Tribunales
Condenado a seis años y medio en un psiquiátrico por intentar volar un bloque de las Tres Mil
El procesado, que sufre un trastorno psicótico, tenía un arsenal casero como una ballesta apuntando desde el balcón de su piso a la calle
Hace un año, un vecino de las Tres Mil Viviendas se atrincheró en su piso y amenazó con volar el bloque entero haciendo explotar las más de media docena de bombonas y botellas de gas que tenía almacenadas en su casa. Los agentes de Policía pudieron acceder al inmueble y reducirlo antes de que llevara a cabo su amenaza, dos de ellos resultaron heridos con lesiones muy leves . Esta semana se ha celebrado el juicio en la Audiencia Provincial de Sevilla contra José Antonio C. A., de 38 años, quien ha sido sentenciado a seis años y medio de internamiento en un centro psiquiátrico por los delitos de atentado y riesgo catastrófico.
La acusación particular la ha ejercido el sindicato Jupol , en representación de dos de los agentes que participaron en el operativo. Según detalla la sentencia a la que ha tenido acceso ABC, dos policías acudieron de paisano a las barriada de las Tres Mil Viviendas el pasado 21 de mayo de 2019 en busca del condenado. Estaba siendo investigado por un delito de robo con violencia. Cuando los funcionarios policiales se encontraron con él en la calle, junto a su domicilio en la calle Luis Ortiz Muñoz , José Antonio C. A. sacó un cuchillo jamonero que llevaba dentro de una bolsa de plástico y amenazó a los policías. «Hijos de puta, os voy a matar, voy a acabar con vosotros», detalla la sentencia en su capítulo de hechos probados.
El procesado trató de clavarle el cuchillo a uno de los agentes y al no conseguirlo, salió huyendo para refugiarse en su piso. Allí se atrincheró y amenazó a los policías con provocar una explosión . «Voy a volar el edificio, voy a reventar las bombonas, les voy a prender fuego», pudieron escuchar los funcionarios desde fuera.
Un arsenal casero
Esto motivó que la Policía desalojara el inmueble. Cuando pudieron acceder finalmente al interior del piso, derribando la puerta de entrada con mazas y arietes, los agentes comprobaron que el condenado había reunido en la entrada de la casa cinco botellas de gas butano y dos de camping gas. Estaban «dispuestas con distintos artilugios caseros para hacerlas estallar», detalla la sentencia. No fue lo único que encontraron los policías, también había todo un arsenal de armas caseras como una suerte de ballesta anclada sobre una mesa y que apuntanba desde el balcón a la calle. La Policía vio que había colocado varios cuchillos junto a esa rudimentaria arma que iban a servir de munición; además de dos mecheros, dos martillos , dos cartuchos de escopeta no detonados, un cúter y cuatro lanzas caseras fabricadas con palos de escoba.
La sentencia considera probado que el procesado presenta un trastorno psicótico , con episodios agudos. Sufre ideas delirantes de que alguien va a hacerle daño. Si bien, no es consciente de la enfermedad y se niega a recibir medicación . Por lo que el tribunal entiende que es necesario su internamiento en un centro psiquiátrico. Esta enfermedad mental ha propiciado que el tribunal le reconozca una eximente completa de la responsabilidad criminal y el internamiento en un centro penitenciario especializado. Así, José Antonio C. A. deberá permanecer por tiempo máximo de cuatro años y seis meses en el psiquiátrico por el delito continuado de atentado, y por tiempo máximo de dos años respecto del delito de riesgo catastrófico, sin que durante dichos plazos pueda abandonar el referido centro, detalla el fallo judicial.
Noticias relacionadas