Coronavirus Sevilla
El Banco de Alimentos de Sevilla espera una «avalancha» de treintañeros con trabajos precarios
La entidad lanza su «Operación kilo» de primavera a través de internet para hacer frente a la crisis, que se estima que afectará a 60.000 sevillanos, un 40 por ciento más de los atendidos actualmente
La imagen de las colas en las parroquias y sedes de instituciones solidarias se ha convertido ya en una triste rutina en los barrios más deprimidos de Sevilla, pero ha comenzado a extenderse también por los distritos de clase media. La actividad asistencial en la ciudad no ha bajado la guardia nunca desde que comenzamos a salir de la crisis económica porque en Sevilla siguen estando los barrios más pobres del país. Según el informe sobre las condiciones de vida en las principales ciudades europeas que realiza el proyecto Urban Audit , la capital andaluza acoge a seis de los quince distritos urbanos con menor renta por habitante de España.
De hecho, los dos más necesitados de todo el territorio nacional son el Polígono Sur , con 4.897 euros de renta media anual por persona, y Los Pajaritos-Amate , con 5.389 euros. Torreblanca es el cuarto, Cerro-Su Eminencia el décimo, La Oliva el duodécimo y Polígono Norte-Villegas el décimo cuarto. La población de estas zonas ronda las 110.000 personas , el 15 por ciento de los habitantes totales de la capital. Por lo tanto, organizaciones como el Banco de Alimentos, Cáritas, Cruz Roja , las obras sociales de las hermandades, distintas fundaciones o los comedores sociales han mantenido su actividad a pleno rendimiento incluso después de la salida de la crisis. Sin embargo, aunque sus mecanismos estaban perfectamente engrasados para poder atender a estas zonas de la ciudad, el coronavirus les ha vuelto a desbordar. Hay proyectos como «Fratérnitas», que el Consejo de Cofradías dirige en el Polígono Sur, que han tenido que multiplicarse en las últimas semanas, así como Cáritas en Los Pajaritos o la Fundación MAS, que ha adelantado su campaña anual de navidad a la primavera donando 200.000 kilos de alimentos para hacer frente al crecimiento repentino de familias que se han quedado desasistidas como consecuencia del parón económico provocado por el Covid-19. Los datos indican que tras la emergencia sanitaria vendrá una emergencia social . Y eso ha obligado a otro de los organismos de referencia en este terreno a reprogramar su agenda para este año. Se trata del Banco de Alimentos, que ha incrementado sus llamamientos en las últimas semanas para conseguir aumentar las donaciones porque no tiene existencias para atender la demanda de aquí a fin de año . Su presidente, Agustín Vidal-Aragón , lo resume en una cifra desgarradora: «Tenemos un déficit de dos millones de kilos» .
Vidal-Aragón trasladó ayer esta preocupación al alcalde y al resto de concejales del Ayuntamiento durante la sesión de la comisión especial de reactivación económica y social , donde anunció que este año el problema tiene dos variables que lo agravan especialmente: el incremento de un 40 por ciento de personas que necesitarán atención a partir de este verano con respecto a las que ya están siendo asistidas; y la imposibilidad de llevar a cabo una recogida física de alimentos porque las condiciones sanitarias lo impiden. Por lo tanto, teniendo en cuenta estas dos circunstancias, el Banco de Alimentos ha decidido innovar poniendo en marcha su tradicional «operación kilo», que todos los años se lleva a cabo durante la primavera, de manera telemática.
«Operación kilo»
En una carta enviada por el presidente a los voluntarios se explica que «esta primavera no podemos hacer la campaña debido a las restricciones y recomendaciones sanitarias como consecuencia del Covid-19, pero si cada año es sumamente importante esta recogida, éste lo es mucho más». En la misiva, Vidal-Aragón recalca que «los beneficiarios del Banco se han incrementado en un 25% desde la declaración del estado de alarma», de manera que «en los últimos meses hemos tenido que entregar cantidades mucho mayores de alimentos a nuestras entidades colaboradoras». Esto ha provocado que «las existencias del Banco de Alimentos han bajado considerablemente, pudiendo verse comprometida la labor que realizamos en los meses próximos».
Los estudios que maneja la institución son preocupantes. «Mucho nos tememos que las necesidades van a sufrir un incremento aún mayor, en la medida en que las previsiones de crecimiento del desempleo abocarán a muchas más familias a una situación insostenible » y «van a ser, con toda seguridad, muchas más de las 45.000 personas que veníamos atendiendo las que necesitarán ayuda en el futuro próximo ». La estimación es que solicitarán ayuda al Banco casi 60.000 sevillanos , un siete por ciento de la población total de la provincia. Y el problema principal es que los principales afectados serán jóvenes menores de 30 años.
