Coronavirus Sevilla

El enfermero del Virgen del Rocío al que salvó la vida una transfusión va superando las secuelas del Covid

Juan Ignacio Valle, que estuvo al borde de la muerte tras 35 días en la UCI, ha logrado en los últimos cinco meses una paulatina recuperación de una enfermedad de cuyos efectos crónicos se habla desde mayo

Juan Ignacio Valle tiene 60 años y ha recuperado 11 de los 16 kilos que perdió en el hospital ABC

Jesús Álvarez

Juan Ignacio Valle , enfermero de Cardiología del Hospital Virgen del Rocío desde hace casi 40 años, contrajo el coronavirus el pasado mes de marzo. Fue el primer sanitario que enfermó de gravedad en Sevilla, a pesar de no tener ninguna patología previa ni cardiológica ni respiratoria (tampoco era diabético o hipertenso). «Empecé a tener dolores articulares como de una gripe normal pero a los pocos días casi no podía respirar, empecé a ahogarme y me marché a Urgencias. Allí me estabilizaron y mantuve buenas saturaciones pero la cosa fue bajando un poco y me tuvieron que enviar a la UCI», cuenta a ABC.

Entró el 26 de marzo en un box y estuvo 35 días intubado con ventilación mecánica, sedado. «C uando me dijeron que tenían que sedarme y llevarme a la UCI sabía que era difícil que saliera con vida de allí. Tenía una neumonía bilateral extensa».

Se le pusieron varios tratamientos que no funcionaron y casi lo dieron por perdido; sin embargo, gracias al plasma sanguíneo de una persona que superó la enfermedad en Granada pudo salir adelante casi en el tiempo de descuento. Salió de la UCI el 1 de mayo con 16 kilos menos (pesaba 94 ante de entrar) y permaneció otros quince días hospitalizado en el Servicio de Neumología.

El alta hospitalaria se la dieron quince después y lo pasó muy mal los primeros dos meses. Recuerda que las primeras semanas no era capaz de llevarse una cuchara a la boca cuando comía : «No era capaz de meterla entre la nariz y la barbilla y me la tenía que coger mi mujer». Tampoco podía andar sin andador y tenía problemas respiratorios y de movilidad. Sin embargo, todo eso va pasando poco a poco.

«Conozco a un paciente con traqueotomía como yo que perdió el habla, pero la casuística es insignificante y no se sabe si tiene que ver con el coronavirus o con cualquier otra cosa», cuenta.

Juan Ignacio continúa con rehabilitación neuromuscular y aún no ha recuperado el cien por cien de la movilidad en un brazo y en la pierna izquierda, pero la funcionalidad supera el 75 por ciento gracias al progreso de las últimas semanas . «Puedo andar bien, aunque arrastro un poquito el talón izquierdo. Estuvo 35 días entre decúbito supino y prono en el box de la UCI, que es lo que machaca las articulaciones , aunque no tiene nada que ver con el coronavirus sino con el tiempo pasado en la UCI.

Dice que no ha necesitado oxígeno en estos cinco meses y que ha recuperado once kilos de peso. Le han ido desapareciendo también todas las secuelas que arrastraba desde que le dieron el alta hospitalaria, entre ellas, la pérdida del gusto y del olfato. «No he tenido secuelas de la traqueotomía, ya cerrada, y puedo hablar perfectamente. También depende de la edad, yo he cumplido 60 y hay pacientes que tienen diez o veinte años más que yo», cuenta.

Aunque no se puede banalizar la cuestión y es pronto para sacar conclusiones definitivas, la evolución de las personas que superaron el coronavirus en Sevilla está siendo, en general, bastante esperanzadora, frente a las primeras informaciones que circulaban tras la primera ola de la pandemia sobre secuelas crónicas graves. Juan Ignacio ya no tiene disnea ni secreciones ni estertores. « A la vista de lo que me ha pasado en estos últimos meses soy muy optimista », asegura.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación