La Junta de Andalucía deja en manos de los centros cómo prevenir la Covid-19

Mercedes Benitez

19/07/2020
Actualizado 20/07/2020 a las 17:42h.

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¿Como será el próximo curso en Sevilla? Es la pregunta del millón, la que todos se hacen y a la que pocos contestan con certeza. Porque aunque la vuelta a las aulas se prevé presencial, todo indica que la mascarilla será necesaria ya que la idea es empezar el curso en septiembre sin reducción de ratio y con los mismos alumnos en las aulas que había antes de que estallara la crisis. Aunque con todo preparado para suspender y seguir on line si llegara el caso.

Para ello, la Consejería de Educación ha publicado unas instrucciones que dan autonomía a los centros para organizarse. Es decir, cada colegio o instituto tendrá que nombrar un responsable del protocolo Covid-19, que será el encargado de que se cumplan las pautas sanitarias. Por eso, la mayoría de los centros están teniendo un mes de julio «frenético» para dejarlo todo organizado antes de las vacaciones. Aunque cada uno lo hará por su cuenta, las mascarillas, el gel hidroalcohólico, las entradas escalonadas y la creación de unidades reducidas serán puntos comunes. Casi todas las opiniones coinciden en la gran incertidumbre que hay cuando apenas quedan unas semanas para el inicio del curso programado para los primeros días de septiembre.

Desde la Consejería de Educación se asegura que la idea es que el inicio de curso se produzca «en condiciones de seguridad», tanto para el alumnado como para el profesorado, y que para ello, tras un trabajo intenso con la Consejería de Salud, se han dictado instrucciones sobre cómo se desarrollará el curso de forma presencial. Pero siempre teniendo la posibilidad de que haya momentos presenciales o una modalidad más «a distancia» si se produce la suspensión de la actividad presencial. Y todo con un programa de refuerzo y unas instrucciones organizativas para la incorporación presencial. «Deseamos que sea presencial porque la educación tiene que ser prioritaria», aseguran desde Educación.

María Reyes, directora del IES Fernando Herrera , considera que el próximo curso será «atípico» y muy complicado ya que ellos mismos están organizando los protocolos y deberán tener todo listo antes del 1 de septiembre. «Tenemos que ver cómo vamos a organizar la docencia y cómo serán las entradas y salidas», dice admitiendo que, como la ratio de alumnos por clase será la misma, no se van a poder mantener las distancias de seguridad. Eso significa que irán con mascarillas e hidrogel y que las tutorías serán virtuales. «El curso empezará el día 15 de septiembre igual que siempre pero tenemos que organizarlo todo», dice la directora de este instituto que planea una reunión a principios de septiembre con las familias para explicárselo todo. En esa cita les contará que no todos los estudiantes entrarán por la misma puerta para evitar aglomeraciones. O incluso impedir los desplazamientos por el centro y «zonificar el patio» o hacer recreos rotativos.

En el colegio Buen Pastor de Sevilla ya han nombrado una responsable del Covid-19, una profesora de Química que será la encargada del proceso de adaptación. En cualquier caso, Isabel Egea, subdirectora del centro, asegura que se parte de la base de la «incertidumbre» porque tampoco saben si llegarán las dotaciones que esperaban y «si se atenderá a la educación con mayúsculas en lugar de a un debate político» . Para ellos, lo importante es que les lleguen dos profesores de apoyo para Infantil yPrimaria y otros dos para Secundaria. De momento, están planificando que los escolares entren por dos puertas y en horarios diferentes y crear «unidades de convivencia» para que no se crucen y que no interactuen esos grupos. «Nosotros estamos diseñando un plan y recurriendo al ingenio» , dice Egea. Las dudas que tienen son muchas:sobre los espacios cerrados, cómo escalonar los recreos o cómo evitar que los niños coincidan. «El próximo curso los niños tendrán que venir con el bote de hidrogel en la mochila igual que venían con la botella de agua», afirma. Ahora trabajan a marchas forzadas y antes de que empiece el curso informarán a los padres en una reunión y también se preparan para un posible caso en el que hubiera que suspender las clases y volver al confinamiento. Entretanto preparan pupitres individuales y muchas medidas más.

En las guarderías están igual que en el resto de etapas educativas. Los centros de Educación Infantil están preparados para arrancar el curso escolar con las medidas higiénicas establecidas pero, según Maribel Uncala, presidenta de Escuelas Infantiles, «con la incertidumbre de saber si tendrán el respaldo de la Consejería en caso de que haya un nuevo brote en algún entorno familiar de algún alumno o profesor». En este sentido, Uncala asegura que están teniendo reuniones con los inspectores para aclarar todas las cuestiones de seguridad, higiene y garantías sanitarias, para que padres y educadores puedan empezar con todos los procedimientos en marcha. Tienen aún pendiente saber cómo se va a repartir el material higiénico sanitario entre todos los centros de educación infantil o cómo y cuando les harán los test a los profesionales de los centros tal y como les anunció la Consejería. «Esperamos que durante estas semanas que quedan para el inicio de curso se puedan solventar estas cuestiones», afirma la representante de las guarderías.

El profesor que se hizo famoso por disfrazarse de personajes históricos para dar las clases a sus alumnos en el instituto de Torreblanca donde trabaja, afirma que la incertidumbre es «algo generalizado a nivel nacional» y recuerda que les han hecho llegar unas instrucciones sobre las medidas educativas a adoptar al inicio del curso en las que se da por sentado que va a ser presencial y que van a ir a los centros. Y les piden que las materias se den de forma flexible para «no saturar de contenidos» a los alumnos e incluso se habla de un plan de acogida para cuando los alumnos lleguen a los centros. Pajuelo insiste en que habrá que contratar más profesores y en que las directrices que da la Educación son «teóricas» y están lejos de la realidad de las aulas y de los docentes que viven en los centros. «Se cubren las espaldas de que hay unas directrices, pero la pelota está en el tejado de los centros. Nos piden que nos organicemos como podamos», dice Pajuelo, que también recalca que estas normas van a acentuar la brecha social entre los centros educativos de primera, de segunda y tercera y que no se puede generalizar. Porque no es lo mismo un insistuto de una clase social media de Sevilla que el de otras zonas más deprimidas. «Hay una sensación de abandono total y de lejanía» , admite el profesor.

Desde Fampa Nueva Escuela, su presidenta, Marina Jiménez, afirma que la única referencia que tienen son las instrucciones que les ha dado la Consejería de Educación que deja en manos de los equipos directivos de los colegios la planificación y que hay que crear una comisión Covid-19 en cada centro. « Son unas istrucciones que lo dejan todo en manos de los equipos directivos pero no se habla de bajar ratio ni de adecuar los espacios», afirma insitiendo en que se sabrá «muy poco» hasta primeros de septiembre.

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