Coronavirus Sevilla

«Coja el sensor de glucosa e implantéselo en el brazo, que yo le monitorizo desde aquí»

El coronavirus acelera la extensión de la telemedicina que ya se empieza a aplicar a diabéticos y enfermos cardiacos y oncológicos en ciertas revisiones y analíticas. Según los médicos, cuando la pandemia pase nada volverá a ser como antes en los hospitales

Videoconferencia del equipo de Dermatología del Hospital Virgen Macarena de Sevilla para valorar un caso HUVM

Jesús Álvarez

La telemedicina no es nada nuevo y hace muchos años que se viene practicando en Dermatología y otras especialidades con resultados satisfactorios. Sin embargo, la Covid-19 ha obligado a muchos hospitales a reinventarse para hacer frente a la pandemia acelerando su aplicación en especialidades en las que cuenta con mucho menos recorrido como Endocrinología, Cardiología y Oncología , en distintos grados.

El balance de lo ocurrido en estos casi dos meses ha sido tan positivo que los responsables de esas especialidades diseñan ya planes para extender la aplicación de la tecnología y de la telemedicina para cuando el coronavirus deje de ser la mayor preocupación de los hospitales públicos. A pesar de que enfermos diabéticos, cardiacos y oncológicos, entre otros , se beneficiarán de ella y se ahorrarán visitas al hospital y costes de desplazamientos, algunos médicos mostraron inicialmente sus reticencias.

«La telemedicina ha llegado para quedarse en muchas especialidades —dice Rosa Corbi, responsable de la consulta de Teledermatología del Hospital Virgen del Rocío—. Antes de la pandemia había compañeros que tenían sus dudas y la experiencia que han tenido a raíz del coronavirus les ha hecho superar esas reticencias. Ahora han visto con otros ojos la telemedicina y esto evitará que muchas personas tengan que desplazarse al hospital para ser atendidos. Todos los pacientes nos lo han agradecido, especialmente los mayores, que tenían miedo a coger el transporte público».

Esa unidad ha reducido al 20 por ciento las consultas presenciales y ha hecho 171 teleconsultas desde el inicio de la pandemia. «Cuando pase, no sólo no las reduciremos sino que las potenciaremos aún má s», dice Corbi.

No sólo pacientes con problemas dermatológicos sino con diabetes o cardipatías. En estas especialidades la telemedicina no estaba tan rodada ni aceptada y el coronavirus ha sido el empujón que necesitaba. Carmen Ruiz, supervisora de Enfermería de Endocrinología y Nutrición del Virgen del Rocío , cuenta que «llevábamos tiempo planeando introducir la telemedicina en este área y con todo esto lo hemos puesto en marcha con buenos resultados». En este área desarrollan una consulta de educación programada para que el diabético pueda autogestionar su tratamiento, y otra de enfermería tecnológica para pacientes que cuentan con bombas de insulina y sensores de glucosa.

Las descargas de esos sensores y bombas se pueden monitorizar gracias a una plataforma informática que proporciona una información amplísima sobre el paciente, horarios de comidas, sueño. «Vemos los bolos que se está poniendo el paciente y la glucemia que tiene en cada momento. Intercambiamos información y hacemos ajustes por ejemplo en la dosis de la insulina . Todo esto simplifica mucho el seguimiento». Los problemas tecnológicos se han resuelto en un tiempo récord a rebufo del avance de la pandemia y de los planes de contingencia de los hospitales. «La consulta que ahora hacemos de forma telemática es muy agradecida por los pacientes, que no pierden tanto tiempo ni tienen que pedirse horas en el trabajo».

Esta unidad controla a unos tres mil pacientes con diabetes tipo 1. «Vemos nueve al día por consulta tecnológica. En la otra son más, con grupos de ocho . Esto ya no lo vamos a hacer después como lo hacíamos antes. Mantendremos algunas presenciales con un número más reducido», cuenta Ruiz.

Tampoco requerirá una consulta presencial la implantación de sensores de glucosa. «Los sensores flash que financia el SAS los implantábamos hasta ahora en grupos de diez , pero vamos a empezar a hacerlo por vía telemática. La implantación no es compleja y lo harán los propios pacientes, aunque los monitorizaremos en todo momento», dice la supervisora.

El sensor se le enviará a casa y por videoconferencia se explicará cómo se pone. «Hasta ahora no lo habíamos hecho pero lo estamos preparando todo muy bien. También se hará telemáticamente la monitorización de las bombas de insulina y esto supondrá una gran comodidad para los pacientes. Contamos con la tecnología para hacerlo con toda seguridad», insiste.

