Los chinos sevillanos piden ayuda contra el coronavirus

La colonia oriental prepara una cena para recaudar fondos para sus compatriotas

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Lin Ken y Yiwu Wang en el restaurante chino Buda de Sevilla Este Manuel Gómez

Mercedes Benítez

En Sevilla residen más de 10.000 chinos. Aunque la cifra no es oficial, es el dato que maneja la Asociación de Comerciantes Chinos de Andalucía, cuyos representantes en Sevilla buscan ahora la solidaridad de los sevillanos y piden ayuda para sus compatriotas en China, que «lo están pasando muy mal» por culpa del coronavirus.

Según explican Ke Lin, presidente de esta asociación de chinos en Sevilla, junto a sus vicepresidentes Yiwu Wang, Hay Wu y Chunlai Wu , la mayoría de ellos llevan años viviendo en la capital hispalense y son una parte más de la población sevillana.

Sus hijos han nacido en Sevilla y están plenamente adaptados a una ciudad que califican como «muy bonita» y en la que hacen sus negocios y viven sus vidas. Aunque hay de todo tipo de oficios, la mayoría de ellos tienen bazares (los famosos establecimientos de todo a un euro) o venden ropa, zapatos o fruta . Y algunos además son propietarios de restaurantes de comida típica. Es el caso de Yiwu Wang que, después de muchos años en Sevilla y de haber desarrollado distintas actividades comerciales, ahora es propietario del restaurante Buda en Sevilla Este, además de presidente de la asociación que aglutina a sus compatriotas en Sevilla.

Toda una vida

«Algunos llevamos casi treinta años en Sevilla», relatan. Unos hablan castellano a la perfección y otros no tanto. «Es muy difícil el idioma», comentan. Ahora, pese a que a la mayoría de los que viven en España «no les afecta» directamente la pandemia , están muy preocupados por lo que pueda pasar en aquel continente, en el que la mayoría conserva familiares y amigos. Yeso ha hecho que se unan más.

Ellos, los que están en Sevilla, dicen haber notado algo la crisis de la epidemia. Sobre todo en las ventas. Por ejemplo, en las últimas semanas, parece que entra menos gente en el restaurante , aunque ellos lo achacan a que se trata de meses que suelen ser siempre difíciles como enero o febrero.

En cualquier caso, dejan claro que están siendo extremadamente cautelosos con los compañeros que llegan de allí. De hecho, hay compatriotas que están pasando la cuarentena de forma voluntaria en sus casas en Sevilla.

«De forma voluntaria todo el que llega de China se queda en su casa» , dicen, insistiendo en que pasan aislados en sus casas el período reglamentario de cuarentena antes de volver a relacionarse con los demás y reanudar su actividad laboral habitual.

Según calculan, un centenar de chinos ha pasado esa cuarentena en apartamentos en Sevilla desde que se conoció lo que estaba ocurriendo con la enfermedad. Es un dato que corrobora Cristina Duo, propietaria de un enorme bazar en la Carretera Amarilla de Sevilla . Cristina (su nombre real es Duo Duo Zhou pero se lo cambió porque la gente «no se acordaba» de sus apellidos) lleva 17 años en Sevilla y habla perfectamente el castellano. Incluso con un poco de acento andaluz.

Cristina explica que hay muchos paisanos suyos que habían vuelto a China para celebrar el año nuevo y se han encontrado con la situación provocada por el virus. Por ello, según recalca, pese a estar tan lejos de la zona cero de la pandemia, el Gobierno les manda a diario la información sobre cómo evitar cualquier posible contagio. «En nuestras redes de los paisanos tenemos todos los días información para evitar la infección de unos a otros», explica la joven recordando que los que llegan hacen la cuarentena e insistiendo en lanzar un mensaje de tranquilidad.

Se quedan en casa

«Hemos decidido nosotros que se quedan en casa» y algunos han alquilado un apartamento en una zona aislada y a otros, los que tienen menos posibilidades económicas, se los facilita la asociación.

¿Se está notando en las ventas en sus tiendas y locales? La propietaria del comercio dice que no está notando apenas ningún cambio en los movimientos comerciales, aunque les influye que la fabricación se ha parado algo por la celebración de la fiesta nacional china. Ahora les están empezando a llegar los pedidos que hicieron en diciembre y esperan que la economía no se resienta en las próximas semanas.

«Los sevillanos son muy simpáticos» , dice mientras atiende a un cliente que llega y se marcha con una maleta repleta de todo tipo de productos, la mayoría relacionados con la telefonía móvil.

Ella, como los numerosos locales también de asiáticos de la zona, siguen vendiendo sus productos y haciendo su vida normal. La Carretera Amarilla, de hecho, está colonizada por los asiáticos. Es una especia de «China Town» sevillana con tiendas, bazares y restaurantes regentados por asiáticos . La mayoría trabaja allí durante su jornada laboral aunque también hay muchos repartidos por las decenas de bazares que proliferan por la ciudad. Esta semana un grupo de ellos estaba terminando las obras para abrir un nuevo restaurante en la misma zona. «No pasa nada, no queremos hablar del tema», decía uno de sus propietarios sin querer hacer mención al virus.

En Sevilla también hay un Centro de Cultura China con un colegio que imparte clases a los niños de esta nacionalidad. Yúltimamente se han puesto en marcha también algunas academias para estudiar la lengua asiática, ya que es una de las que más futuro tiene e incluso se imparte en algunos colegios públicos.

Pese a que continúan con su actividad, también, aunque en menor ocasión, algunos de los chinos que viven en Sevilla han notado algún ligero rechazo al que restan importancia. Según cuentan, hay niños chinos que no han ido algunos días al colegio para evitar los comentarios de otros compañeros del propio colegio. «Pero eso era para evitar comentarios de otros niños», relata uno de ellos sin darle importancia.

Más de 80.000 mascarillas

En cualquier caso, ahora la principal preocupación de todos es ayudar a sus compatriotas que están viviendo esa crisis a miles de kilómetros. Para ello han abierto cuentas corrientes y han comprado material para enviarlo a China. Según Ke Lin han mandado aproximadamente unas 80.000 piezas entre mascarillas y guantes. «Parece que se están agotando las mascarillas», comenta.

Pero, además de eso, ahora piden la solidaridad de los sevillanos con su compatriotas. La asociación ha enviado una carta tanto al Ayuntamiento de Sevilla como a los empresarios en la que les piden su apoyo para organizar un evento benéfico.

De momento, según Francisco Díaz, uno de los empresarios sevillanos que lleva años trabajando con chinos y los está ayudando con la organización, pretenden hacer una cena con la idea de recabar fondos. El objetivo de esa iniciativa es recaudar dinero para «ayudar a sus conciudadanos a paliar las enormes consecuencias» que el coronavirus está generando en su comunidad. «Los chinos son un pueblo muy solidario y cada vez que se produce una catástrofe en cualquier sitio allí están ellos para ayudar y ahora son ellos los que lo necesitan» , recuerda.

Piden que les apoyen para organizar ese evento y para que tenga la mayor repercusión social y empresarial en la ciudad. De momento, no han recibido respuesta a este SOS lanzado por los chinos sevillanos.

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