ENTREVISTA CON LA COMISIONADA POLÍGONO SUR

Mar González: «Los chabolistas de El Vacie no serán realojados en el Polígono Sur»

«El barrio necesita ya una comisaría de Policía. Es incomprensible que no esté hecha tras 35 años pidiéndola»

«Las Vegas ya no es lo que era. Hay mayor seguridad y no se vende droga de forma impune como se hacía antes»

«Yo camino por Las Vegas sin escolta. Invito a la gente a hacerlo y que vean que no es tan fiero el león como lo pintan»

María del Mar González, psicóloga, profesora universitaria y Comisionada del Polígono Sur JESÚS SPÍNOLA

M. J. PEREIRA

Hoy se cumplen tres años desde que la psicóloga Mar González, profesora titular de la Univesidad de Sevilla , accediera al cargo de Comisionada del Polígono Sur. Aunque nacida en übeda (Jaén), se siente gaditana, ya que con dos años se trasladó a Cádiz. Especializada en Psicología Evolutiva y de la Educación , Mar González afirma que con lo vivido, oído y visto en el Polígono Sur le gustaría escribir un libro. «Polígono Sur merece ser contado mejor de lo que ha sido hasta ahora», señala esta mujer, la persona que media entre la Junta, el Estado y el Ayuntamiento para todas las actuaciones que se realizan en ese barrio, uno de los tres más pobres de España, para sacarlo de la exclusión social.

—Usted fue nombrada Comisionada del Polígono Sur justo después de morir una menor en un tiroteo en ese barrio. ¿Cuando aceptó el cargo no pensó «menudo embolado en el que me he metido»?

—Pues no lo pensé porque, como dice mi madre, soy una inconsciente. Ella suele decir que los retos no me asustan y éste me pareció un reto apasionando aun conociendo su complejidad.

—Cuando llegó al cargo dijo que llegaba «ilusionada» pero que no era una «ilusa». ¿La realidad que se ha encontrado era mejor o peor de lo que esperaba?

—En algunos aspectos mejor y en otros peor. Sobre todo porque yo asumo el cargo en un momento muy difícil económicamente debido a los recortes. ¿Qué fue lo peor que me encontré? La capacidad de acción de las administraciones. Yo era consciente de que venía a un barrio con cotas de exclusión alta y que necesitaba recursos excepcionales. Ese fue uno de mis problemas: exprimir al máximo a las administraciones, hacer alianzas con las administraciones para que dieran el máximo.

—¿Ha sentido frustración en alguna ocasión por la dificultad para transformar un barrio que lleva sin cambiar apenas 50 años?

—Frustración sí he sentido porque soy muy activa y me gustaría que las cosas cambiaran más rápidamente. El Plan Urban nace en 2005, cuando yo no estaba aquí, y lo he tenido que terminar yo en 2015. A veces esa lentitud me desespera. Lo que no diría es que este barrio no ha cambiado en 50 años.

—El Comisionado es el mediador entre la Junta, el Ayuntamiento y el Estado para actuar en el Polígono Sur. Teniendo en cuenta los diferentes partidos que gobiernan esas administraciones, ¿le ha costado ponerlos de acuerdo?

—En ocasiones sí, no voy a negarlo. Cuando yo llegué había tres partidos políticos en esas administraciones y a veces te ves atravesada por la lucha política entre ellos. A pesar de todo ello, hacen un esfuerzo adicional con Polígono Sur.

Mar González en las oficinas del Comisionado del Polígono Sur JESÚS ESPÍNOLA

—¿Usted camina sola por el Polígono Sur o va en coche?

—Yo me desplazo a pie por el Polígono Sur y procuro llevar zapatos cómodos para poder andar. Y cuando digo que paseo por el Polígono Sur incluyo a la barriada Martínez Montañés, más conocida como Las Vegas. Me conozco el barrio y a muchos de sus vecinos. Conozco a las asociaciones que trabajan allí, los centros educativos... Voy, por supuesto, sin escolta. No me da miedo. Nunca he tenido un problema. Pero no yo, sino todos los profesionales que trabajan aquí. Me parecería inaceptable ir yo con escolta y no poner escolta al resto de profesionales de Comisionado. Cuando alguien viene al Polígono Sur me gusta enseñarles el barrio porque es muy desconocido. Hay gente que aún cree que en las Vegas te roban hasta los zapatos. Yo invito a quien quiera a visitar y conocer el Polígono Sur, que cojan el 30, 31 o 32 y se den un paseo para comprobar lo que digo.

