Coronavirus Sevilla

Coronavirus Sevilla: Cuidado, hay un delator viviendo en la puerta de al lado

Frente a una mayor concienciación para denunciar a vecinos por infringir el estado de alarma surgen mensajes contra sanitarios y otros profesionales para que abandonen sus casas

Uno de los carteles colocados en las puertas de profesionales sanitarios o voluntarios ABC

Jesús Díaz

El coronavirus está sacando a relucir aspectos muy positivos de la sociedad como los gestos de apoyos simbolizados en forma de aplausos a las ocho o, algunos ya conocidos, como la solidaridad con los que peor lo están pasando económica y socialmente. Incluso, ha aflorado cómo, en líneas generales, los españoles son responsables al cumplir con las medidas de restricción de movimientos, siendo un botón de muestra relevante la actitud de los sevillanos. Hasta el Gobierno central lo resalta. Incluso, se ha tomado conciencia de la importancia de quedarse en casa y se reprocha la actitud de quienes no lo hacen. Se denuncia. Pero, también el virus está provocando que aflore comportamientos muy reprobables , señalando con anónimos carteles en las puertas de sus casas a quienes trabajan en hospitales o supermercados , como si fueran apestados.

Se ha pasado de los mensajes de «eres un héroe» por darlo todo por los demás en tu trabajo a una invitación de manera poco sutil a dejar sus casas mientras dure esta pandemia. Esto ha generado un debate: ¿constituyen estos carteles y sus mensajes un delito de odio? .

Olga Burgos, coordinadora del turno de delitos de odio y discriminación del Colegio de Abogados de Sevilla , explica a este periódico que, con independencia de que este tipo de conductas sean reprochables moralmente, habría que enmarcarlas en el tipo penal de delito contra la integridad moral, pues aunque recogiese insultos o injurias no tiene que ser un delito de odio.

Según el Código Penal , no cualquier colectivo o grupo social de personas puede ser víctimas de delitos de odio, sino sólo aquellos que puedan considerarse vulnerables.

En este sentido, la Fiscalía General del Estado , en una circular emitida en la primavera del año pasado, delimitó y determinó que había un «numerus clausus» de personas o grupos que podían ser consideras víctimas de odio, dejando fuera de este tipo penal otros posibles actos contra el honor.

Otro ejemplo de los mensajes que están recibiendo en las puertas de sus casas los sanitarios ABC

Aquí es donde, según esta letrada, podría enmarcarse este tipo de cartas anónimas:delitos contra el derecho al honor, la intimida o la propia imagen. Son derechos asociados a la personalidad, y tanto la vía pena como la vía civil contempla su protección, con la Ley de Protección Civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen de 1982.

Herramientas jurídicas sufientes

Por tanto, sanitarios, trabajadores de un supermercado o cualquier otro profesional que tenga que ver en su puerta estos mensajes «no están desprotegidos porque hay herramientas jurídicas ».

En la misma línea se sitúa Enrique Pedrós, coordinador de los delitos de odio y discriminación en la Fiscalía de Sevilla . En declaraciones a ABC, explica que aún no han llegado ninguna denunciada relacionada con estos carteles a la Fiscalía pero de hacerlo las estudiarán con mucho interés.

Insiste en que estas cartas anónimas se quedan fuera del encaje jurídico del delito de odio, pero sí podría constituir un delito de acoso (artículo 172 TER del Código Penal), un delito contra la integridad moral (artículo 173), coacciones (artículo 172) o, incluso, uno de daños en el ataque al coche de una sanitaria.

El «abanico» penal es amplio para perseguir este tipo de c onductas, moralmente «rechazables» y que no pueden quedarse sin respuestas. El problema surge en identificar la autoría de los mismos, para lo que habría que hacer una prueba caligráfica.

Pero Pedrós advierte: « Herramientas jurídicas existen» para responder a estas actitudes . «Cuando se pongan enfermas, estas personas buscarán a los sanitarios».

De forma paralela a estas actitudes, los cuerpos policiales están recibiendo un mayor número de denuncias vecinales , en su mayoría anónimas, contra aquellas personas de su entorno que se están saltando las medidas recogidas en el decreto de alarma.

Tanto Policía Nacional como Guardia Civil , en sus ámbitos de competencias, llegan a la misma conclusión de que existe mayor concienciación social.

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