Coronavirus en Sevilla
«Mi habitación es mi casa»
Una residente narra para ABC su día a día en Fundomar Bermejales, intervenida desde comienzos del mes de abril
Una de las residentes de Fundomar Bermejales , que prefiere mantenerse en el anonimato, narra la situación en plena pandemia por Covid-19 y afirma vivir la situación «como todo el mundo que tiene que estar encerrado en un sitio. Desde hace más de veinte días vivo en mi habitación, me atienden constantemente con gran cuidado y muchísimo amor, porque aquí la gente se está explayando en cariño , en atención y en todo. Afortunadamente soy una persona bastante vitalista y me apaño bien», destaca esta mujer.
Casi a sus 80 años, esta mujer que reside allí desde hace casi cinco años presume de ser independiente. «El cambio que noto desde que intervinieron la residencia —dice— es que te visitan una serie de médicos del Virgen del Rocío o del SAS, te preguntan y se interesan por ti, aunque yo no he necesitado ninguna medicación especial . Bastante a menudo te revisan la respiración y el corazón. El personal médico de la residencia está para situaciones normales, pero llegó un momento que el director no ha tenido más remedio, y ha sido a petición suya, que esta intervención, porque él mismo lo pidió al ver que las cosas se estaban poniendo difíciles. A todos los residentes nos realizaron el test hace ya muchos días». Ayer mismo la cambiaban de habitación, «porque el ala en el que vive iba a ser desinfectada», siguiendo el protocolo de desinfección de las instalaciones.
Según indica, « hace varios años, a causa de una gripe, se fueron casi las mismas personas que se han ido ahora, aquella gripe fue espantosa también . Se podría pensar que tengo síndrome de Estocolmo, pero no es así —recalca—. Las mismas auxiliares me dicen que si había alguna duda de este director, que está demostrando tener todo el valor del mundo, la fuerza, la organización, la sinceridad, porque a todos nos dice la verdad». Para esta mujer, «el director es muy claro con las familias, ya que todos los días les envía un WhatsApp explicando qué es lo que está pasando, cómo van las cosas, etc. Creo que es una opinión generalizada. No puedo decir nada más que no podría haber venido a mejor sitio. Esto no lo digo desde ahora, sino desde que entré en esta casa».
«Apicultores»
«Mi habitación es mi casa. No podemos salir. Nos traen las comidas vestidos de “apicultores”, no reconocemos a los auxiliares, y no podemos siquiera caminar por el pasillo. Veo a los familiares por videoconferencia, pero en persona no veo a nadie desde que se decretó el confinamiento. Antes del coronavirus me daba vueltas por el barrio, lo echo de menos una barbaridad. Ya es mucho tiempo sin ver a nadie más que los auxiliares, que son muy amigos míos, pero a mi familia solo a través de aplicaciones. He aprendido a vivir al día. Lo que haya ese día me enfrento con eso. Todos tenemos temores. Estamos preocupados por nuestra gente, pero así está todo el mundo igual», afirma.
Las familias de los residentes y las autoridades sanitarias están siendo informados de lo que allí ocurre cada día , según cuentan. En cuanto al incremento del número de fallecidos mensualmente, la dirección del centro afirma que se trata de cifras cambiantes, ya que al tener residentes hospitalizados en el Hospital Virgen del Rocío y el hotel Alcora, en la actualidad no está en sus manos el poseer dichas cifras actualizadas. Desgraciadamente, los datos que manejan indican que el efecto del coronavirus puede llevar a triplicar la media de fallecimientos mensuales en este periodo (7-9 fallecidos/mes), por lo que no temen que esas puedan ser las cifras.
Noticias relacionadas