Coronavirus en Sevilla
Cerrado el paso a los viajeros que no llevan mascarillas en el transporte público de Sevilla
Los conductores de Tussam reciben instrucciones para no abrir las puertas en caso de encontrarse en una parada con todos los usuarios esperando sin la protección que desde este lunes es obligatoria
Las mascarillas se han convertido desde este lunes en un artículo esencial, que no se puede quedar en casa, para los usuarios del transporte público . Como el bonometro o el bonobús, si el viajero carece de esa protección, no puede hacer uso de ese servicio público. El cumplimiento de la norma, anunciada por el Gobierno central este pasado fin de semana, está siendo muy elevada en la capital sevillana porque además de controles policiales, se han dado instrucciones al personal de empresas como Tussam para que cierren el paso a todo aquel que no lleve puesta la mascarilla .
Así, no hay margen para los que quieren saltarse las normas. En el caso de los autobuses urbano s de la capital, los conductores han recibido algunas pautas de cómo deben afrontar esta nueva situación. Así, se aconseja que no abran las puertas en aquellas paradas donde todos los usuarios que están esperando no lleven la protección. Si hay viajeros que sí la llevan, el vehículo se detendrá y el conductor permitirá el acceso a esas personas.
Si el usuario sin mascarilla insiste en subir a pesar de que está incumpliendo las normas, el conductor debe avisarle por megafonía , que debe bajar de inmediato sin abandonar su puesto al volante donde además está protegido por una mampara. Si el incumplimiento prosigue, la instrucción que tienen los trabajadores es que detengan el vehículo y avisen al centro de control, que alertará a la Policía. El conductor tiene también la posibilidad de acudir a los agentes que están realizando controles a lo largo del día. Fuentes municipales han confirmado a ABC que la jornada ha transcurrido sin incidentes. «Casi todo el mundo llevaba puesta la mascarilla».
Con o sin aire acondicionado
Otras de las medidas que puede sorprender a los usuarios de los autobuses urbanos en esta nueva fase es que las ventanillas van siempre abiertas y que hay autobuses que no usan el aire acondicionado a pesar de las altas temperaturas que se registran desde este fin de semana en la capital. Desde el Consistorio señalan a través de un comunicado que se está analizando la conveniencia del uso de la refrigeración. En esta primera jornada muchos autobuses llevaban el aire apagado.
![Un voluntario de Protección Civil entrega una mascarilla a un viajero](https://s3.abcstatics.com/media/sevilla/2020/05/04/s/mascarillas-reparto-sevilla-kKc--510x349@abc.jpg)
Estas dudas han hecheo reaccionar al sector de la refrigeración, la asociación sevillana de instaladores ha asegurado que el aire acondicionado no supone un «mayor peligro» en la propagación del coronavirus. «La climatización no representa un peligro añadido, al contrario, ya que a través de la ella se están facilitando sistemas de purificación del aire basados en diferentes tecnologías como el ozono, ultravioleta, filtrajes absolutos o hidroxilo», según ha subrayado la asociación en un comunicado».
A la Policía Local se le ha encomendado la labor de vigilar el cumplimiento del uso de las mascarillas con controles que han arrancado a las siete de la mañana con el inicio del servicio y el reparto de protectores. Esta distribución in situ la han aprovechado los viajeros que llegaban a paradas y estaciones a cara descubierta porque no disponen de mascarillas. De las 100.000 unidades asignadas a la ciudad de Sevilla, 40.000 van a las líneas de Tussam y el resto se distribuyen entre la línea 1 de Metro (40.000 mascarillas); estaciones interurbanas de autobuses (10.000) y de Cercanías (10.000). Este lunes se han repartido 20.000 mascarillas.
En cuanto a los taxis, desde la asociación Unión Sevillana del Taxi , su portavoz, Fernando Morales, también tilda la jornada de tranquila, ya que apenas ha subido el número de viajeros en una modalidad de transporte que también está sufriendo una caída drástica de la actividad. Desde que se declaró el estado de alarma, los trabajadores del taxi han recibido seis mascarillas, dos las aportó el Ministerio de Fomento y otras cuatro la Junta. Los taxistas, salvo excepciones, no disponen de unidades para los usuarios, que deben llevar la protección para poder montarse en uno de los vehículos que componen la flota de la capital.
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