El comercio se anima en el primer festivo otoñal de tiendas abiertas
Las grandes superficies se llenaron y los comercios de calle aguntaron el tirón
El primer festivo de la temporada de otoño con aperturas comerciales animó a los consumidores que ayer salieron a la calle pese a que el cielo no acompañaba. Las nubes y la lluvia hicieron su aparición de manera intermitente y probablemente eso influyó en que las más beneficiadas fueron las grandes superficies por la ventaja de ofrecer un techo a salvo de la lluvia. Se fueron llenando a medida que avanzaba el día.
Sin embargo las tiendas de la calle abiertas tardadon algo más en animarse. Había bastante gente paseando por las principales vías del centro de la ciudad. Sobre todo en algunas como Sierpes, Tetuán, San Eloy, plaza del Duque.. . mucho paseante por la zonas más comerciales. Aunque no todos compraran.
A las doce y media del mediodía la avenida de la Constitución estaba animada. Familias de paseo, preparadas para la lluvia portando gabardinas y paraguas, caminaban tranquilamente. Sin bullas. Las únicas colas que había eran de turistas para entrar en la Catedral mientras que las tiendas de souvenir estaban tranquilas. Los primeros castañeros también se vieron ayer en algunas esquinas de la ciudad. «A ver si refresca», pedían. Al fin y al cabo ¿quien va a comprar castañas cuando hay días todavía que el termómetro roza los 30 grados?
Adentrándose más en el centro, en las calles Tetuán y Sierpes había de todo:locales llenos y otros medio vacíos. También pequeños locales que decidieron no abrir ayer y otros que lo hicieron tarde, entre las 11 y las 12 de la mañana. Por eso la animación fue llegando poco a poco. Un chorreo intermitente. Teresa, dependienta de una de tienda de una importante cadena de cosmética y perfumería , se mostraba esperanzada en que la cosa fuera a mejor a medida que fuera avanzado la jornada. Claro que también explicaba lo que está ocurriendo en general en el comercio de forma muy simple. «Vendemos mucho pero a veces se hacen muchas ventas de cuatro euros y no demasiadas de productos más caros». Evidentemente lo único importante es la facturación final.
Otra perspectiva la daba la encargada de un comercio especializado en bisutería de diseño que en ese momento estaba muy atareada cobrando mientras otras jóvenes hacían cola para probarse pendientes y collares. Buena señal. Y también estaban contentas las responsables de otra cadena de zapaterías que ayer había vendido desde primera hora de la mañana muchos pares de calzado. « Se está llenando la tienda» , decían las encargadas de ese comercio que daban una explicación muy lógica: «Aunque todavía no haya llegado el frío, porque hace más de 20 grados, ya no podemos ponernos las sandalias. Por eso muchos clientes se están animando ya a renovar el calzado».
Más crudo lo tenían otras pequeñas tiendas en las que se amontonaban chaquetas, abrigos y otras prendas de invierno.Los percheros estaban llenos pero había poca gente probándoselos . Y eso que, aunque aún falte mucho para que lleguen las rebajas, hay constantes ofertas y promociones de todo tipo. En cuanto, a las ópticas que existen por el centro, tampoco parecía ser su día. Malos tiempos para las gafas de sol.
Las librerías que habían abierto sus puertas también ofrecían un aspecto animado. Y en las grandes cadenas de tiendas de ropa había muchas más gente. En la caja y en los probadores era necesario hacer cola aunque ésta no fuera demasiado larga. Algo lógico si se tiene en cuenta que a estas alturas de octubre muchos andan ya cambiando el armario, guardando las prendas de verano y sacando las de invierno. Y algunos también renovando el vestuario.
Y,por supuesto las más animadas fueron las grandes superficies. Se podía comprobar sólo con darse una vuelta. En la Plaza del Duque, por ejemplo, estuvieron durante casi toda la jornada a tope. Público de todas las edades comprando, sobre todo, ropa de nueva temporada . Incluidas las ofertas del día, algunas con gancho como los jerseys que se amontonaban en la puerta de una de las grandes tiendas por solo 9.90 euros. Con todo, las ventas de ayer en el comercio de Sevilla fueron como el tiempo: con luces y sombras.
Noticias relacionadas