COAC 2020: los «Gipsy Scream», del reguetón a la rumba más tétrica sobre las tablas del Falla
La agrupación sevillana ofrece un pase correcto en esta preliminar aunque se percibe un paso atrás en su repertorio respecto a años anteriores
Era la actuación más esperada de la noche de esta tercera preliminar en el Concurso de Agrupaciones Carnavalescas (COAC) , los cabeza de serie sobre las tablas del Gran Teatro Falla , los «Gipsy Scream» , una especie de «feriantes» con mucho morro y muchas ganas de asustar al público. Somos «gitanos milenials», se definían en la presentación. Estos jóvenes sevillanos pisaban de nuevo el coliseo de las coplas para hacer disfrutar al público, bajo la sombra del segundo premio del año pasado cuando pegaron el «pelotazo» con «Daddy Cadi» y que se quedaron a tan solo un punto de ganar.
«Ven a la casa del terror , que no hay un monstruo en el Falla que dé más miedo que yo», cantaban al inicio. Estaban todos los personajes más terroríficos del cine: el payaso Pennywise de la nueva versión de «It», la niña del pozo de «The Ring» , Freddy Krueger , Hannibal Lecter , la muñeca Annabelle , el muñeco diabólico Chuky o la niña de «El exorcista» con su cama, las gemelas del «Resplandor» , la monja de Expediente Warren : el caso Enfield, un zombie rumbero y Billy (Saw) con triciclo. Pero eso sí, del reguetón más chirigotero se han pasado esta vez al flamenco interpretando una divertida presentación por rumbas. «Aquí somos gitanos y se sale tiritirititando».
Las letras este año son de la propia agrupación y la música de nuevo ha corrido a cargo de José María Barranco, el Lacio , que da su toque característico en los pasodobles. A pesar de que la propuesta es buena, han dado un paso atrás en repertorio respecto a años anteriores, aunque se espera, como bien conocedores del concurso, que vayan dando más conforme avanza el certamen. Eso sí, los pasodobles tuvieron miga, en tono serio, aunque quizás no eran los esperados por los aficionados, que echaron en falta más de ese humor ácido al que los tienen acostumbrados. El primero de ellos arrancan con ese «miedo» a pisar las tablas cada año , «traigo este carnaval mi nueva música, letras que salieron de estos limpios corazones» y dando las gracias por los ánimos por el año pasado «Daddy Cadi está guardado entre bolitas de alcanfor» y «que nos quiten lo bailao». El segundo dedicado a los retrocesos sociales en materia de educación, inmigración, la situación en Cataluña, la violencia de género, «el humo de fascismo que te nubla la razón» y animan a despertar tal y como hicieron sus abuelos.
Cuplés divertidos y originales. El primero, dedicado al uso de la red social Instagram , que «está volviendo a la gente más carajota», «quién tiene más fans» y haciendo un guiño al joven que toca el bombo, uno de los favoritos del público y del que dicen que «este año te entran ganas de echar la pota». No valoran Instagram positivamente porque «siguen igual de idiota, igual de tiesos pero lo sabe mucha más gente» . El segundo para el Chef del Mar, cuando se acercan a comer a su restaurante. «Pa mí que te pone lo que se encuentra en la orilla» , y del que califican que está «gordito» porque «come plácton de pescao frito». El estribillo dedicado a esos «monstruos» que consiguen aparcar a la primera o colocar la sombrilla en la playa en pleno agosto.
El popurrí es uno de sus fuertes, con buenos puntos constantes durante la actuación. En él se dedican a contar las desventuras de todos y cada uno de los personajes a ritmo de flamenco. «El zombi huele aunque no tenga disfraz» . «Siento que ya me está poseyendo después de todo este tiempo el disfraz que llevo puesto se ha apoderado de mi cuerpo». Las cenas veganas de Hannibal Lecter «échale un humano prima» o la aparición en escena de la niña de «El exorcista» con esas piernas giratorias y esas contracturas con la música de Rosalía «Con Altura». Aún queda concurso por delante para estos monstruos gitanos flamencos, veremos qué deparará la decisión del jurado.
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