SEGURIDAD

Dos coches vigilarán los parques históricos de Sevilla durante las 24 horas del día

El Ayuntamiento de Sevilla amplía su inversión en seguridad para ahorrar el coste del vandalismo

Una mujer pasea en bicicleta por el parque de María Luisa ROCÍO RUZ

ALBERTO GARCÍA REYES

Dos vehículos equipados con todas las tecnologías de seguridad servirán de apoyo para los vigilantes de los principales parques históricos de Sevilla, como el Parque de María Luisa , para poder hacer las rondas de vigilancia por dentro de los recintos las 24 horas. El Ayuntamiento va a adquirir dos unidades de este tipo para cubrir los parques centrales, aunque tendrán comunicación interna para acudir a cualquier zona verde en la que se haya detectado algún problema, sobre todo actos vandálicos .

De hecho, la medida va encaminada a evitar este tipo de ataques a los monumentos y mobiliario urbano que hay en los espacios verdes de la ciudad, ya que el coste del vandalismo se ha disparado en los últimos años y actualmente el Ayuntamiento tiene que invertir más de un millón de euros cada ejercicio en arreglar los desperfectos generados por gamberros. El alcalde, Juan Espadas , ha planteado en el nuevo presupuesto una fórmula para intentar ahorrarse la mayor parte que sea posible de este gasto. La idea es incrementar la dotación para la seguridad de los parques y evitar gracias a ello que se sigan produciendo ultrajes a los monumentos públicos.

Concretamente, para la compra de estos vehículos y la cobertura del personal de seguridad necesario se han consignado 287.158 euros para 2017. En la actualidad el coste de la vigilancia de los parques y jardines es de 200.000 euros anuales y el actual contrato está vigente hasta agosto de 2017. A partir de esa fecha, deberá entrar en funcionamiento un nuevo contrato de seguridad y vigilancia que incluirá nuevas prestaciones y mejoras, habida cuenta que se contará con más de 87.000 euros anuales complementarios al crédito utilizado hasta la fecha para este servicio.

Este refuerzo de la seguridad de los parques estaba siendo exigida por distintas asociaciones desde hace meses, sobre todo en el caso del parque de María Luisa, ya que allí se han producido varios sucesos graves como consecuencia de la falta de control . El último de ellos fue muerte de una mujer que se desangró tras ser violada de madrugada dentro del recinto, a pesar de que el horario de invierno es hasta las diez de la noche. Pero el vallado tiene una serie de resquicios por los que se suelen colar grupos de personas para hacer botellonas, parejas en busca de intimidad y los llamados mirones, como era el caso del citado violador que supuestamente provocó la muerte de la joven.

Un precio elevado. El coste de los actos vandálicos para el Ayuntamiento fue en 2015 de 215.000 euros

Hasta ahora la vigilancia la han llevado a cabo empleados municipales que se sitúan en algún edificio del recinto y acuden a cualquier rincón del parque cuando detectan algún problema. Y también hay policías nacionales que hacen rondas a caballo. Pero esta cobertura sigue siendo insuficiente, ya que a pesar del vallado el acceso al parque tiene varios puntos débiles, como la zona de la antigua escuela de jardinería de la fundación Forja XXI , detrás de la sede de Delegación del Gobierno , donde parte de la valla está vencida. El Ayuntamiento la restaura de manera periódica, pero pronto vuelve a aparecer desvencijada, ya que muchas vendedoras de romero suelen acudir a esa zona a arrancar las ramas que luego ofrecen a los turistas por el casco histórico.

Por otra parte, los dos vehículos que patrullarán a partir de ahora los parques se centrarán en una cuestión de la que ha alertado incluso el Defensor del Pueblo: el creciente vandalismo. El coste de estos actos sólo en los parques sevillanos el año pasado fue de 215.000 euros . Y en esa cifra sólo se contabilizan los gastos para el arreglo del mobiliario urbano maltratado por grupos de jóvenes que, según los informes policiales, suelen actuar en bandas. No se incluyen las pintadas que se hacen por toda la ciudad.

Según los datos oficiales, en Sevilla ha crecido el vandalismo exponencialmente en los últimos años. Las pintadas en fachadas de iglesias, fuentes destrozadas, monumentos decapitados o farolas arrancadas son cada vez más frecuentes. Según la Ordenanza Municipal de Limpieza de Sevilla , «las pintadas en la vía pública sobre elementos estructurales, calzadas, aceras, mobiliario urbano, muros y paredes que no permitan expresamente esta ordenanza» serán consideradas «falta leve», «ascendiendo la multa de 90 a 300 euros ». Sin embargo, pocas veces la policía puede cazar a los autores con las manos en la masa, razón por la que el gobierno municipal ha optado por esta solución.

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