Coronavirus
El seguro y feliz regreso de los mayores al teatro en Sevilla
Un centenar de mayores de cinco residencias de la provincia disfrutaron ayer de lo último de Los Compadres en el Cartuja Center Cite
Lola García , que vive en una residencia de Herrera, acaba de sentarse en una butaca del Cartuja Center Cite . Atrás ha quedado hora y media de autobús. También semanas sin salir de la residencia, en concreto, desde el 5 de septiembre. «Cuando te dicen que vas al teatro es como si se abriera la puerta del cielo. Soy muy aficionada al teatro y a la música clásica», comenta.
Esta anciana es una del centenar que ayer acudió, tras haber recibido hace dos semanas la segunda dosis de la vacuna , al auditorio de la Cartuja a disfrutar de ‘Cosas de niños’ , el último espectáculo de Los Compadres , en lo que fue una iniciativa que ha partido de la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia ( Aeste ), en colaboración con el Grupo Eulen .
La función, que ofrecieron de manera desinteresada Los Compadres, se celebró durante la mañana lluviosa de ayer y asistieron un centenar de mayores de residencias gestionadas por Eulen, Emera, Orpea y DomusVi , algunas de Sevilla capital y otras de localidades de la provincia, como Alcalá de Guadaíra y Herrera .
Para muchos de estos ancianos fue la primera salida desde marzo de 2020
Desde primera hora, los mayores fueron llegando en autobuses al Cartuja Center Cite, acompañados del personal que los asiste en las residencias. La mayoría de ellos accedió por su propio pie a las instalaciones, otros con ayuda de andador o una muleta y algunos con sus sillas de ruedas, desde las que disfrutaron el espectáculo.
Cada uno podía contar su propia historia, pero todos coincidían en tener sensaciones que iban desde el asombro por encontrarse en un teatro, algunos tras meses sin salir de la residencia, a la felicidad de poder volver a una cierta normalidad gracias a la administración de la vacuna. «Llevo trece meses sin salir», explicaba Jesús Moreno , pero «ahora me siento bien, me gusta el teatro y más aún, poder disfrutar de una comedia en estos tiempos».
La expectación entre estos residentes por poder acudir al teatro la resumía muy bien la terapeuta ocupacional Carmen de la Fe . «Ellos estaban vestidos y esperando a montarse en el autobús desde primera hora de la mañana y nerviosos desde hace varios días. Algunos es que llevan un año sin haber salido de la residencia».
Luis Campos afirma que lo que a él le gusta es la zarzuela e iba mucho por el Espacio Turina antes del confinamiento, pero está encantado de volver al teatro una vez vacunado. «No me atrevía a meterme en un teatro sin estarlo. La verdad es que solo salía de la residencia por obligación, a hacer gestiones», señala. Aunque no es lo único que ha podido hacer de nuevo este y otros ancianos tras recibir las dos dosis.
Ahora también pueden abrazar a los suyos con tranquilidad, tras «meses en los que nos veíamos a distancia, yo en el jardín de la residencia y ellos al otro lado de la verja. El otro día pude abrazar a mis nietos y lo pasé muy bien», relata María de Gracia Martínez , que vive en la residencia de Santa Justa, que sufrió un incendio el día de Reyes . «A mí no me cogió en la planta donde se produjo el fuego de casualidad, porque recientemente me habían cambiado, pero pasé miedo», añade.
«Es esperanzador que estas personas vuelvan a disfrutar a través del teatro y de la cultura», afirman Los Compadres
Hoy todo esto ha quedado atrás, así como el confinamiento obligado por ser grupo de riesgo . «No salía desde el 14 de marzo, día en que cumplí 87 años y dentro de poco voy a cumplir 88», señala María de Gracia Martínez, quien ahora podrá volver a relacionarse, al igual que el resto de presentes en la función, sin temer al virus.
«Un regalo»
Alfonso Sánchez y Alberto López no han estado recluidos tantos meses como su público y, afirman, que no han parado de trabajar desde que terminó el confinamiento y que comenzarán a rodar nueva película en abril.
Pero a diferencia de otras funciones, esta que ofrecen desinteresadamente la ven, en palabras de Sánchez, como «un regalo» , por cuanto actúan para un público que ha conocido adversidades como la Guerra Civil y un tiempo como el actual marcado por la pandemia, pero que sigue mirando con ilusión el futuro .
«Es esperanzador que estas personas vuelvan a disfrutar a través del teatro y de la cultura, y tener la posibilidad de volver a verlos sonreír», añadió López.
Eso hicieron durante los pasajes más hilarantes de ‘Cosas de niños’ este centenar de ancianos para los que la vacuna ha comenzado a devolverles una cierta normalidad , que pasa por volver a ver a sus seres queridos, poder disfrutar de salidas y disfrutar, de nuevo, del humor en un teatro.
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