Coronavirus en Sevilla
Una cuarta parte de los atendidos por Cáritas en Sevilla se va a quedar sin casa en los próximos meses
La Iglesia alerta de «una emergencia habitacional» agravada por la crisis del coronavirus, que ha hecho crecer el 50% las demandas de atención a las familias
La situación de las capas más desfavorecidas de la sociedad se está viendo enormemente agravada por la crisis que ha desatado la pandemia de coronavirus Covid-19 . Las realidades cotidianas y las cifras globales son más que elocuentes, como se señaló ayer desde Cáritas, organización de la Iglesia que ha alertado de «una verdadera emergencia habitacional» que «se arrastraba desde antes de este año pero que se ha agravado de manera considerable con la situación actual». Así lo ha subrayado el presidente de Cáritas Andalucía y director de Cáritas Diocesana de Sevilla, Mariano Pérez de Ayala , quien presentó los datos de la campaña «No tener casa mata», con la que la organización quiere remarcar la «necesidad de la vivienda como primera línea de defensa y garantía de derecho y reclamar medidas de integración adaptadas a las personas que viven esta situación».
En este sentido, Pérez de Ayala pidió a las administraciones públicas una política de construcción de vivienda social, ya que «en Andalucía no se llega a la media de 0,5 viviendas sociales por cada cien habitantes y se sitúa en 0,9», además de una «estrategia global y definida» para esta cuestión, difuminada tras los primeros pasos que se dieron y que no han tenido continuidad. También reclamó al Estado que «desarrolle de una vez la prometida Ley de Garantías de Acceso a la Vivienda, que tan necesaria resulta en estos momentos en los que las personas sin hogar son un colectivo muy afectado por la pandemia».
En lo que a Sevilla se refiere, el responsable de la organización destacó el «enorme aumento de las atenciones» que se dispensan desde marzo, que han sufrido un incremento del 50% desde que comenzó la pandemia tanto en problemas relacionados con la vivienda como en necesidades básicas. En ese sentido, Pérez de Ayala incluye las coberturas que se están realizando de los gastos de suministro de las viviendas, desde la luz al gas o el agua, que en cada vez más hogares sevillanos no se pueden afrontar por la creciente crisis económica. Las ayudas gestionadas por las Cáritas parroquiales relacionadas con la exclusión residencial (hipotecas, alquileres, gas, agua, luz...) superaron los 730.000 euros durante 2019, por ejemplo.
Se apuntó también que del informe «El primer impacto en las familias acompañadas por Cáritas» se desprenden varios datos realmente demoledores que la crisis del Covid-19 ha provocado, como por ejemplo que un 49,2% de los hogares que atiende esta organización religiosa no puedan hacer frente a los pagos de hipoteca, alquiler o incluso de suministros de electricidad, gas o agua . Ya no es el problema de acceso a la vivienda en sí mismo el único, sino que poder mantenerla es ya otro dilema de consideración. Otra de las cifras de previsiones expuestas ayer por Cáritas resulta dramática: una de cada cuatro familias (24%) atendidas por la entidad se va a ver obligada a abandonar su vivienda en los próximos meses , ya sea por desahucio —un fenómeno que desgraciadamente va a recuperar presencia— o por tener que buscar una vivienda con costes aún más reducidos.
Aunque existen varios perfiles, la imagen aproximada de la persona que habitualmente se encuentra en situación de sin hogar tanto en la capital hispalense como en toda Andalucía es la de un hombre español, soltero o viudo, de entre 36 y 60 años, con estudios primarios y que lleva más de dos años viviendo en la calle; y en el 21 % de los casos, más de cinco años.
Más de 500 atendidos
En Sevilla la entidad de la Iglesia puso a disposición de este colectivo de personas sin techo el pasado año tanto el Centro Amigo —que es residencia y centro de día— y dos pisos de autonomía, en el que se atendieron 85 personas, mientras que entre los proyectos de atención en calle, Levántate y Anda de la Cáritas Parroquial de San Vicente atendió a 172 personas; el proyecto Lázaro, de la parroquia de San Sebastián (Porvenir, San Bernardo y Felipe II), a 99 personas; el proyecto Beato Pedro Dónders de la Cáritas Parroquial de Los Redentoristas (Nervión), a 54; el Emaús (Arciprestazgo Triana-Los Remedios), a 70 personas; mientras que la parroquia de El Rocío de Dos Hermanas atendió a nueve personas. En total, los proyectos de atención en calle, junto al Centro Amigo, ayudaron durante 2019 a 529 personas sin hogar . Además, Cáritas Universitaria complementó la atención de los proyectos atendiendo a 36 de sus participantes, y la Cáritas de Los Remedios impartió talleres para este colectivo en los que participaron 40 personas.
Para desarrollar su labor, Cáritas Diocesana de Sevilla contó con el trabajo de 131 voluntarios y 21 profesionales, con una inversión que superó los 930.000 euros. En el Centro Amigo invirtió 895.000 euros, 312.700 euros de ellos, fondos públicos (de los cuales, 150.000 continúan siendo del Ayuntamiento de Sevilla merced al convenio vigente). Los procedentes de IRPF y la Junta de Andalucía «han vuelto a descender casi a la mitad de lo percibido en 2018», se lamentó ayer desde Cáritas, que invirtió 582.360 euros de fondos propios. Asimismo, el gasto aproximado de los proyectos que atienden en calle fue de 36.250 euros, 10.250 procedentes de los fondos del Ayuntamiento hispalense. Con todo, ante la nueva situación, ayer se reclamó «mucha más ayuda».
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