Crisis del coronavirus en Sevilla
El monumento a los sanitarios del Covid se levantará en el solar que deje la comisaría de la calle Betis
La escultura de mármol de Macael con las manos aplaudiendo se ubicará sobre un pedestal en el nuevo espacio de paseo fluvial que se gane tras derribarse este año el viejo edificio policial
Uno de los pocos espacios sin uso concreto del transcurso del Guadalquivir por Sevilla capital ya tiene un plan definido. Y en un lugar de verdadero privilegio. El espacio que va a dejar libre la vieja comisaría de Policía Nacional de Trian a , en la calle Betis y mirando a la propia lámina del río, va a servir para albergar el monumento que se va a erigir en homenaje a los sanitarios del Covid-19 en las ocho capitales de las provincias andaluzas. En honor a esa primera línea de batalla frente a la pandemia del coronavirus, se decidió y fue anunciado por parte de la Junta de Andalucía que las capitales de la comunidad levantaran un hito arquitectónico en un lugar destacado, y en el caso de Sevilla el Ayuntamiento ya ha propuesto y está realizando los trámites para que sea en esa zona del paso fluvial que se va a ganar en cuanto se derribe la antigua instalación policial, ya cerrada hace varios años y a la espera de a piqueta en lo que queda de año 2020.
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Tal y como ya se decidió, este monumento va a ser una estatua de mármol de unos dos metros de altura sobre un pedestal y plasmará dos manos aplaudiendo. La Asociación de Empresarios del Mármol de Andalucía ha impulsado de manera altruista la realización de unas esculturas de homenaje a los sanitarios especialmente, «pero en general a todos los sectores esenciales que han trabajado en esta crisis sanitaria», según apuntó hace varias semanas el presidente del Ejecutivo andaluz, Juan Manuel Moreno. Para ello, dicho colectivo empresarial ha cedido mármol extraído de las conocidas canteras de Macael , en Almería. Estas esculturas han sido obra del escultor sevillano José Antonio Navarro Arteaga , que ya las ha terminado, diseñado y entregado a la Junta tras la realización de un boceto de barro, y representan las citadas manos aplaudiendo, evocando los aplausos diarios a las ocho de la tarde se han ido dando a los sanitarios y personal esencial desde los balcones y ventanas a lo largo de esta crisis y durante las semanas de confinamiento.
Las esculturas -cada una de las cuales llega a medir alrededor de dos metros contando con la dimensión de la peana en las que se sustenta- serán las mismas en las ocho ciudades y vendrán a servir así como «símbolo del agradecimiento de Andalucía a estos profesionales que han dado lo mejor de sí en esta terrible pandemia», según destacó el Gobierno autonómico el día que se anunció esta iniciativa. Moreno propuso entonces a los alcaldes que fueran ellos los que elijan en sus respectivas capitales el lugar adecuado para estas esculturas, con las que se pretende «que nadie, ni nosotros ni las próximas generaciones, olvidemos todo lo que ha pasado y la labor y el papel que estos profesionales han desempeñado».
En el caso de Sevilla, tal y como ha podido confirmar ABC, después de haberse barajado la opción de alguna glorieta o rotonda, el gobierno local del socialista Juan Espadas ha decidido finalmente aprovechar el nuevo espacio que se va a generar en la ladera ajardinada que va a quedar entre la calle Betis y el propio río una vez se derribe la desvencijada comisaría para ubicar allí el monumento a los sanitarios. Ese pedestal con las dos manos de mármol quedaría, de este modo, situado en un entorno privilegiado de la ciudad y con muchas más opciones de ser contemplados por los viandantes, puesto que no sólo lo harían los de la orilla de Triana sino que, a tenor de la altura que va a sumar el hito gracias a su pedestal, podrá verse también desde la otra orilla , desde el muelle de la Sal o el paseo Marqués de Contadero.
En este punto, el planteamiento del Ayuntamiento es generar un espacio «simple» y ajardinado que dé continuidad urbana y estética al actual paseo fluvial y ofrezca cierta homogeneidad visual teniendo en cuenta la zapata de Triana y los pantalanes de Río Grande y sus nuevos jardines a uno y otro lado de la parcela que aún ocupa la antigua comisaría policial. De esta forma, se ampliará algo más la acera de la propia calle Betis para que tenga la misma anchura que en el tramo más cercano al puente de Isabel II, ya que actualmente es mucho más estrecha a consecuencia del retranqueo de la entrada del edificio policial. También se tiene previsto que exista la opción del paseo para los peatones no sólo por la calle Betis en sí sino en la zona inferior, por el propio borde del río, donde se estudia la opción de colocar varios bancos y un nuevo camino de ribera que conecte con los pantalanes públicos que se han dispuesto en el tramo ya más cercano al puente de San Telmo. Entre los dos paseos, el superior y el inferior, quedará una zona de jardín y la escultura en homenaje a los servicios esenciales que han estado luchando contra la pandemia.
Demolición ya licitada
Tal y como adelantó este periódico en septiembre de 2018, la Junta de Andalucía, que tiene la titularidad de ese suelo, va a demoler la antigua comisaría que daba cobertura a Triana hasta ese mismo año, en cuyo verano se completó el traslado de las dependencias policiales hasta los bajos de la Torre Sevilla y quedó vacío el inmueble. El Estado carecía de competencias en el terreno pues hacía uso del mismo merced a un convenio con la Administración andaluza , que lo había cedido en su día exclusivamente para comisaría. Una vez dejó ésta de existir, la parcela volvió a manos del Ejecutivo andaluz, que accedió a la petición del Ayuntamiento (se aprobó en pleno en 2019) y al propio sentido común, dado el estado ruinoso de la edificación, y optó por el derribo. «El inmueble está fuera de ordenación y no se podrá dedicar a nada más, por lo que es lógico que se proceda a su demolición, teniendo en cuenta además que el edificio afea esa imagen de postal que se aprecia desde el paseo de Cristóbal Colón», instaba la moción que aprobó el pleno municipal.
Hace sólo un par de semanas, de hecho, la Junta licitó esta obra para la demolición de la instalación por 86.000 euros . Ahora, después de que en enero la antigua comisaría quedase muy afectada por un incendio declarado en su interior, la Consejería de Hacienda, Industria y Energía ha promovido este contrato para acabar con el edificio «desde la cara superior de la solera en contacto con el terreno». «En el resto del espacio libre de la parcela, las actuaciones previstas en el proyecto son la retirada de las placas onduladas de fibrocemento colocadas en la terraza inferior como contención del terreno, y la demolición de una estructura de tubos metálicos existente en la plataforma inferior izquierda», precisa la memoria justificativa del contrato. Además, el documento especifica que «finalizada la demolición, se repondrá el acerado y muro de cerramiento afectado por la obra y se ejecutará un nuevo muro de ladrillo de igual altura al existente en el tramo ocupado por la fachada del edificio». Se espera que en los próximos meses se ejecute definitivamente este derribo patra que la parcela quede expedita este mismo otoño y se pueda colocar el monumento, que dará una nueva imagen al paseo fluvial