Coronavirus en Sevilla
Hospitalizados en la misma habitación en el Virgen del Rocío: ni el Covid los separa
Una pareja permanece con neumonía bilateral en el centro hospitalario sevillano. «Cuando a Luis le dijeron que nos ponían juntos le subió la saturación al 97 y ahora está mejor»
Luis Parejo y Eva Herrera llevan 34 años juntos (21 casados y 13 de novios) . Él es empleado de banca y ella profesora de Química. Han vivido numerosas historias durante estas tres décadas juntos. Seguramente las más importantes el nacimiento de sus dos hijos: Gonzalo (19) y Julia (14). Pero estos días están pasando una experiencia de las que nunca se olvidan. Ambos permanecen hospitalizados en la misma habitación en planta del Virgen del Rocío con neumonía bilateral asociada al coronavirus.
Todo comenzó cuando su primogénito, estudiante de 2º de Ingeniería de las Tecnologías Industriales, dio positivo al Covid-19 . El joven, que aún no sabe cómo contrajo la enfermedad de la que ya está casi recuperado, se encerró en casa como marcan los protocolos sanitarios en estos casos. Pasó un par de días con fiebre y poco más. Sin embargo, a los dos días, comenzaron a manifestar síntomas tanto su hermana pequeña como sus padres.
El pasado jueves Luis, de 50 años, acudió al hospital aquejado de una persistente tos. Allí le hicieron una radiografía, le dijeron que tenía neumonía bilateral y que debía quedarse hospitalizado. Su mujer, Eva, de 49, se llevó un susto de muerte. Pero, además del disgusto de ver cómo ingresaban a su marido, tampoco estaba bien. Se sentía cada vez más cansada.
Notaba molestias en el pecho y no se recuperaba. Así pasó el primer día. En casa con sus hijos mientras su marido continuaba ingresado. Pero al día siguiente los síntomas persistían. Cuando se levantó por la mañana se sintió peor. «Puse un pie en el suelo y noté un puñal en el pecho. Por eso, no lo dudó. Le pidió a su hijo que llamara a una ambulancia y se marcharon al Virgen del Rocío.
Llegaron al hospital y le dieron un diagnóstico similar. Debía ingresar porque tenía la misma patología: neumonía bilateral. Cuando su marido se enteró también se llevó un soponcio. Eva pidió que los pusieran juntos. Tardaron varias horas pero, al fin lo consiguió y la trasladaron a una cama junto a la de su esposo. «Cuando nos pusieron en la misma habitación a Luis le subió la saturación al 97 y está mucho mejor . Yo la tengo algo más baja pero ya estamos los dos con el tratamiento y estamos mejorando», explica.
Eva no puede evitar emocionarse al relatar el magnífico trato que está recibiendo en el hospital . Y se deshace en elogios con el personal que los está asistiendo. «Se están portando estupendamente», dice.
De hecho, la pareja está encantada con los profesionales del Virgen del Rocío que los atienden. «Nos lo explican todo muy bien y, aunque es triste estar aquí, todos tienen una sonrisa con nosotros. Desde el médico hasta la limpiadora», recalca.
Mientras sus hijos permanecen en casa a la espera de que regresen, se han dado cuenta de todos los amigos que tienen. Porque todos se han volcado en arroparlos y no paran de llamarlos para ofrecerles ayuda. «Le han llevado tal cantidad de comida que se juntaron tres pucheros en casa . Es en estos momentos cuando te das cuenta de la cantidad de gente que te aprecia», dice con voz emocionada. Hoy Eva y Luis están un poquito mejor que ayer. Y en unos días esperan estar totalmente recuperados para retomar su vida de siempre. Esta experiencia jamás la olvidarán.
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