Urbanismo

Comerciantes de la Cruz Roja se sienten «engañados» por Espadas y piden parar la peatonalización

Los pequeños empresarios reclaman «un plan urgente de rescate del sector», que «no podrá sobrevivir» con una calle peatonal «sin aparcamientos para clientes»

Varias personas pasean por la avenida de la Cruz Roja de Sevilla Raúl Doblado

E. Barba

Comerciantes del entorno de la avenida de la Cruz Roja se han rebelado en contra de los planes del gobierno local de Sevilla de peatonalizar esta vía. «Tras la publicación de las últimas noticias por parte del Consistorio sobre la inversión de 7,1 millones de euros a la peatonalización integral de la avenida, unida a la grave situación de crisis económica que está sufriendo el sector comercial sevillano, empresas de comercio minorista de barrio y de cercanía que ven peligrar su supervivencia en estos tiempos de pandemia reclaman que se paralice el proyecto», ha destacado este martes en una nota la Asociación de Comerciantes y Pymes Macarena , integrada a su vez por las asociaciones de comerciantes de la avenida de Miraflores, Pío XII y Capuchinos. Esta organización reclama un «plan urgente de rescate del sector empresarial, que es generador de riqueza, seguridad y empleo en el distrito Macarena», al tiempo que reivindican que se detenga la tramitación para esa peatonalización y se haga un «empleo racional de dichos fondos, para el mantenimiento y promoción de los negocios de la Macarena y no para eliminar el tráfico de la calle».

En este sentido, ha señalado la asociación «tras una década de reuniones, distintos planteamientos y proyectos de obra, hasta la fecha se había llegado a un consenso con el sector empresarial para cuidar a los pequeños establecimientos, haciéndonos partícipes en un procedimiento participativo , donde se pudo dar opinión sobre el modelo de vía y reestructuración de la avenida, acorde con el sector comercial que se quería y con lo que pedía el propio sector». Pero pese a celebrarse ese proceso participativo, aquella famosa votación sobre el modelo de avenida, «finalmente no se ha tenido en cuenta y se ha producido la decisión unilateral por parte del Ayuntamiento de realizar una peatonalización integral, sin dotación complementaria de infraestructura de aparcamientos para los clientes ni ninguna solución para la supervivencia de muchos comercios y negocios. Eso, unido a la situación de crisis económica y sanitaria, aumentará los problemas del sector, que se verá afectado por el inicio y duración de las obras, además de la pérdida de clientela generada y la eliminación de aparcamiento en otras zonas, al trasladar el sentido de la circulación a otras calles».

«Desde la Asociación de Comerciantes y Pymes Macarena manifestamos nuestro completo desacuerdo y descontento con el Ayuntamiento y el distrito Macarena por la forma en la que se ha venido teniendo conocimiento del proyecto y la acometida de obras que se llevarán a cabo en próximas fechas, sintiéndonos defraudados y engañados por lo trasladado por el alcalde, Juan Espadas, en la última reunión mantenida en enero de 2020». Como se recordará, tras esas reuniones con el sector el gobierno local socialista de Sevilla planteó una votación (mediante una plataforma participativa, la web Decide Sevilla) entre empresarios, vecinos y entidades de la zona. Se ofreció la posibilidad de escoger una de las tres propuestas: la primera, básicamente, era la peatonalización de la calle, con espacio sólo para viandantes y carril bici. Para poner en marcha esta opción había que reordenar todo el tráfico de la zona y desplazar las cuatro líneas de autobús que por allí discurren a vías cercanas de mayor capacidad, como León XIII; en ese caso, también habría que lograr el respaldo del vecindario de esa calle afectada. La segunda y la tercera alternativa conllevaban mantener la circulación de vehículos con las aceras más amplias, con la diferencia de que la primera de ellas incluía el carril bici (bifurcado, con una dirección en una acera y otra en la acera contraria, que resultó ser la alternativa que obtuvo más adhesiones) y la segunda supondría eliminar el carril bici y trasladarlo a la avenida de Miraflores. Existía incluso una «alternativa cero», que se ceñía a no hacer nada ni reformar siquiera la red de abastecimiento.

Votación... y cambio

Finalmente, el apoyo mayoritario fue para la segunda de las opciones, que conllevaba mantener la calle como está, solo que dividiendo el carril bici en dos direcciones, una en cada acera. Y con tráfico , cuestión esencial. El deseo del gabinete municipal de peatonalizar la calle se topó con la voluntad popular, que no ofreció el respaldo esperado a la posibilidad de cortar el tráfico, especialmente porque generaba muchos problemas con el autobús urbano y su traslado a León XIII. Hasta el Ayuntamiento asumió los resultados y llegó a anunciar obras que se ceñían a esa alternativa escogida. Pese a ello, el alcalde en persona se descolgaba a mediados de octubre con el anuncio de la peatonalización total de la calle como parte de «un proceso global de reordenación del tráfico en todo el distrito» y cambiando de plan abiertamente, como él mismo admitía. Se expuso entonces que «nunca se difundió que hubiera una opción ganadora en aquella votación porque realmente estuvo muy igualada», a pesar de que el mayor respaldo global lo obtuviera la alternativa de mantener el tráfico. En este sentido, se indicó que entre los residentes sí ganó la opción de peatonalizar, pero no así entre los comerciantes, que votaron mayoritariamente por mantener un modelo similar al actual. Los vecinos sí respaldaron que se eliminase la circulación.

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