«Han dado de alta a mi madre sin avisar a sus familiares»
Denuncian el trato que recibió su madre en el Macarena tras sufrir un infarto cerebral
La madrugada del pasado martes, 12 de septiembre de 2017, María Dolores Navarro fue ingresada en el Hospital Macarena tras sufrir un infarto cerebral. El miércoles 13, tras más de 30 horas sentada en un sillón, fue dada de alta «dejándola sola en la puerta de observaciones sin que fuera avisado ninguno de sus familiares». Así lo afirma su hija, Lola Rodríguez, quien narra los citados hechos en la hoja de reclamación presentada en el citado hospital
Sobre las 11 de la mañana del martes fue trasladada a la «sala de observación de los sillones y nos dijeron simplemente que había sufrido un ictus sin más y fue sobre la una de la tarde cuando nos informaron de que había sufrido un infarto cerebral », añade Lola.
Visita de la mañana
«Tras realizar varias pruebas médicas sobre las 20 horas se dispusieron para pasar allí la noche, y esperar la visita de la mañana del miércoles. Después de esperar allí toda la noche nos dijeron que el horario de visitas era de 8 a 8.15 , cuando pudimos comprobar que en realidad era de 7.30 a 7.45 y tras esperar toda la noche no nos dejaron entrar a ver a mi madre. Tras esperar en el hospital, conseguimos que nuestro padre pudiese entrar a ver a su mujer y se quedó dentro sobre las 11 del miércoles», dice Lola.
«Nuestra sorpresa fue que a las 12.12 recibimos una llamada desde mi casa que nuestra madre ya estaba allí en casa, mi padre se la encontró saliendo de urgencias en un estado pésimo y sin ayuda de ningún celador, enfermero o doctor. Le dieron el alta y no avisaron a nadie. Nuestro padre nos dijo que mi madre al darle el alta, fueron a sentarla en una silla de ruedas y la dejaron caer de espaldas», comenta.
«No estoy bebida»
«La atendieron en la misma sala de observación de los sillones. Y la dejaron sola hasta la salida de Urgencias, que allí casi por un milagro se la encontró mi padre», como recoge la hoja de reclamación presentada. Según narra Lola ante estos hechos «entramos en el hospital en un estado de desesperación buscando una razón por la cual ni nos avisaron ni llamaron por megafonía, incluso dimos nuestro número de teléfono varias veces para que nos avisaran por cualquier novedad, pues nos lo pidieron. Y sin embargo tuvo que estar casi media hora deambulando por el hospital y diciéndole a la gente a la que pedía ayuda que no estaba bebida, sino que le había dado un ictus y por eso hablaba así», según el relato de la hija de María Dolores.
«Llegamos a casa y nuestra madre aún presentaba dificultad al habla», según se recoge en la reclamación que han presentado. En la misma también se cuenta cómo «le decimos que nos explique qué ocurrió y para nuestra sorpresa, nos dice que ella cae cuando la intentan subir a la silla de ruedas». Nos dijo entonces que «incluso la exploraron» tras la caída», relata.
«La levantaron y la dejaron marchar sola. Desorientada pide ayuda a los enfermeros para que pudiese acompañarla porque ella no sabía cómo salir de allí o que llamase a algún familiar», según recoge la reclamación. «Mi madre, al verse desorientada y sola pide ayuda a las personas que estaban en la sala de espera, tanto a pacientes como a sus acompañantes, un matrimonio la ayuda, después de estar allí gritando que necesitaba ayuda pues nadie le echaba cuenta porque apenas podía vocalizar bien por el ictus», añade la reclamación presentada.
Explicaciones
Según Lola, «La familia está contenta porque han tratado bien a su madre; sin embargo, se quejan y piden explicaciones por el trato recibido por parte de algún miembro de la empresa de seguridad y aquellos que negaban que su madre se había caído», concluye Lola.
Desde el Hospital Macarena confirmaban ayer que habían «recibido la reclamación de esta familia, por lo que los citaremos a la mayor brevedad para hablar en persona de lo sucedido, ya que tras hablar con los profesionales que atendieron a esta paciente durante su estancia, aseguran que informaron a la familia puntualmente de cada paso en el transcurso de las diferentes atenciones y pruebas realizadas», dicen.
Según dicho centro hospitalario, «una vez podamos hablar personalmente con la familia, se podrá decidir si es necesario abrir una información reservada en relación a los circuitos de información, ya que nuestro objetivo es que todos los pacientes y sus respectivas familias puedan tener la tranquilidad no sólo de que están recibiendo una atención sanitaria correcta, sino también de que están recibiendo la información necesaria y el trato más humanizado posible ».