Corpus Christi en Sevilla 2020
Ruta de escaparates para la víspera del Corpus Christi en Sevilla 2020
A falta de altares, los sevillanos pasean por el Centro de la ciudad en busca de imágenes que les recuerden que estamos en vísperas de una de los días más grandes de la ciudad
Casi nada en la Catedral recuerda que mañana es Corpus Christi en Sevilla. San Fernando permanece en la Sacristía Mayor, la Inmaculada en la capilla de la Cieguecita y el Niño Jesús -ambas imágenes acaban de regresar de la exposición de Martínez Montañés en el Bellas Artes-, en la capilla de San Pedro. Tan solo permanece en exposición el paso del Niño Jesús con una Custodia sobre peana bajo el templete junto a la puerta de la Anunciación, única imagen -junto con el altar del Jubileo- que nos recuerdan que mañana es Corpus Christi en la ciudad.
En la avenida de la Constitución , ni se preparan sillas, ni hay colgaduras en las farolas fernandinas, tramo de vía que en el siglo XXI solo han quedado para cafeterías, tiendas de móviles, comercios para turistas -a los que la pandemia de momento ha espantado- y nuevos hoteles.
La plaza de San Francisco también se ha quedado este año sin sus tradicionales portadas, que tendrán que esperar doce meses más para acotar un recinto que a mitad de junio permanece sin toldos. Tampoco preside este año la Virgen de la Hiniesta , que al igual que el Señor de la Cena no podrán salir en procesión para ocupar sus tradicionales lugares en el recorrido de la procesión, que este año quedará sin aromas de juncia y romero y por el que esta tarde miles de sevillanos estarían paseando si no hubiera llegado el coronavirus.
Tan solo un repostero ha colgado el Ayuntamiento de la ciudad para decorar la fachada que preside dicha plaza, en la que desde las 13 horas de este jueves en la sede de Cajasol cuelgan sus trece colgaduras tradicionales que recuerdan, como todos los años, que mañana es Corpus, aunque en esta ocasión permanecen sin flores que acompañen.
Ya en Sierpes, continúan muchos locales cerrados por la crisis provocada por la pandemia. En los escaparates de Casa Díaz (Sierpes, 71) mantienen los Niños Jesús vestidos de seises y de rojo, como la tradición manda que canten y bailen en la Octava del Corpus si no hubiese aparecido el Covid-19. Según Cristina Díaz, «este año es una pena que no haya procesion de fe en la calle y se pierda el ambiente de la tarde previa montando los altares, que siempre lo vivimos con mucha fe», recuerda mientras prepara el escaparate.
En la librería San Pablo (Sierpes, 57) «este año hemos intentado decorarlo porque la calle está triste, no va haber procesión, ni altares. De este modo, cuando pase la gente, recuerde que mañana es Corpus». afirma la gerente de la tienda, Rocío Sosa.
En Blanco Azahar (José Gestoso 17) han propuesto para este año la imagen de una Virgen y una colgadura que presenta una custodia, todo ello rodeado de flores. «Lo hacemos todos los años para contribuir a la decoración de la fiesta. Vendemos flores, uvas y espigas», afirma desde su interior José Odero.
En la calle Cuna, más allá de la visión de la Giralda a lo lejos, nada hace recordar que nos encontramos en previa de Corpus, mientras que en el Salvador nos enfrentamos con esa otra «nueva normalidad» que este día llena la plaza de veladores en lugar de altares.
En Mª Cruz Palacios (Francos, 3), José Jiménez ha decidido montar por primera vez un escaparate «porque se trasladó a este nuevo local en octubre. Sagrario, Virgen y Niño Jesús protagonizan dicho escaparate, todas obras del imaginero Juan Manuel Martínez. También han participado en su decoración Serna Florista de Alcalá de Guadaíra, así como Antonio de la Barba, y Pastor Vasco, que han cedido los enseres con los que han querido seguir con la tradición, a pesar de q este año no este la procesión».
Velasco (Francos, 30) también ha vuelto a dedicar uno de sus escaparates al Corpus, mientras que Javier Gotor Rodríguez, propietario de Casa Rodríguez (Francos, 35) por cuarta generación, presenta Custodia y Niño seise dormido, pan espiga y uvas, «es un Corpus diferente porque no podemos montar en fachada como lo hacíamos históricamente. Hemos considerado importante mantener la tradición aunque solo sea en el escaparate. Todo esto ha mermado bastante la ilusión, pero después de cien años pensamos que teníamos que montar algo porque sigue siendo fiesta aunque en esta ocasiójn se viva de una manera manera diferente». Enfrente, la Cordonería Alba (Francos, 38) presenta una Custodia, uvas y espigas, comercios centenarios con los que concluye nuestro recorrido.
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