Cuatro mil sevillanos tienen hepatitis C y no lo saben
La Junta prepara un programa para un diagnóstico precoz, que evitará que esos pacientes lleguen al SAS cuando ya tienen cáncer o cirrosis
Manuel Romero , director del Plan Andaluz de Hepatitis C y director gerente de los hospitales Virgen Macarena y Virgen del Rocío , está ultimando un plan para detectar personas infectadas en Sevilla que aún no ha sido diagnosticadas. Las primeras estimaciones apuntan a que en Sevilla hay 4.000 personas infectadas que no lo saben y que, por tanto, no están siendo tratadas, declaró a ABC Romero, investigador de prestigio y referente en aparato digestivo y tratamiento de pacientes con hepatitis C. Este proyecto que activará Romero surge en los hospitales Virgen Macarena y Virgen del Rocío y se iniciará en Sevilla capital, para después desplegarlo en la provincia. El diagnóstico precoz de la enfermedad impedirá que esos enfermos lleguen al sistema sanitario cuando ya tienen cáncer.
«En Sevilla no sabemos con exactitud cuántas personas hay con hepatitis C y por eso queremos trabajar hombro con hombro con los centros de salud para detectarlos », según Romero, quien apunta que los primeros estudios epidemiológicos «apuntan a que en la provincia hay 8.000 enfermos de hepatitis C, de los cuales 4.000 están sin diagnosticar. De los 4.000 diagnosticados, 2.000 están curados tras veinte años de tratamiento, 1.000 son personas que han tomado el tratamiento para librarse de la enfermedad y los 1.000 restantes están a la espera de tomar esos antivirales».
Para desarrollar este programa para la detección precoz de hepatitis C en personas asintomáticas , Romero se está reuniendo con los gerentes de Atención Primaria para hacer una campaña activa mediante analíticas y detectar los casos positivos. El director del Plan Andaluz de Hepatitis C recuerda que «esta enfermedad sólo está en el hombre y se transmite entre personas. Ya existe un tratamiento para curar esta enfermedad, de modo que las personas que se curan ya no transmiten la enfermedad». La Junta de Andalucía financia esas pastillas , «que se toman a diario y curan en tres meses una enfermedad sin producir daño», según el director del Plan Andaluz de Hepatitis C.
La hepatitis C es una enfermedad hepática causada por un virus del que se conocen 7 genotipos y al menos 67 subtipos distintos. Este virus puede causar una infección, tanto aguda como crónica, cuyas manifestaciones pueden variar entre una dolencia leve, y una enfermedad grave de por vida. Por lo general, la infección aguda es asintomática. Aproximadamente un 15-45% de las personas infectadas eliminan el virus espontáneamente en un plazo de seis meses, sin necesidad de tratamiento alguno y el 55-85% restante desarrollarán la infección crónica. Del 15-30% de los pacientes con infección crónica evolucionarán a cirrosis hepática en un plazo de 20 años.
Factores de riesgo
La progresión de la infección por hepatitis C no es al azar, sino que se ve influenciada por factores de riesgo como el uso continuo de drogas intravenosas , el abuso del alcohol, la obesidad o la esteatosis , la edad avanzada, factores genéticos, y la coinfección con el VIH, que aumentan la probabilidad de progresión. Del conocimiento de estos factores se deriva la posibilidad de realizar intervenciones no farmacológicas para prevenir complicaciones hepáticas.
Ante el problema que supone la hepatitis C en nuestro país, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud elaboró en 2015 un plan estratégico para abordarlo en las distintas comunidades autónomas. La reciente aparición en el mercado de antivirales de acción directa , simplifica el tratamiento, reduce considerablemente las necesidades de seguimiento, aumenta las tasas de curación de la infección y retrasa la aparición de las complicaciones tardías y severas de la enfermedad.
La compra de esos antivirales que hacen desaparecer el virus de las personas contagiadas lo negoció el Ministerio con los laboratorios. Según Manuel Romero, pactó gastar 727 millones de euros para tratar a 52.000 pacientes en tres años. «El precio de los tratamientos comenzó en 100.000 euros por persona y ahora se sitúa en unos 16.000 euros».
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