Covid Sevilla
La universidad en Sevilla se queda triste y sola por el coronavirus
El paso de la docencia presencial a la virtual deja las aulas de las facultades vacías y con los profesores dando clases en streaming
«Triste y sola se queda la universidad» . Era el estribillo de la vieja tuna. Y así estaban ayer las aulas de las facultades y escuelas de las universidades sevillanas que han tenido que volver a las clases virtuales después de las nuevas restricciones puestas en marcha por la Junta de Andalucía para intentar doblegar la curva del coronavirus.
Un paseo por los campus universitarios ayer a media mañana dejaba una imagen de desolación y frialdad que recordaba lo vivido a partir del pasado mes de marzo cuando se decretó el estado de alarma. En la facultad de Económicas y Empresariales, el centro donde ayer tuvieron lugar las votaciones para reelegir al rector, no había ni rastro de estudiantes. Las aulas del campus de Ramón y Cajal, que ahora tienen además obras en su pasillo central, estaban desiertas, como el resto de centros.
Muchas de ellas permanecían con las puertas abie rtas después del paso del servicio de limpieza y con las mesas y sillas totalmente vacías ya que la suspensión de la docencia presencial no ha implicado, de momento, el cierre de los campus. En otras se podía ver alguna profesora dando las clases sola. Escribiendo en la pizarra y mirando atenta a una de las cámaras que hay instaladas para dar las clases en streaming. Seguramente sus alumnos estarían siguiendo sus explicaciones desde su propio ordenador en casa.
Bibliotecas cerradas
Lo mismo ocurría con la biblioteca . También estaba precintada con cuerdas para evitar el paso de los estudiantes. Porque desde ayer las bibliotecas han sido cerradas en las universidades y sólo atienden para dar servicio a los préstamos de libros y manuales. Por eso no se veía nadie.
La ausencia de estudiantes en las aulas también se dejó sentir ayer en las inmediaciones del campus Pirotecnia de Sevilla . Los bares y cafeterías de la zona de Viapol, donde normalmente se concentran los estudiantes a media mañana o al salir de clase, también estaban prácticamente vacíos.
Y es que desde ayer unos 85.000 universitarios sevillanos (de la Universidad de Sevilla, la Pablo de Olavide y la Loyola) han vuelto a las clases virtuales y no pueden ir al campus. Sólo les están permitido hacerlo a los que tienen prácticas presenciales que se mantienen tal cual. Además de eso y si las restricciones, en principio establecidas durante quince días, se mantienen, está permitido hacer exámenes presenciales, al menos los que estaban programas de esa manera.
Mientras eso llega, las facultades y escuelas vuelven a estar vacías y a la espera de que la situación sanitaria mejore y los universitarios, muchos de los cuales están en pisos de alquiler que están pagando pese a no tener clases, puedan volver a pisar sus aulas.
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