La Unidad de Endocrinología del Virgen del Rocío monitoriza las bombas de insulina y diseña un plan para que los sensores de glucosa sean autoimplantables

Los enfermos oncológicos también se van a beneficiar de la telemedicina y ahorrarse desplazamientos al hospital. En estos casi dos meses se han reducido un 40 por ciento las consultas presenciales en el Virgen del Rocío, aunque no se ha dejado de atender a ningún paciente. Javier Salvador, responsable de la Unidad de Oncología Médica , cuenta que se han tenido que adoptar cambios para garantizar la seguridad de las sesiones de quimoterapia que podían reunir a 300 enfermos en el hospital durante una sola mañana, sin contar a los familliares.

Para ahorrar tiempo y desplazamientos, la medicación de los tratamientos orales se está enviando a los domicilios de los pacientes para que no tengan que ir al hospital. En 48 horas se les llama, se revisa su analítica y se les facilita la medicación para que la puedan tomar, siempre asesorado por el profesional. «Esta forma de realizar los tratamientos orales se va a mantener tras la pandemia y algunas consultas presenciales se sustituirán por las telefónicas, si vemos que son necesarias», dice Salvador. Ya se han habilitado teléfonos para resolver las dudas de los los enfermos y el éxito de estas consultas hace pensar que se mantendrán en el futuro.

El comité de tumores del hospital se está reuniendo desde el 14 de marzo por videoconferencia para ver cada caso y decidir el tratamiento que correponda. «Ha funcionado muy bien —dice Salvador— aunque volveremos a hacerlo físicamente cuando podamos».

En el hospital no se han dejado de hacer ensayos clínicos aunque lo que no es posible hacer en casa son las sesiones de quimioterapia intravenosa. «Ni en los países más ricos del mundo hay recursos para llevar una unidad a cada paciente», comenta.

Lo corrobora Miguel Angel Gómez Bravo , jefe de Trasplantados Hepáticos del Virgen del Rocío: «Con el Covid-19 hemos descubierto lo bien que funciona la telemedicina y que ha llegado para quedarse. Produce una gran satisfacción de los pacientes, les ahorra trayectos de muchos kilómetros, dinero y también los hospitales mejoran su confort y se convierten en espacios más saludables».

El Virgen del Rocío manda los medicamentos de la quimioterapia oral al domicilio del paciente, que se ahorra consulta presencial. El comité de tumores se reúne por videoconferencia

En Cardiología también está avanzando mucho en telemedicina. En el Hospital de Valme se han cribado los casos más complejos (10-15 por ciento) para canalizarlos en consultas presenciales; mientras que el mayor número de pacientes estables se les atiende a través de la teleconsulta. Desde el inicio de la pandemia se han realizado unas dos mil citas de pacientes cardiacos por teleconsulta. Según el jefe de servicio de Cardiología, Francisco Javier Molano , «hemos resuelto mediante las consultas telefónicas la gran mayoría de los casos, evitando la demora en la evaluación de los pacientes».

Seleccionando las pruebas complementarias como ergometrías o ecocardiografías, se han potenciado las consultas de «acto único». En una misma visita al cardiólogo , el paciente tiene la posibilidad de realizarse varias pruebas diagnósticas y la propia consulta de resultados y tratamiento».

La actividad del servicio de Cardiología durante estas semanas en telemedicina se ha realizado también desde los domicilios de los cardiólogos y el contenido de las teleconsultas ha girado fundamentalmente sobre cardiología clínica, monográficas de arritmias, insuficiencia cardiaca, valvuloptatías y dolor torácico, pruebas complementarias y diagnósticas (lectura de holter, control de dispositivos, ecocardiografía y ergometrías), aparte del seguimiento de pacientes en Rehabilitación.

El doctor Molano destaca la colaboración de la ciudadanía «que ha valorado satisfactoriamente la atención continuada y seguimiento de su patología a distancia », lo que invita a mantenerlo tras el fin de la pandemia. La consulta de revisiones y la de recogida de resultados, las cuales podrían continuar gestionándose telemáticamente.

La sala digital del Virgen Macarena ha atendido a más de 3.400 pacientes de forma telemática. Cirugía ortopédica y traumatología fue la más frecuente, seguida de digestivo, dermatología y neurología

La sala digital del Virgen Macarena ha atendido un total de 3.420 consultas. Facultativos y enfermeras de 17 unidades hospitalarias atienden consultas remitidas por médicos de familia, pediatras y enfermeras de los 11 centros de Atención Primaria. Las unidades con mayor demanda fueron cirugía ortopédica y traumatología (14,2 por ciento de las teleconsultas), digestivo (13,1), dermatología (9,3), neurología (8,4), medicina Física y rehabilitación (8,4%) y oftalmología (8,1%), medicina interna (7,1%) y cardiología (6,6 por ciento).

Javier Salvador, jefe de Oncología Médica del Hospital Virgen del Rocío HUVR

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