PATRIMONIO
El corazón de un dinosaurio y otras maravillas del hall del hotel Alcázar
Alberga un sarcófago del Renacimiento y otras valiosas antigüedades, además de este órgano fosilizado
![El corazón fosilizado atribuido a un dinosaurio que puede verse en el hotel Alcázar](https://s1.abcstatics.com/media/sevilla/2015/10/26/s/corazon-dinosaurio-alcazar1--620x349.jpg)
Si uno entra en el hotel Alcázar de Sevilla puede llevarse varias sorpresas. Una de ellas es un sarcófago del Renacimiento de un gran valor artístico, perteneciente al ducado de Híjar, pero tal vez lo más llamativo para el visitante sea la que uno puede encontrarse en uno de los salones, sobre una mesa de color caoba. Se trataría de un corazón fosilizado que se atribuye a un presunto dinosaurio del Mesozoico que uno de los propietarios adquirió, al parecer, a un anticuario. No está completamente demostrado que pertenezca a este mítico y cinematográfico reptil, pero tampoco está demostrado que no. Y la imaginación es libre y cuenta con muchos adeptos, que se lo pregunten si no a Iker Jiménez.
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No es la única rareza que atesora ese pequeño y confortable hotel sevillano, aunque todas las demás sí están perfectamente acreditadas. Sus propietarios, amantes del arte y del patrimonio, han ido coleccionando con tesón y esfuerzo una serie de antigüedades que hacen de este lugar un espacio muy original e interesante que cualquiera puede conocer sólo cruzando la puerta de este establecimiento situado frente a los Jardines de Murillo.
![Tapiz del XVII](https://s2.abcstatics.com/media/sevilla/2015/10/26/s/hotel-alcazar-sevilla%20(2)--250x220.jpg)
El escudo de armas del gran marino Carlos de Ibarra y Barresi , que dirigió y ganó una de las batallas navales más importantes para España, un sarcófago renacentista del ducado de Híjar, una variadísima colección de tapices , entre los que destacan uno de la Casa de Borbón, la maqueta del famoso navío británico que participó en la Batalla de Trafalgar, el HMS Victory, son algunas de las piezas que se exponen en este singular hotel, además de un corazón fosilizado de un animal que podría ser un dinosaurio.
Decía el barón Hans-Heinrich Thyssen-Bornemisza que coleccionar era una especie de obsesión para él y que en ella jugaba un papel fundamental «el deseo de perpetuar la memoria histórica de la obra de arte, pues adquirirla era como salvarla del peligro del olvido». Esto mismo es lo que ha llevado a los propietarios de un establecimiento hotelero sevillano, el hotel Alcázar, a albergar una colección de antigüedades que hacen de este lugar un espacio muy original e interesante.
Un libro documental
Para documentar todo esta colección artística se ha editado un libro que según Marcial Ybarra Sainz de la Maza y María Calvente Vázquez, propietarios del establecimiento, recoge todas las piezas que « con ilusión y paciencia hemos ido recopilando , restaurando y documentando, pues por su interés creemos que no merecían encontrarse olvidadas y privadas del disfrute de todos».
Las láminas de la expedición botánica de José Celestino Mutis al Nuevo Reino de Granada en tiempos de Carlos III se pueden disfrutar por todo el hotel y una de ellas es, junto con el escudo de Ibarra del siglo XVII, la portada de este libro que documenta y analiza de forma exhaustiva el origen de las piezas más relevantes, como el sarcófago renacentista.
Llaman también la atención por curiosas una mesa de madera de yatanza realizada en una sola pieza originaria del Congo , que perteneció al presidente de este país y la sección de corazón fosilizado de un dinosaurio. Junto a ellas, escudos, tapices, cuadros, maquetas de barco, entre otras cosas. En su conjunto, como diría la coleccionista Louisine Havemeyer: «Yo respondo arte, arte, arte. Está ahí llamándote, como nos llamó a nosotros. Tienes que sentirlo. Tienes que oír su voz llamándote...».
La encargada del estudio de estas piezas y autora del libro que acaban de editar « La colección artística del Hotel Alcázar de Sevilla » es la doctora e investigadora Clara Zamora Meca, que afirma a ABC que «el libro recoge la contribución al enriquecimiento del patrimonio cultural sevillano a partir del impulso del coleccionismo privado, así como el juicio crítico que ha prevalecido para decidir los mecanismos de actuación según el estado de conservación de las distintas piezas que conforman esta singular colección.
Según esta investigadora y comisaria artística, «es importante poner en valor la labor de mecenazgo que han llevado a cabo los propietarios, mediante la preservación y el respeto al paso del tiempo en cada una de las obras de arte que la conforman».