Coronavirus en Sevilla

«Mi madre ha perdido la cabeza y yo me voy a volver loca»

Una sevillana que convive con su madre dependiente de 95 años comparte su impotencia ante la situación provocada por el coronavirus

Muchas personas dependientes permanecen en sus domicilios a cargo de cuidadores familiares ABC

Pedro Ybarra Bores

María espera la llamada de la doctora de su madre. Desde que surgió el coronavirus y se decretó el estado de alarma las consultas se realizan a través del teléfono y después del fin de semana que ha pasado necesita hablar con su médico. Actualmente ella se dedica a atender a su madre, que tiene más de 90 años de edad y que el pasado sábado empezó a perder la cabeza. «Imagine un confinamiento y con una persona gritando a todas horas. Estoy ya enferma. La médica le va a tener que mandar algo para los nervios, para relajarla o dormirla, porque es que ya no podemos más», dice.

Su progenitora es dependiente desde hace años y desde hace varios días «se ve encerrada sin poder salir, por lo que se desorienta al sacarla de su ritmo diario», dice.

Según María, a su madre «le han cortado todo su ritmo de vida porque dejé de llevarla a la rehabilitación cuando cerraron los centros de día porque me daba miedo llevarla , pero al menos la paseaba en silla por el parque, era otra situación diferente. Como en estos momentos no puede salir para nada a la calle y además es grupo de riesgo absoluto, imagine cómo estamos nosotros».

«Esta mañana llamé a la médica y estoy a la espera de que me diga qué puedo comprar para enviar a mi hija a la farmacia. La ayuda a domicilio que tenía la he tenido que suspender porque cualquier cosa que entre en esta casa puede terminar acabando con su vida», afirma.

«Me da rabia porque están todos los medios de comunicación, incluida la televisión, que es el más poderoso, diciéndonos cómo pasar estos días con niños en las casas, cómo lo deben hacer los autónomos, la economía, pero nadie habla de los enfermos dependientes y los cuidadores , ni lo que tienen que hacer éstos. Nadie habla de los mayores», denuncia.

«Las personas mayores son un gran colectivo que está en su casa y no puede entrar nadie de ayuda a domicilio porque es un foco de infección, porque además vienen de otras casas de estar con otros mayores, sin medidas de protección, y aunque las lleven, van en los autobuses. Llevo pegada a la televisión desde hace tres días con el confinamiento y las personas mayores es como si no existieran en los programas de mayor audiencia».

« He tenido que suspender la ayuda a domicilio por la mañana para ayudar a lavarla porque el trabajador viene de otras casas con otros mayores con mascarilla y se desplaza en autobús. Me da miedo y no me puedo arriesgar a que mi madre coja el coronavirus. Y eso que ella me tiene a mí y a mi hija, pero cuántos mayores hay en sus casas solos y expuestos a gente que la infecte».

La protagonista de esta historia dice también que «ahora no puede venir nadie a ayudarme. No la puedo dejar en ningún sitio para relajarme, porque están cerrado los centros de día, los parques, está prohibido que salga con ella a la calle, pero además cualquier cosa que le caiga o se arrime puede contagiarle el virus. Imagínate que no te pueda dar el aire con una persona gritando a todas horas con la cabeza ida».

María es consciente de que ahora «tengo que lavarla, tengo que estar todo el día pendiente de ella: se le va la cabeza porque pierde la noción del tiempo. Imagina que si la estamos perdiendo nosotros por no salir, ellos con más de 90 años, mucho más », añade. «Menos mal que estoy sana, fuerte y bien, pero imagina una persona mayor que viva sola o que viva con un hijo de 70 años que esté malo del corazón y que sea asmático ¿Qué hace si no puede entrar nadie en tu casa a ayudarte ni tu dejar un mayor en ningún sitio?».

Mayores y menores

«Hay quien dice que un niño chico da por saco, pero a un niño es más fácil llevarlo hacia dónde quieres, a un mayor, no. No le puedo decir a mi madre aquí te quedas, te estás quieta. ¿Y qué hago? Es muy fuerte y nadie en los medios de comunicación habla de qué hacer con un mayor dependiente y con demencia senil. ¿Qué hacemos los cuidadores? Nadie habla de los cuidadores , nada más que se habla del impacto económico. Imagina el agobio, la desesperación y la angustia que te entra de ver que nadie habla de ti y tú no sabes qué hacer», concluye.

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