Confirman la condena de once años a un vecino de Sevilla que abusó de su hija en la playa de Chipiona
El padre pedía a la menor que no contase nada de lo ocurrido y menos a la madre, pues ésta «les mataría a los dos»
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha confirmado de forma íntegra la decisión de la Audiencia de Sevilla contra R.M.M. Fue condenado a once años y un día de prisión por abusar de su hija con doce años. Los hechos se sucedieron en el piso que ocupó de forma ilegal en Torreblanca tras separarse de su mujer, y durante las vacaciones que pasaba en Chipiona junto sus dos hijos.
La defensa del acusado llevó el asunto al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, cuya oficina de prensa ha facilitado a este periódico la resolución del Alto Tribunal andaluz , que rechaza el recurso del condenado y confirma la pena del tribunal juzgador.
En el juicio, el acusado aseguró que «en ningún momento le había pegado, ni le había puesto una mano encima» a su hija, argumentando que ésta lo denunció por los abusos porque se opuso a que ella fuera a una boda con su madre el fin de semana que le tocaba a él por el régimen de visitas establecido tras el divorcio.
Sin embargo, la Audiencia de Sevilla, en primer lugar, y el TSJA, ahora, consideran probados los abusos , en especial por el testimonio único de la menor, amén de las documentales, el informe del tratamiento realizado por la menor con la perita psicológica especialista de Adima, así como los partes de asistencia médica, exploración ginecológica y psicológica de los forenses.
Desde mayo hasta el 29 de agosto de 2017, este varón, condenado anteriormente por delito contra la seguridad vial y por delito de amenazas en el ámbito familiar, abusó de su hija en el transcurso del régimen de visitas que le correspondía con los dos niños fruto del matrimonio. Los abusos tenían lugar en la vivienda que ocupó de forma ilegal en Torreblanca y también cuando disfrutaba de las vacaciones junto a sus dos hijos en Chipiona.
Aprovechaba las noches a solas con su hija, de doce años, para abusar de ella. Incluso, cuando estaba en la playa con unos amigos y sus dos hijos, aprovechó que todos estaban dormidos para abusar de ella.
Si contaba algo, iría a la cárcel
Cuando terminaban los abusos, el acusado le decía a su hija que no le podía contar a nadie lo que le hacía, ni siquiera a su madre, porque si no él iría a la cárcel, y su madre los mataría a los dos .
Pero el 4 de septiembre de ese mismo año y con el fin de evitar seguir visitando a su padre, la niña le contó a la madre lo que estaba pasando.
La Audiencia de Sevilla condenó a R.M.M., por un delito continuado de abusos sexuales a menor de edad, a la pena de once años y un día de prisión , inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido, que conlleve contacto regular y directo con menores de edad por un tiempo 14 años, y prohibición de acercamiento a menos de 500 metros a de su hija durante 18 años, tiempo en el que tampoco podrá comunicarse con ella.
Asimismo, le imponía la medida de libertad vigilada por plazo de seis años tras salir de la cárcel y le condenan a la privación de la patria potestad respecto de su hija por tres años, cuando ella ya cumplirá la mayoría de edad. Tendrá que abonar una indemnización de diez mil euros. Esta condena ha sido confirmada por el TSJA.
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