Cinco años y ni un ladrillo en las Atarazanas de Sevilla

Primero fue la propuesta del CaixaFórum y ahora la del centro de exposiciones del quinto centenario de la primera vuelta al mundo. La última oportunidad para reflotar la rehabilitación de los astilleros medievales también corre el riesgo de perderse por la excesiva demora en su tramitación . Hace cinco años que la Fundación La Caixa planteó esa posibilidad de recuperar tan preciado patrimonio y lo hizo a lo grande, con un generoso presupuesto y la firma de un reconocido arquitecto. Sin embargo, el diseño de Guillermo Vázquez Consuegra se topó con un rosario de desencuentros y un procedimiento judicial que paralizó las obras en octubre de 2016 .

El proyecto ha pasado ya por las manos de dos alcaldes de la ciudad y hasta dos presidentes de la Junta sin que ninguno lo haya asumido como prioritario. Tras la impugnación de la Asociación para la Defensa del Patrimonio de Andalucía (Adepa) y de que el asunto se llevara a los tribunales, el 29 de diciembre de 2017 se anunciaba de nuevo un acuerdo por el cual la organización conservacionista, la Consejería de Cultura y la Fundación La Caixa firmaban un documento con los requisitos que debía tener el proyecto básico para las Atarazanas. Se creó una comisión de seguimiento del mismo, que no logró cerrar el acuerdo antes de la celebración de las elecciones andaluzas y hubo un cambio de responsable en el Gobierno andaluz que volvió a retrasarlo todo de nuevo.

Casi medio año más hubo que esperar hasta hacer valer ese acuerdo que plantea las líneas maestras que debe respetar el proyecto. Entre ellas, recuperar la cota original del monumento, así como el respeto a los elementos originales evitando cerramientos y escaleras metálicas que, a juicio de Adepa, suponían «un crimen patrimonial».

El diseño que recibieron el pasado mes de julio los miembros de la Comisión de Patrimonio reflejaba esa voluntad, aunque todavía deja dudas sobre el total cumplimiento de los puntos acordados, por lo que se ha vuelto a solicitar más información y habrá que valorarlo una vez más antes de emitir el visto bueno.