Coronavirus

El número de fallecidos que vivían solos en sus casas se triplica en una semana en Sevilla

El Instituto de Medicina Legal confirma que sólo en uno de estos casos se detectó que estuviera infectado por Covid-19

Más de 66.000 sevillanos mayores de 65 años viven solos ABC

Jesús Díaz

El confinamiento en casa al que se ha visto obligado la población española para hacer frente a la expansión del coronavirus lleva a muchos sevillanos, sin distinción de edades, a pasar el día en soledad. Esta sensación se ve acentuada en las personas mayores que llevan mucho tiempo de su vida en continuo confinamiento en sus hogares, pues este encierro les priva incluso de disfrutar en su rutina de aquellos hábitos que daban vida como el paseo mañanero, el café en la taberna o ir al mercado. Ahora no pueden recibir ni visitas por el bien de su salud.

La protección ante el Covid-19 es el aislamiento social y esta situación de soledad absoluta en las personas mayores ha revelado en Sevilla un dato muy duro. En la última semana, la del 23 al 29 de marzo, murieron en sus casas y solas once personas mayores . Tres veces más que los casos registrados siete días antes, la primera semana del estado de alarma, cuando hubo tres fallecidos en la capital.

Para poder hacernos una idea de cuántas personas viven actualmente solas en Sevilla, que no es lo mismo que sentirse sola, la Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística apunta que en 66.200 domicilios sevillanos hay una persona mayor de 65 años viviendo sola . 49.800 eran mujeres. Este dato es de 2018, el último publicado por el INE, y la tendencia era ascendente, por lo que no es difícil predecir que a fecha de hoy este número es mayor.

En España , según los datos de 2018, más dos de millones de personas mayores de 65 años vivían solas en sus casas, de las que más de la mitad eran mujeres. Y 850.000 tenían más de 80 años .

Red de apoyos

La situación de este grupo de vecinos de Sevilla en el contexto del estado de alarma que vive este país desde hace más de dos semanas por el coronavirus complica más su día a día. Es común que muchos de ellos mantengan contacto con sus familiares y sean éstos los que de una u otra forma realicen un control o seguimiento sobre su estado de salud o sobre sus necesidades diarias.

A veces son los propios vecinos los que «vigilan» que esta persona mayor con el simple gesto de verlo hacer sus quehaceres diarios: ir al mercado, tomarse un café en el bar de la esquina, pasar por la farmacia o simplemente dar su caminata cada mañana.

Todos esos hábitos que conformaban la rutina han desaparecido. Hay que quedarse en casa, sobre todo, para proteger a los mayores. Ahora el contacto con estas personas que viven en soledad por distintas circunstancias personales se ciñen a una llamada de teléfono , que puede sustituirse por una videollamada para aquellos ancianos más avezados en el uso de las nuevas tecnologías. Otras formas de saber si el vecino que vive solo pared con pared está bien es escuchar los ruidos que produce cada jornada.

El panorama es de aislamiento total y la capacidad de estar encima de estar personas se ve reducida al mínimo. Si en un contexto de normalidad en esta ciudad tres cuartas partes de las emergencias sociales que atienden los servicios municipales son por este colectivo de personas mayores. Los casos más dramáticos llevan a los bomberos a forzar la puerta de entrada y en el interior se encuentran ya cadáver a esa persona que no pudo pedir ayuda.

Esto se ha recrudecido. Ahora la Policía Nacional está recibiendo más llamadas alertando de que no tienen noticia de su familiar mayor de edad o de su vecino anciano. Y los números lo certifican.

Durante la semana del 16 al 22 de marzo, la Policía Nacional tuvo que intervenir en el hallazgo de tres personas fallecidas solas en sus casas. Era la primera semana en la que España vivía en estado de alarma.

Desde el 23 al 29 de marzo, fueron once los casos que hubo que atender, de los cuales, nueve personas fueron halladas sin vida en los días 25 y 26.

Protocolo policial y judicial

Cuando reciben este tipo de llamadas para atender estas incidencias desde la Policía Nacional se moviliza, habitualmente, al Grupo de Homicidios o, en su caso, a agentes de Incidencias de la Policía Judicial para que se investiguen las causas de la muerte, aunque a priori no hayan signos de haberse violentado los acceso a la casa. También acude Policía Científica para realizar un reportaje fotográfico y recoger pruebas para la investigación.

Dentro del protocolo de actuación también se activa la comisión judicial y al forense , que deberá levantar el cadáver. Aunque no haya signos evidentes de violencia se instruyen diligencia para esclarecer las causas del fallecimiento.

Ante este aumento de casos de finados en sus casas, en el ambiente policial existe un cierto temor a que estas personas hayan muerto por coronavirus porque eso supondría que han estado expuestos a personas contagiadas durante su actuación.

A este respecto, fuentes del Instituto de Medicina Legal de Sevilla han señalado que la semana pasada realizaron la prueba del coronavirus a nueve cadáveres hallados en sus casas, de los que solo uno dio positivo.

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