Covid Sevilla
Los intensivistas andaluces, héroes de la pandemia, se declaran agotados pero satisfechos por su trabajo
Estrés, ansiedad, irascibilidad, agotamiento y depresión son algunas secuelas que han dejado en una parte de ellos los peores momentos de la pandemia y que pusieron de manifiesto en su XXXVII Congreso, celebrado junto XII Jornadas de Enfemería de UCI
Los profesionales que trabajan en las UCI, tanto los intensivistas como el personal de Enfermería , han sido los héroes de los héroes de la pandemia. Su trabajo en primera línea frente al coronavirus, junto con sus compañeros de Urgencias, ha s alvado muchas vidas en los últimos dieciocho meses, pero el esfuerzo físico y psíquico que han tenido que realizar a lo largo de estas cinco olas del coronavirus les ha pasado factura.
Lola González , supervisora de Enfermería de UCI del Hospital Virgen Macarena de Sevilla y presidenta del comité organizador de las XII Jornadas de Enfermería de UCI, que se han celebrado esta semana en Sevilla, cuenta que «se han tenido que incorporar nuevos profesionales sin experiencia a lo largo de este año y medio de pandemia y eso ha supuesto una readaptación en todos los servicios y demostrado a complejidad del trabajo de los cuidados de la enfermería de UCI. Hemos tenido que formar a los nuevos para hacer frente a algo que era desconocido, la peor crisis sanitaria mundial en casi un siglo y eso nos ha causado lógicamente un gran estrés que se ha traducido en algunos casos en ansiedad, fragilidad emocional o irritabilidad».
El personal de Enfermería, fundamentalmente enfermeras, es el que más cerca ha estado de los pacientes Covid durante la pandemia y la supervisora del Macarena recuerda el caso de la joven alemana alemana que estuvo dos meses en UCI . «Estaba de Erasmus en Sevilla y absoluamente sola cuando se infectó. La cuidamos como si fuera nuestra hija o nuestra hermana y cuando tras darle el alto vino a visitarnos, me preguntó muchas cosas. Yo soy experta en úlceras por presión y ella tenía una y yo se la curaba. Esta joven me contó que en sueños, durante su estancia en la UCI, después de tanto tiempo de entubación, enm medio de los delirios, no sabía bien si yo era su madre real pero que cuando me acercaba a atenderla pensaba que sí lo era», cuenta.
Durante la primera ola, los familiares no tenían acceso al hospital y los profesionales sanitarios se convirtieron en el único contacto humano de los pacientes. «Es increíble la empatía que desarrollamos, quizá mayor porque no tenían a sus familiares, pero ella tenía la misma edad que mi hija (22) y yo la traté como como si lo fuera. Y no fui la única en la UCI que la trató así», cuenta González, que destaca que «lo que ha primado ha sido el compañerismo y todo el equipo ha remado en todo momento en la misma dirección y eso ha permitido poner en pie todos los servicios y mantener una adecuada atención a los pacientes ».
Carmen de la Fuente, presidenta del XXXVII Congreso de la SAMIUC (Sociedad Andaluza de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias) y jefa de UCI del Hospital Reina Sofía de Córdoba, cuenta que «no se ha dejado de atender a ningún paciente crítico, a pesar de la saturación que ha producido la pandemia » y que «una de las cosas que ha traído la pandemia y que viene para quedarse es la forma de comunicarse con las familias. Los medios telemáticos se van a seguir utilizando cuando sean necesarios y todos hemos adquirido mucha seguridad en los aislamientos para poder trabajar de una forma protocolizada en futuras pandemias. También hemos aprendido a colaborar en el ámbito multidisciplinar con fisioterapeutas, psicólogos, enfemeros, etcétera».
Y añade: «Este congreso ha querido ser también un homenaje a todos aquellos pacientes que se han quedado en el camino de esta pandemia y cuidar al paciente crítico en aislamiento ha sido uno de los grandes retos de los profesionales de las UCI».
Esta intensivista admite las secuelas psicológicas que este empeño ha traído a estos profesionales: « El cansancio ha sido muy importante y ha traído somatizaciones, ansiedad, agotamiento , depresión e irascibilidad. Para tratarlas nos han ayudado en los hospitales y en los colegios médicos».
El presidente del comité organizador del congreso y jefe de la UCI del Virgen Macarena, José Garnacho, coincide con la supervisora y con la jefa de UCI del Reina Sofía y destaca también el agotamiento de los profesionales. «Éste ha sido el congreso del reencuentro de los intensivistas aunque a través de videconferencias y de forma virtual nos hemos visto las caras. Estamos recuperándonos de lo duro que ha sido todo esto, de todas las situaciones de incertidumbre que hemos atravesado y necesitamos todos un descanso», cuent a. El intensivista del Macarena dice que todos los profesionales de UCI están psicológicamente afectados y estos problemas van a persistir durante muchos meses porque ha sido muy duro». La asignación de recursos en los picos máximos de la pandemia debía priorizar el máximo beneficio y pudo ocasionar distrés moral en los profesionales que se vieron implicados en la toma de decisiones.
A pesar de ello, Garnacho se muestra muy orgulloso y satisfecho del trabajo realizado y de la atención prestada a los pacientes en condiciones muy difíciles. « Ahora es diferente porque hay muchas personas vacunadas y los pacientes no están tan aislados como antes». En las UCI de Andalucía hay menos de cincuenta pacientes Covid. «Estamos muy lejos de los centenares que llegamos a tener en los picos de las olas anteriores pero tenemos que seguir alertas, preparándonos para adaptar los protocolos a la nueva situación , puesto que sabemos que en muchos países europeos está creciendo de nuevo la incidencia (en Alemania se notificaron el jueves 32.000 nuevos casos) y hay nuevas variantes que se pueden escapar a la vacunación cuyos efecctos disminuyen con el paso del tiempo, especialmente en pacientes de ciertas edad o con la inmunidad debilitada».
Garnacho cree que estamos en un valle pero que «en invierno hay más contacto humano en las casas y puede haber una coincidencia con la grip e». En el Virgen Macarena no hay ningún paciente Covid en UCI y quedan muy pocos en planta, «pero hay más que hace unos días y tememos un repunte con la nueva variante». Todos los enfermos Covid que acabaron en la UCI estaban sin vacunar, recuerda Lola González.
Para el jefe de UCI del Virgen Macarena , «la UCI siempre genera miedo, por eso trabajamos diariamente para humanizarla, que no sea un lugar distante donde el paciente se sienta solo, como ha ocurrido durante la pandemia debido al aislamiento por la Covid».