Sevilla
El Circo del Sol aclara que el condenado por abuso pertenecía a una empresa subcontratada
La Audiencia le impuso cuatro años y medio de cárcel por mantener relaciones sexuales no consentidas en febrero de 2018 con otra empleada de una compañía local que hacía trabajos para el circo
La Audiencia de Sevilla ha dictado una sentencia contra J.V.T. como autor de un delito de abuso sexua l ocurrido en febrero de 2018. En el relato de los hechos de dicho fallo, los magistrados señalan que el acusado y la víctima eran trabajadores del Circo del Sol . Sin embargo, la compañía circense ha salido al paso de esta información y aclara que ambos eran empleados de sendas empresas locales subcontratadas durante la puesta en escena en Sevilla del espectáculo Tótem.
Fuentes del Circo del Sol han asegurado a ABC que en el tiempo de los hechos el condenado y la víctima no estaban contratados y supervisados por la compañía, sino que pertenecían a dos empresas de Sevilla contratadas para el montaje de dicho espectáculo.
Es habitual que el Circo del Sol contrate a empresas locales allá donde expone sus producciones. Por tanto, las citadas fuentes insisten en que «no tienen nada que ver» con estos hechos.
J.V.T., un varón de 31 años de edad y origen boliviano, tendrá que pasar cuatro años y medio en la cárcel por abusar sexualmente de una mujer. Ambos estaban trabajando, a través de empresas subcontratadas, para el Circo del Sol . Aunque «no tenían ningún tipo de amistad cercana».
Agresor y víctima coincidieron en una discoteca de la isla de la Cartuja en la madrugada del día 5 de febrero de hace dos años. Llegaron por separados con compañeros de trabajo del circo. Ella estaba muy borracha. El acusado la llevó a su domicilio en Sevilla, en el que vivía con dos amigos.
Sin móvil y sin dinero
A la mañana siguiente, cuando ella se despertó se vio en la cama del varón, desnuda y de costado. Él estaba junto a ella. «Aturdida, desorientada y sin fuerzas para apartarse, le pidió al acusado que la dejara, que no siguiera«, según recoge la sentencia. Pero el varón hizo caso omiso y abuso de ella sexualmente hasta que la mujer pudo abandonar la cama.
Buscó sus ropas y pertenencias. El acusado le dejó su móvil para que se llamase porque no localizaba su teléfono . Se lo había dejado en el coche de un amigo la noche anterior, junto a su bolso. Entonces, el ahora condenado le dejó diez euros para que pudiera pedir un taxi para marcharse a su casa, también en la capital.
Cuando llegó a su piso se lo contó a sus amigas, que le insistieron para que fuera a un hospital para ser reconocida. Formalizó la denuncia ese mismo día ante la policía.
Para el tribunal, los hechos constituyen un delito de abuso sexual porque hubo penetración pero sin violencia ni intimidación, aunque tampoco consentimiento. El tribunal, por estos hechos, lo condena a cuatro años y medio de cárcel y el pago de una indemnización a la víctima de 14.000 euros. Tampoco se podrá acercar o comunicar con ella durante seis años. El mismo periodo, tras salir de la cárcel, deberá estar sometido a libertad vigilada.
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