Coronavirus en Sevilla
Bulos: La otra guerra del coronavirus se libra en las redes sociales
La Fiscalía delegada de delitos tecnológicos recibe un aluvión de casos desde que estalló la crisis sanitaria
La lucha contra el coronavirus no es sólo sanitaria y a nivel de seguridad. También se libra otra guerra en internet, en concreto en una redes sociales inundadas de bulos. Unas informaciones falsas que pueden llegar a ser constitutivas de delito. Son esos casos graves los que tratan de detectar los f iscales delegados contra la delincuencia tecnológica , que están recibiendo estos días un aluvión de supuestos que circulan sobre advertencias de presuntos expertos en la enfermedad, desabastecimiento de supermercados o como ocurriera recientemente en Sevilla, cuando se anunció con varios días de antelación la suspensión de la Semana Santa .
A raíz de esa información falsa en la que se suplantó la imagen del Ayuntamiento de Sevilla, un joven de 21 años se convirtió la semana pasada en el primer investigado por un posible delito de desórdenes públicos. El fiscal delegado de delitos tecnológicos en Sevilla, Gabriel González , explica a ABC que las pesquisas siguen abiertas porque tratan de encontrar al autor original del bulo, ya que el joven identificado por los agentes dijo que se lo había copiado a uno de sus contactos.
Ese trabajo de rastreo en redes sociales se ha incrementado notablemente en los últimos días por culpa de los bulos. «Con cada información falsa que nos llega, analizamos si genera desasosiego, la repercusión que ha podido tener. Es cierto que muchos de los que recibimos los archivamos porque son bromas de mal gusto, pero no serían delito. Pero en otros casos hay que indagar el origen», señala González, quien también recibe a diario las dudas de sus propios compañeros, también fiscales, que como el resto de españoles no escapan de esta ola de noticias falsas que se está aprovechando de la sed de información que tienen los españoles, muchos de ellos confinados en sus hogares.
En los últimos días se han detectado cerca de 200 noticias «fake»: desde supuestas ofertas de empleo hasta advertencias por desabastecimientos de alimentos
La nota de prensa de Mercadona que informaba de la restricción de determinados alimentos; la circular que advierte que los seguros dejarán de cubrir los accidentes de tráfico dada las limitaciones impuestas por la situación de alarma; los efectos nocivos del ibuprofeno para los afectados por el virus o los audios de profesionales sanitarios alertando de situaciones casi catastróficas en centros sanitarios del país. Ningunos de esos archivos son ciertos. La crisis sanitaria apenas tiene unos días de vigencia -desde que se declaró el estado de alarma- y ya se han contabilizado cerca de 200 informaciones falsas. Tal es la situación que la cuenta oficial del Gobierno central en twitter @SaludPublicaEs ha lanzado una campaña para tratar de frenar estas intoxicaciones informativas, pidiendo que no se participe en la difusión de esas informaciones. Si se recibe un «fake» y no se comparte, éste acaba muriendo.
Aquellas noticias que están relacionadas con Sevilla y sus instituciones, como la que anunciaba, también antes de tiempo, la suspensión de clases en la Hispalense, son competencia de la Fiscalía sevillana y se estudian aquí. «Es un trabajo meticuloso porque hay que buscar el origen. Lo bueno de las redes es que queda todo registrado, pero cuando hay una difusión muy amplia, se tienen que revisar muchas cuentas», detalla el fiscal delegado Gabriel González.
Una de las claves para que un bulo pueda ser denunciado como delito es la posible repercusión que tendría su difusión. En Sevilla, hay un antecedente en los menores que fueron sentenciados por compartir bromas que favorecieron las estampidas de la Madrugada de 2017.
El bromista, el pirata y el simpatizante político
¿Y quién está detrás de estas noticias «fake»? Hay tres perfiles más o menos definidos, explica el fiscal de ciberdelincuencia: «Está el bromista, que sólo persigue hacer la gracia sin darse cuenta que sus actos pueden tener consecuencias. También están los piratas informáticos y los que se mueven por motivaciones políticas». Los hackers utilizan los bulos como mecanismo para poner en circulación algunas de sus trampas para cazar datos personales (phising) . Por ejemplo, el correo que anuncia una falsa oferta de trabajo y para acceder a ella hay que clicar en un enlace que abre la puerta al pirata informático.
Los que se mueven por motivaciones políticas suelen esconderse en perfiles falsos desde los que lanzan informaciones que buscan el descrédito de una formación o político concreto. Gabriel González admite que en sus investigaciones no ha conseguido vincular al usuario responsables de esas noticias falsas con un partido a pesar de las sospechas.
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