Coronavirus en Sevilla

Las armas de las residencias de ancianos en la lucha contra el Covid-19

Profesionales de los hospitales públicos se desplazan a diario a los centros de mayores medicalizados para atender a los pacientes

La residencia DomusVi Santa Justa, en Sevilla Raúl Doblado

Elena Martos

Las residencias de mayores vuelven a estar en el punto de mira por los altos niveles de mortalidad que ha mostrado el Covid-19 . El SAS ha intervenido ya tres de ellas en Sevilla ante el contagio masivo de usuarios y trabajadores. La última ha sido el centro Joaquín Rosillo de San Juan de Aznalfarache, donde han muerto 24 personas desde que empezó la crisis sanitaria. Con anterioridad y con una situación más alentadora, la Junta se puso al frente de la atención sanitaria en los geriátricos Fundomar , donde sólo se ha reconocido un fallecido por coronavirus, y Domus Santa Justa , con 12 fallecimientos ambos en la capital. En centros de Lebrija y Arahal se han producido otras siete bajas sumando un total de 44 , un cuarto de todas las que esta epidemia ha causado en residencias de la región. La situación ha llamado la atención de la Fiscalía, que ha pedido información a la Junta sobre dos de estos centros.

Tras la gravedad de los focos detectados en asilos, el Gobierno andaluz ha decidido extender los test a toda la red de geriátricos tanto si se detectan síntomas como si hay motivos de sospecha. Sin embargo, no hay garantías de que se vuelvan a repetir estos tristes episodios. La intervención de la autoridad sanitaria en las residencias con brotes es fundamental, en primer lugar, para comprobar el alcance del contagio y en segundo, para mejorar la atención a estos pacientes, que son extremadamente vulnerables por la avanzada edad y las patologías previas que muchos presentan.

Fuentes del SAS explican a ABC que las medidas de medicalización consisten en que «desde el sistema sanitario se desplaza diariamente un equipo de un facultativo y una enfermera en turno de mañana y tarde, además de dos médicos internistas del hospital Virgen del Rocío que dan el soporte asistencial para el abordaje clínico de los residentes». Aseguran que «los usuarios afectados son tratados con fármacos específicos para el Covid-19, bajo el seguimiento de especialistas de Medicina de Familia e Interna ».

Igualmente señalan que «la medicación necesaria se aporta en colaboración entre los servicios de Farmacia del Virgen del Rocío y del distrito de atención primaria de Sevilla. Disponen de tratamiento con oxígeno y terapia intravenosa, así como de la atención del equipo de Cuidados Paliativos domiciliarios ». En estos centros se han instalado equipos informáticos con al sistema Diraya para facilitar el seguimiento clínico y se ha establecido un circuito específico para la petición, extracción y resultados de las analítica. La última incorporación ha sido la de equipos portátiles de rayos X para realizar las placas.

El presidente de la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores (FOAM), Martín Durán , destaca que «una vez que este virus entra en una residencia es muy difícil contenerlo». Por eso considera «muy importante la detección del contagio desde el primer segundo, incluso con unas décimas de fiebre hay que hacerles el test y si da positivo, ese paciente tiene que salir del centro». Pero lamenta que la pauta haya sido otra, porque «los han aislado en las habitaciones , pero el personal que los atiende sigue siendo el mismo y no han tenido equipos de protección hasta hace unos días», señala.

El responsable de la federación de mayores considera que « la mejor manera de afrontar la situación es haciendo test siempre que haya una sospecha tanto a residentes como a trabajadores». También recuerda que «son muchos los casos en los que los mayores tienen que ir al hospital y pueden volver contagiados de allí, por eso es fundamental que les hagan la prueba antes de que regresen a la residencia».

Y a los propios directores de los centros en los que se han detectado contagios les pide «más transparencia con las familias, porque con ese ánimo de no alarmar ocultando la situación sólo se logra el efecto contrario ». Durán recuerda el caso de Domus Santa Justa, que terminaron recurriendo a su entidad para que intercediera ante la falta de comunicación.

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