En consecuencia, esta institución va a lanzar la que se denominará «Operación Kilo Primavera 2020 On-line» , que viene a suplir la habitual captación que se hace todos los años en mayo. Esta medida se desarrollará entre del viernes 22 y el domingo 31 de este mes a través del supermercado virtual www.supersolidario.com , donde cualquier ciudadano puede hacer sus donaciones. El lema que se utilizará para esta campaña, que se presentará la próxima semana junto con el alcalde, Juan Espadas, y el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, será «Dona e invita a donar». Agustín Vidal-Aragón es, de todas formas, optimista en cuanto a la implicación de los sevillanos en este problema y cree que a pesar de que en esta ocasión la campaña hay que hacerla por internet, se mantendrán las cifras habituales de recogida. Concretamente, en primavera se suelen recibir 350.000 kilos de alimentos , mientras que en Navidad se obtienen 650.000. Teniendo en cuenta que el Banco estima que necesita dos millones de kilos, aún tiene que seguir trabajando para lograr más ayuda. «Tenemos previsto recibir 500.000 kilos de empresas e instituciones, pero aún nos faltan otros 500.000 que esperamos lograr gracias a las administraciones públicas ». El presidente de este organismo cree que llegando a estas cantidades podrán salir adelante, pero está muy preocupado por «la avalancha» de personas que a partir del verano tendrán necesidades alimentarias básicas en Sevilla. «Yo no quiero ser alarmista, pero creo que vamos a llegar a muchas más personas en situación de necesidad y en diciembre seguramente superaremos las 60.000 personas atendidas», explica. Esta cifra, además, no es total: «Nosotros no atendemos a todas la personas que necesitan ayuda, también está Cruz Roja y otras muchas entidades para crisis o necesidades alimentarias, por lo que yo creo que pueden ser en la provincia unos cien mil . Fácilmente un 7 por ciento necesita cubrir las necesidades más básicas».
Vidal-Aragón vaticina que habrá dos fases de caída. «Las primeras personas que están cayendo son las que trabajaban en la economía informal , pequeños autónomos, gente con una tiendecita, un negocio pequeño, arreglos, reparaciones... Esta gente sólo conseguía ingresos vendiendo en los mercados ambulantes, en las ferias, haciendo transportes... Cuando detienes el movimiento de las personas y cierras el comercio a cal y canto se quedan sin nada. Ahí no hay paro, no hay ERTES, no hay ayudas de ningún tipo porque están fuera de la economía . Al situarse en off, los sistemas sociales no funcionan para ellas. Hay muchos estudios que hablan de la economía informal, dicen que está en torno al 18 por ciento, quiero pensar que no es tanto, pero si es así, la situación que se nos viene es dura».
Jóvenes con empleos precarios
En una segunda etapa vendrán quienes tienen empleos precarios. «Esta crisis es distinta porque no viene derivada de una situación económica, sino de una situación sanitaria que hace que esas actividades no se puedan producir. A partir de aquí nos va a venir una segunda avalancha que va a ser desempleo puro y duro. Hay un desempleo que no está figurando como tal porque los ERTES que ha puesto en marcha este Gobierno, que son especiales a efectos del cómputo de esas personas en la población activa, no se computan como desempleados y muchos van a terminar en ERES si esta situación dura mucho . Ahora durante el estado de alarma no se puede presentar un concurso de acreedores . Cuando se libere esto va a haber una cierta avalancha de concursos de acreedores y un incremento del desempleo importante». Esto quiere decir que después del verano se verán afectadas «aquellas personas que tienen contratos temporales, a tiempo parcial, que no tienen antigüedad o, en definitiva, un empleo más precario. Son además los más jóvenes, que son con los que se va a cebar el desempleo . Nos vamos a encontrar con una generación con edades de treinta años en una situación límite». Hay un dato muy esclarecedor en este sentido. Antes de la crisis económica, el Banco de Alimentos atendía en Sevilla a 18.000 personas. En los peores años de la recesión la cifra subió a casi 70.000. Pero la recuperación no ha permitido regresar a las cifras previas. En febrero había 42.000 personas atendidas. «Siempre hemos tenido a las personas que están en situación de exclusión social, pero ha habido gente que sufrió en la crisis anterior y que se ha quedado en el hoyo . Yo creo que esta crisis va a producir otro escalón de personas que se van a volver a quedar ahí. Estamos generando una bolsa de personas en situación de necesidad que es cada vez más grande. Vamos a crear una sociedad más desigual y con más problemas de pobreza a pesar de que la economía pueda crecer. Eso genera una sociedad mucho más injusta ». Afortunadamente, la otra cara de la moneda es la solidaridad. El día 22 comienza una campaña en la que Sevilla volverá a demostrarse a sí misma que es una tierra de hermandad.
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