Cuánto dinero te cuesta llamar a los bomberos de Sevilla
La ordenanza fiscal establece que sólo cuando no hay riesgo vital se puede pasar la factura al vecino que activa el servicio
![Imagen de archivo de un rescate en una vivienda de la capital](https://s2.abcstatics.com/media/sevilla/2018/09/17/s/bomberos-rescate-reportaje-kSQG--1248x698@abc.jpg)
La noticia ha tenido un amplio recorrido en redes sociales. Un vecino de Sevilla recurría a ellas para denunciar que el Ayuntamiento le reclama 115 euros por llamar a los bomberos para que rescataran a un gato que se había colado en un garaje de la avenida de la Buhaira y terminó en el motor de un coche. Esta persona subraya en su queja pública que ni el felino ni el vehículo son suyos, pero que el Consistorio le reclama el pago de la tasa porque fue quien efectuó la llamada y activó el servicio.
El Sindicato Andaluz de los Bomberos (SAB) denuncia que lo ocurrido con este vecino cada vez es más frecuente, y que esa práctica es muy peligrosa porque puede persuadir a los ciudadanos a la hora de pedir ayuda. Algo que ya está ocurriendo, según el SAB: «Estas dudas están provocando que muchos siniestros se intenten atajar por sus propios medios, retrasando los avisos y haciendo que los siniestros sean más virulentos».
ABC ha acudido a la ordenanza fiscal q ue regula la tasa municipal. Como normal general, el servicio de bomberos tiene un coste para el sujeto que lo reclama aunque hay excepciones y así lo recoge la norma de manera textual: «El servicio de prevención general de incendios, los servicios que se presten en beneficio de la generalidad o de una parte considerable de la población del municipio o en casos de calamidad o catástrofe pública oficialmente declarada, o cuando se trate de salvamento de personas, en situación de riesgo vital».
Sólo se ordena el pago de la tasa a los ciudadanos en el 1% de las intervenciones que realizan los bomberos al año; lo que se traducen en unos ingresos que no llegan a los 10.000 euros
Este último concepto, riesgo vital , es la clave que hace que el 99% de las actuaciones de los bomberos no tengan un coste directo en el bolsillo del vecino, según un portavoz autorizado del Ayuntamiento. Según datos del Consistorio, el servicio de extinción realiza unas 8.000 intervenciones al año en la capital, de las cuales sólo entre 80 y 90 tienen una repercusión directa en el vecino que ha llamado. «Apenas supone un 1% de los casos. Es por tanto para situaciones muy excepcionales».
Además desde el Consistorio se niega que hayan aumentado las reclamaciones como apunta el sindicato ni que exista detrás un afán recaudatorio. «El cobro de esta tasa supone entre 5.000 y 8.000 euros al año . Eso es insignificante para un presupuesto global como el del Consistorio de 1.000 millones».
¿Pero cuándo entonces se le pasa la factura al ciudadano? Cuando no exista ningún tipo de riesgo vital. Por ejemplo: llamar a los bomberos porque se ha quedado la llave de casa dentro y no podemos entrar; cuando el coche nos deja tirados en mitad de la carretera por una avería, las bromas pesadas que movilizan a los bomberos o cuando se prende fuego y no hay riesgo para las personas. La imagen típica del gato subida a la copa de un árbol no es una urgencia y puede costar dinero. Pero sobre el rescate de las mascotas aclaran fuentes municipales, «si corre serio peligro no tendría coste».
El saneamiento de fachada por falta de mantenimiento del inmueble es la intervención más común que conlleva una factura segura para la comunidad de propietarios
La actuación más habitual que conlleva gasto para el contribuyente es el saneamiento de fachada . El riesgo de caída de algún elemento de un inmueble por un mal mantenimiento de la finca supone una factura segura para la comunidad de vecinos, que tienen la obligación de mantener en buen estado la finca.
Y las trampas
A veces la picaresca entra en juego y para ahorrarse la tasa o la factura de un profesional que les abra, por ejemplo, la puerta de su casa, se han dado casos de vecinos que han llamado a los bomberos solicitando su intervención advirtiendo que dentro se había quedado la comida en el fuego y había peligro de incendio. Tras abrir la puerta, los bomberos se han percatado que todo era un engaño para ahorrarse el cerrajero.
En caso de tener que rascarse el bolsillo , la minuta no es barata. El precio final es el resultado de la suma de varios conceptos: por la salida del servicio (30 euros), el tipo de vehículo que se moviliza (desde los 23 euros por bombas de achique al vehículo de salvamento que cuesta 85 euros) y la duración del servicio (a partir de la hora se multiplica la tasa en 1,50 y a partir de cuatro, el triple del valor inicial).
El SAB reclamó en 2017 revisar estas tasas y eliminar «todas las circunstancias que provocan el recelo y las dudas a los sevillanos a la hora de solicitar el servicio». Una demanda que no comparten desde el Ayuntamiento que reconocen que estos cobros permiten que el servicio no se use de manera negligente e irresponsable por la ciudadanía.
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