Coronavirus Sevilla

Las notarías en el estado de alarma: casos inaplazables y que eviten un daño irreparable al ciudadano

El decano del Colegio de Notarios de Andalucía advierte de que la actividad está «en casi nivel cero»; señala que han tomado medidas de precaución para los trabajadores

Las firmas notariales han pasado de más de 20 a la semana a realizarse dos o tres ABC

Jesús Díaz

El Gobierno de la Nación , en las distintas resoluciones y decretos aprobados durante este periodo de estado de alarma por la crisis sanitaria que vive el país por el coronavirus , considera las notarías « servicio público de interés general » y por lo tanto éstas siguen abiertas, pero sólo para asuntos inaplazables y con el que se pueda evitar un daño irreparable para el ciudadano.

Así lo ha aclarado a este periódico el decano del Colegio de Notarios de Andalucía , José Luis Lledó, quien ha apelado al sentido común de la ciudadanía para valorar que es urgente, que no es lo mismo que tener prisas, porque «prisas tenemos todos». « La urgencia es algo que no se puede aplazar », ha añadido.

Es consciente de que en la mente y en el ADN de todos los españoles está marcado el lema «quédate en casa» , por lo que hay intentar conjugar la prestación de un servicio público como es el que una notaría ofrece con la protección de los trabajadores de la misma y evitar la propagación del virus.

Para ello, en concordancia con lo estipulado por la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública y el Consejo General del Notariado , se han adoptado una serie de medidas sobre la prestación del servicio público notarial con las que extremar la protección de los trabajadores y ciudadanos y garantizar la salud de todos.

Amplia casuística

Para los juristas el concepto de urgencia es «indeterminado» porque no existe un listado de asuntos que se definan como urgentes, «no es blanco o negro». Si bien, el Ministerio de Justicia ha objetivado algunos trámites de carácter urgente que deben atender las notarías, como son los relacionados con los bancos . «Las personas necesitan el dinero como el comer y muchos para comer», ha afirmado José Luis Lledó. Si un ciudadano va a pedir un préstamo o un crédito, los notarios no tenemos que valorar si es urgente o no y atenderemos ese trámite porque considerado urgente para el Gobierno.

Lledó explica cómo debe actuar un sevillano si necesita acudir a uno de los 38 notarios que hay en la capital o de los 55 que hay en los pueblos de la provincia. En la web www.notariado.org encontrará un buscador donde puede localizar al notario más cercano a su domicilio. Deberá escribirle un correo electrónico contándole su urgencia o, en su defecto, por teléfono. El notario le confirmará si su caso es urgente y le citará en la notaría, o le explicará, por el contrario, si lo que le plantea puede aplazarse sin riesgos para su economía, su empresa o sus necesidades personales o familiares.

Además de los asuntos bancarios expuestos por Lledó otros supuestos urgentes pueden ser formalizar una compraventa si una persona de no hacerlo se quedase sin vivienda; escriturar una hipoteca porque el dueño de un inmueble necesita venderlo cuanto antes porque no puede afrontar el siguiente pago; otorgar un poder a un hijo para que pueda vender unas acciones porque no tiene liquidez.

A criterio del notario, como le ha sucedido al propio Lledó, también son inaplazables porque tienen un plazo perentorio supuestos en los que los ciudadanos vienen con el contrato de arras o señales para la compraventa de un inmueble y necesitan concluir la operación; o una situación que se está dando en el sur de España con el coronavirus y la suspensión de las procesiones: en Cádiz ha tenido que levantar acta de las flores cortadas y almacenadas para después pedir indemnizaciones a quien corresponda. Si esta actuación notarial se aplaza no podría hacerse y sería un daño irreparable para el empresario.

Otro ejemplo: un hombre mayor, de unos 80 años, al ver que sus inversiones se van al traste por la incertidumbre económica derivada de la crisis sanitaria mundial, quiere vender sus acciones pero no puede salir por su edad y por salud, pues hay que colaborar para que no se arruine y otorgar un poder a un familiar.

La casuística es muy amplia y la urgencia o no ha de valorarla el notario que elija atendiendo a la lógica y la coherencia de cada situación y de que la «urgencia esté acreditada», según Lledó. Si le da cita, por su seguridad y la de la gente que trabaja en la notaría, se deberá acudir solo (siempre que no necesite de intérpretes o testigos o de ayuda física) y con las medidas de autoprotección de que disponga (guantes y mascarilla). Las citas las están dando con un margen de tiempo amplio para evitar la aglomeración de personas.

Medidas de protección

También en las notarías se han tomado medidas para minimizar los riesgos , como mantener en sus casas a posible afectados o a personas de riesgo, establecer turnos, acortar jornadas y teletrabajar en todo lo que sea posible. La prioridad es garantizar la salud de todos: los que vienen a las notarías y los que trabajan en ellas, prestando un servicio público considerado de urgencia.

Las medidas de protección llegan al uso de un boli por cada persona que actúa en la firma. Y después hay que limpiar bien el mostrador, la mesa y las sillas usadas. Toda medida es poca.

En este sentido, Lledó ha mostrado su preocupación por los trabajadores y por su protección máxima, por ello ha dispuesto en su oficina de mamparas, máscaras, guantes y geles, así como ha establecido tres turnos en su notaria de la calle Tetuán de la capital para que no coincidan todas y se puedan guardar las distancias mínimas.

De hecho, los notarios tienen prohibidas las salidas a la calle para hacer alguna gestión, si bien ante la necesidad de salir tiene que trasladar la petición al Colegio para acreditarla. Lledó insiste en mandar un mensaje a la ciudadanía para no acudir a las notarías si no es necesario: « Las cosas que no sean urgentes, que se aplacen ». Aunque es consciente de que el estado de alarma sólo ha paralizado los plazos judiciales y administrativos, no los contracturales.

De 20 a dos o tres firmas a la semana

Además, ha asegurado que tampoco hay trabajo para todos, porque la actividad ha bajado a casi nivel cero . Si habitualmente suelen tener entre 20 o 25 firmas a la semana, ahora están en dos o tres.

Esta crisis sanitaria que conlleva una paralización casi total del país repercutirá económicamente en las notarías . «Somos funcionarios pero los ingresos proceden del arancel (40 euros por un testamento o 25 euros por un poder) que pagan los ciudadanos y con esto asumimos los sueldos de los trabajadores, los suministros, el alquiler, etc. Una parte de la notaría es una empresa y si no entra dinero, cómo lo hacemos».

Ante esta tesitura abre la puerta a que pronto tendrán que buscar acuerdos con los trabajadores, o bien vía expediente de regulación temporal de empleo o una suspensión. « No queremos despedir », ha asegurado, al tiempo que ha subrayado que la relación entre el notario y sus trabajadores alcanzan límites familiares porque son empresas pequeñas.

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