Coronavirus

Una sevillana, en Milán: «La gente entró en pánico, las tiendas se vaciaron»

Cristina Espinosa, estudiante en Italia, volvió ayer dela zona del coronavirus

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Crsitina Espinosa en MIlán Abc

Mercedes Benítze

Se llama Cristina Espinosa Jiménez-Carlés, tiene 24 años y acaba de volver de Milán , cerca de la zona cero del coronavirus. Esta sevillana, que aterrizó ayer en Sevilla procedente de Milán, es grado en Ingeniería de Telecomunicaciones por la Universidad de Sevilla y está haciendo un máster en Ingeniería Biomédica en el Politécnico de Milán. Ayer volvió a Sevilla procedente del país vecino que vive en situación de alerta por la epidemia.

La joven, como algunos de sus compañeros que estudió en la Universidad de Sevilla y continúa su formación de postgrado en Italia. Ahora ha decidido volver a casa mientras dure la alarma. Aunque no tiene miedo, lo ha hecho porque las universidades, también en la que ella estudia en Milán , han echado el cerrojazo por el virus. No tiene clase hasta la próxima semana ya que, según han previsto las autoridades italianas, no volverán a las aulas hasta el día 2 de marzo.

Por ello, Cristina ha regresado aprovechando que las universidades están cerradas. Ella que está en una residencia de estudiantes en Milán, no tiene miedo.Vuelve porque estos días no pueden hacer nada. Ni estudiar, ni visitar museos ni ninguna actividad.

Su retorno ha dejado a su familia más tranquila. Preferían que me viniese porque aquí estaba más controlada», dice. Hasta el domingo, según relata, todo estaba «normal» en la zona . La pasada semana, aprovechando las vacaciones del final del cuatrimestre, se marchó de viaje con varias compañeras. Estuvieron en Venecia y Turín. «Hemos hecho viajes y no hemos tenido miedo», explica.

Por la calle

Sin embargo, cuando salieron a la luz los primeros casos, la cosa cambió.No hay actividad y todo está cerrado. Pero eso no es lo más grave. Lo peor es que la actitud de la mayoría de los ciudadanos cambió. «La gente entró en pánico y los supermercados se quedaron vacíos», explica esta joven, que también revela como se agotaron las mascarillas y los geles para lavarse las manos. Cuando quiso ir a por mascarillas, ya no había. Sin embargo, Cristina sigue mostrando una gran tranquilidad. «Me dijo la farmacéutica que no pasaba nada, que lo importante es lavarse las manos», afirma.

Según explica, las baldas de alimentación en los centros comerciales estaban vacías y la mayoría se llevaba carros llenos hasta arriba. «Se llevaban leche, agua, pan, de todo», relata. «Había muy poca gente por la calle», dice. Sólo se cruzaba con algunas personas en la plaza del Duomo.

Ahora ya está en Sevilla . Llegó con otros cinco estudiantes, algunos de máster y otros de grado. A todos ellos les escribieron desde laHispalense para explicarles que siguieran las instrucciones de las autoridades y prestarles su apoyo si fuera necesario.

Una vez aquí, Cristina insiste en que no piensa ir al médico porque no tiene ningún síntoma . Pero por si acaso, lo deja claro. «Voy a hacer vida normal, pero recién llegada no voy a ir a ver a mis abuelos». Hasta que no pasen unos días.

Como ella hay muchos estudiantes sevillanos más. Casi 135 estudiantes sevillanos de la US y la UPOestán de Erasmus en la zona cero de Italia. Según informó la Hispalense, aproximadamente hay 94 estudiantes en el norte de Italia del total de 337 universitarios sevillanos que se encuentran con el mismo programa de movilidad internacional en Italia.

Además hay otros 143 estudiantes de la UPO. De ellos, unos 35 en zonas afectadas por la suspensión de actividad académica. Según la UPO llegan hasta 50-60 si a los anteriores se les suma los que están estudiando en zonas como Roma no afectadas por la suspensión pero donde se han detectado casos.

Una de esas estudiantes, Andrea Laso, sevillana que estudia 3º de Biología en Turín, sigue allí y, de momento no piensa volver pese a no tener clase. «La mayoría de los padres están asustados y nos llaman continuamente para que volvamos pero se lo hemos explicado y están más tranquilos». Ella y otros compañeros no piensan volver. De momento.

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