¿Cómo es la vida dentro del avión solar que aterrizó en Sevilla?
Los pilotos del Si2 comen, duermen, hacen ejercicio y van al baño en una cabina de a penas 3,2 metros cúbicos
El avión solar que aterrizó el pasado jueves 23 de junio en Sevilla tiene una cabina de 3.2 m3 en la que solo puede viajar un piloto. En este reducido espacio debe ser capaz de realizar todas la actividades básicas para la vida humana , comer, dormir, ir al baño y ejercitarse durante el tiempo que dura el trayecto, que puede llegar a ser de hasta cinco días, tal y como sucedió en la travesía del Pacífico que realizó André Borschberg.
Dentro de la cabina ha espacio suficiente para el avanzado panel de control, reservas de oxígeno, comida y equipo de supervivencia. Además tiene un asiento «multi-propósito» que es donde el piloto pasa todo el tiempo de vuelo. Desde el asiento pueden acceder a cualquier parte de la cabina. Cuando se reclina sirve para descansar o para hacer ejercicio para evitar que se atrofien los pilotos. Los pilotos realizan estiramientos o ejercicios con gomas para mantenerse activos. También recurren a técnicas de yoga y meditación o autohipnosis para mantener la atención vigilante y descansar durante los periodos de veinte minutos que tiene permitidos.
En lo que al baño se refiere, debajo del asiento hay un compartimento/retrete, con una bolsa con cierre hermético que una vez se usa se cierra y almacena hasta el aterrizaje. Detrás hay un completo set de supervivencia con paracaídas y balsa salvavidas para utilizar en caso de accidente.
Dentro de la cabina no hay calefacción por lo que era muy importante el sistema de aislamiento térmico de la misma además de que la ropa de los pilotos fuera de un material especial, la fibra de nailon inteligente que estabiliza la temperatura corporal .
Otro de los aspectos que tienen en cuenta es el abastecimiento de oxígeno . La cabina no tiene sistema de presurización, por lo que a partir de los 3.600 metros, el piloto necesita usar una máscara de oxígeno. En los viajes de larga duración, deben usar una crema anticrecimiento del pelo en la cara para asegurarse de que la máscara de oxígeno se adhiera bien a la cara.
En cuanto a la comida , han tenido que desarrollar un sistema de alimentación especial porque el cuerpo necesita un aporte extra de energía pero disminuye el apetito. Además la comidas deben ser apropiadas a las necesidades del cuerpo en las diferentes alturas, es decir, por debajo de los 3.550 metros la alimentación debe ser rica en carbohidratos y proteínas. Por encima de esta altura, debe ser rica en carbohidratos y lípidos. Los pilotos comen once veces al día y deben beber dos litros y medio de agua y un litro de bebida isotónica. Los menús están compuesto por cereales, leche, yogur, café, postre helado, pan, sopas, chocolate, fruta deshidratada, pollo, risotto y gratén de patata. Todo ello va envasado en unos paquetes específicos que mantienen el nivel de salubridad y soporta las variaciones de presión y temperatura. Cada piloto elige un menú que se adecua a sus gustos, si bien tiene que respetar cosas como que a partir de los 3.500 metros solo pueden comer las sopas que además están envasadas de manera que es fácil tomarlas con las mascarillas de oxígeno. Como curiosidad cabe señalar que la comida favorita de Bertrand Piccard son los cereales con leche y André Borschberg siempre lleva un poco de queso suizo que le recuerda a su patria.