SEVILLA
Condenados dos hermanos en Sevilla por meterle fuego a un piso en Santa Aurelia y atacar a los policías
La Audiencia de Sevilla estima en ambos acusados la eximente incompleta de trastorno mental
Los hermanos O.J, con 61 y 54 años, han sido condenados por la Audiencia de Sevilla por incendiar un piso en la barriada de Santa Aurelia y por atacar a varios agentes de la Policía Nacional cuando acudieron a dicho inmueble para detenerlos.
José Luis y Antonio vivían juntos en un piso en la plaza Angel Ripoll Pastor , el cual habían compartido con la madre de ambos hasta su fallecimiento. Los dos hermanos sufrían trastorno de ideas delirantes de tipo autorreferencial de perjuicio, influyendo por razón de la convivencia el pensamiento de Antonio, que era el mayor, en el de su hermano José Luis.
El día 12 de octubre de 2018, Antonio, en virtud de esa idea de perjuicio relacionada aquel día con el entorno vecinal , decidió prender fuego a su domicilio para que ardiera todo el bloque con los vecinos dentro, aceptando dicha idea José Luis quien lo auxiliaría para evitar que los vecinos salieran del edificio, según se recoge en el relato de los hechos probados por la Audiencia de Sevilla, en una sentencia fechada el 26 de mayo y a la que ha tenido acceso ABC.
Sobre las seis de la tarde de dicho día, Antonio se dispuso a preparar el fuego en el interior del domicilio utilizando la enorme cantidad de papeles y bolsas , que había acumulados en su interior, concretamente en el salón, apilándolos y formando una especie de barricada en la puerta de entrada , donde situó el primer foco, y preparando otros focos por el resto de la estancia.
Sin dejar salir a los vecinos
Sobre esa cantidad de bolsas y papeles y por el suelo esparció aceite para que el fuego prendiera y se extendiera . Mientras que Antonio realizaba estos preparativos, José Luis se dirigió al portal del bloque colocando una barra de hierro en la puerta del mismo para impedir que los vecinos salieran.
Aproximadamente a las ocho de la tarde, Antonio prendió el fuego e inmediatamente comenzó a salir humo a las escaleras del edificio , lo que alertó a los vecinos, que comenzaron a bajar hasta la puerta del bloque, encontrándose algunos de ellos que no podían salir porque José Luis se lo impedía.
Así, uno de estos vecionos, al tratar de salir se encontró con José Luis, que le impedía la salida, y al ver a dicho vecino, el referido acusado se dirigió hacia él corriendo para agredirle con la barra de hierro , al tiempo que le decía «te voy a dar con la barra y te voy a matar» teniendo el referido vecino que refugiarse nuevamente en su domicilio.
Al rato pudo bajar y José Luis O.J. ya no se encontraba bloqueando la puerta del edificio, pudiendo salir al exterior. Asimismo, otro residente vio cómo salía humo por debajo de la puerta del domicilio de los ahora condenados de aquellos, encontrándose en ese momento con el acusado José Luis en el citado rellano.
Entonces, le preguntó qué era lo que estaba ocurriendo, y éste le contestó: «si mi hermano arde que arda todo el bloque» . Inmediatamente, este vecino entró en su domicilio para recoger a su esposa y después bajó hasta la puerta del bloque encontrándose nuevamente al acusado José Luis, quien impedía la salida al exterior, si bien al dirigirse este vecino a José Luis y preguntarle que era lo que estaba haciendo, retiró la barra y le permitió la salida .
Mientras todo esto ocurría, el acusado José Luis, con la barra de hierro, golpeaba las paredes, columna y suelo. Su hermano Antonio estaba encerrado en el piso incendiado .
Tras la llegada de la Policía Nacional, que fue avisada inicialmente porque el acusado José Luis impedía la entrada y salida del bloque, se percató del incendio. Derribaron la puerta del piso de los acusados y origen del fuego, dieron aviso inmediatamente a los bomberos.
Un artilugio a modo de arpón
Tardaron diez minutos. Apagaron las llamas ubicadas en el salón de la casa de los acusados, existiendo una gran cantidad de humo en dicho domicilio y en toda la escalera del inmueble , que era peligroso para la vida y la integridad física de las personas.
Los vecinos de las plantas altas se refugiaron en la azotea , pues el humo era muy denso y no podían bajar y algunos de las plantas más bajas que no pudieron salir, tuvieron que refugiarse, siguiendo las indicaciones de los bomberos en la terraza de su piso ya que el humo había entrado en el interior del domicilio.
Dentro del domicilio de los acusados, donde se ubicab a la mayor concentración de humo por ser el lugar donde se había originado el incendio, se encontraba el acusado Antonio O.J., quien al ver a los policías y a los bomberos, se atrincheró en una de las habitaciones, armado con un artilugio formado por un palo largo y un destornillador grande y afilado que lanzaba contra los agentes y bomberos a modo de arpón , llegando a atravesar la puerta y el colchón que la referida fuerza actuante tuvo que utilizar a modo de escudo, lanzamiento que realizó repetidamente.
Uno de los agentes actuantes tuvo que echarse encima del acusado para tratar de retirarle el referido artefacto y reducirlo, resultando lesionado superficialmente. Posteriormente otros efectivos policiales se dirigieron hacia José Luis, quien al verlos se dirigió hacia ellos con intención de agredirles con la barra de hierro que portaba, si bien pudo ser reducido igualmente.
Eximente incompleta
A consecuencia de la angustia y el miedo sufrido por el incendio originado en el inmueble, una de las vecinas sufrió trastorno de estrés postraumático como secuela. Su hijo de siete años y retraso madurativo sufrió trastorno de estrés agudo . Asimismo consecuencia del incendio se produjeron daños en la comunidad de propietarios, consistentes en limpieza y pintura, no cuantificados.
Por estos hechos, la Audiencia de Sevilla condena a Antonio O.J. a cinco años y dos meses de cárcel como autor de un delito de incendio, otro de atentado con uso de arma y dos delitos de lesiones. En todos los delitos el tribunal aprecia la eximente incompleta de trastorno mental. Deberá indemnizar a una vecina, su marido y su hijo en 14.600 euros en total.
De otro lado, José Luis O.J., defendido por el abogado Alberto Pérez Miranda Castillo, ha sido condenado a dos años de cárcel como cómplice del delito de incendio, auto de un delito de atentado contra un agente, y un delito de amenazas graves. También se le ha apreciado la eximente incompleta de trastorno menta l. La Fiscalía, tras la celebración del juicio, solicitaba más de diez años de cárcel para cada uno de los hermanos.
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