadas de participación realizadas en junio.
En este marco, apostó por un cambio «radical» en la institución , teniendo en cuenta que «nunca se ha revisado su utilidad» desde su creación en 2006, bajo el mandato del también socialista Alfredo Sánchez Monteseirín. Ese cambio de organización se prevé desarrollar a lo largo del primer trimestre del 2018 y conllevará su «reestructuración por completo».
La intención del Ayuntamiento, según Muñoz, es que «se trate de un ente únicamente municipal y compuesto por gente creativa y relacionada con el ámbito de la cultura», aunque deja claro que sus trabajadores podrán seguir ejerciendo su labor en el instituto o su puesto podría trasladarse al propio Consistorio. De hecho, ya se está trabajando en una licitación pública para analizar la figura jurídica del ICAS y plantear cuáles deben ser sus competencias y hacía dónde debe dirigirse, teniendo en cuenta el contexto y la situación actual.
«Hay que realizar un chequeo del instrumento que tenemos, el ICAS. Si queremos colonizar, en el buen sentido, y que la cultura en la ciudad sea algo más que una programación en sus distintos espacios es necesaria una reconversión radical », señaló Muñoz, que apuntó que se está «en este momento en el análisis de ver en qué se convierte el ICAS porque se demuestra que es necesario el cambio radical, no vale sólo con poner una tirita. Hay que hacerlo más útil que ahora».
Tras apostar por ampliar la oferta cultural de la ciudad , el edil destacó el «compromiso fuerte» del Ayuntamiento con una política cultural que «entiende que su mayor activo es el propio sector, la cultura de base, y la ciudadanía y mira más allá de las grandes infraestructuras para centrarse en la escala humana de las cosas, pensada por y para los propios creadores y profesionales de la cultura y los ciudadanos».
«Es importante que los gobiernos no solo nos preocupemos de la agenda cultural sino que es doblemente importante ayudar a los procesos de creación y producción , lo que es un giro de 180 grados con respecto a lo que ocurría en Sevilla con anterioridad», indicó el delegado, quien también expuso que «este gobierno local quiere estar en la ecuación de cualquier creador de la ciudad y vea al departamento de cultural como un aliado, algo que históricamente no se ha dado».
Muñoz habló de la necesidad de «nuevas políticas culturales» , como la puesta en marcha de iniciativas pioneras de participación de los ciudadanos en los proyectos culturales, la creación de redes con otras instituciones y entidades nacionales e internacionales y el trabajo conjunto con Hábitat Urbano y Turismo para «posicionarse a la ciudad en el ámbito nacional e internacional en este sector».
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