—¿Es recomendable dar un paso en autobuses que los apedrean?

—Bueno, eso no ocurre todos los días desde luego. Además, aquello no fue una banda organizada. El problema es que el Polígono Sur concentra un volumen alto de familias en exclusión social, quizá la bolsa mayor de familias así en Andalucía. Uno de los problemas de esas familias es que no siempre hacen bien la supervisión de los menores. Tenemos demasiados niños en la calle fuera de horario escolar sin supervisión adulta.

—Los vecinos denuncian inseguridad en el barrio.

—En delitos menores estamos por debajo del resto de la ciudad. Aquí hay menos tirones que en el Centro. No es un barrio inseguro en ese sentido. Otra cosa es que convivimos con el delito mayor, como es la venta de droga.

—Dentro de Polígono Sur hay barrios con una vida normalizada, como La Oliva, pero también núcleos con problemas severos, como Martínez Montañés. ¿Las Vegas tiene solución?

—Sí, si no lo creyera no estaría aquí. En el Polígono Sur hay una mezcla de realidades. Está claro que La Oliva no necesita una Comisionada porque es muy activo, tiene un movimiento vecinal maravilloso y hace muchas cosas por sí mismo. Pero efectivamente hay barrios como Martínez Montañés que necesitan un esfuerzo adicional porque tienen solución y aquí hay experiencias que lo atestiguan. Allí hay una zona rehabilitada y otra que no lo está porque en 2012 se cortaron los fondos públicos. Mientras esos fondos estuvieron se estaban rehabilitando bloques al mismo tiempo que se trabaja con las familias y ese trabajo que se hizo aún se sostiene. Los pisos rehabilitados huelen a limpito, a lejía, con flores, macetas... Eso demuestra que cuando se hace un esfuerzo los resultados se notan. Lo que pasa es que ahora necesitamos hacer un esfuerzo excepcional.

—Su antecesor en el cargo, Jesús Maeztu, dijo que dejaba el cargo tras diez años de trabajo y con el 50% del trabajo hecho. ¿Qué porcentaje queda por ejecutar del plan integral del Polígono Sur?

—Ese plan se revisó en 2013, cuando yo llegué al cargo. Quizá quedará por hacer un 40%. De un total de 70 bloques, se han rehabilitado 32, de los que 28 han sido rehabilitaciones integrales y 4 parciales. Quedan, por tanto, 33 edificios por rehabilitar y 5 cerrados. Vamos a pedir ahora a las distintas administraciones fondos excepcionales para una rehabilitación integral de Martínez Montañés. Se ha hecho una urbanización de buena parte del Polígono Sur, aunque se nos ha quedado fuera Martínez Montañés (Las vegas) porque no es terreno municipal, sino de la Junta de Andalucía. Eso en cuanto a rehabilitaciones de edificios, después hay otras cosas del plan que no necesitan dinero, sino un cambio en la gestión.

María del Mar González J. ESPÍNOLA

—Las cifras indican que un tercio de los 30.000 analfabetos que hay en Sevilla están en el Polígono Sur.

—No me extrañaría. Puede que 8.000 o 10.000 personas del Polígono Sur sean analfabetos porque lo es una de cada cuatro personas en Martínez Montañés o en Murillo, lo que se conoce como Las Tres Mil Viviendas. Por esa razón, tanto las entidades públicas y privadas tienen que cambiar el modo de trabajar, promoviendo habilidades parentales... Aquí hay gente que son padres con 16 años, cuando no han terminado de madurar, por lo que no tienen adquiridas habilidades de organización de la vida, con lo que difícilmente las trasladan a sus hijos. Por ejemplo, hemos descubierto que muchos niños del barrio se acuestan entre semana más tarde de la una de la madrugada, con lo que llegan al colegio agotados.

—¿Cuánto dinero han invertido las administraciones desde 2005 en el Plan Integral del Polígono Sur y cuánto se necesitará para rehabilitar esos 33 edificios aún sin restaurar?

—En 2014 se cuantificó en 40 millones de euros la rehabilitación de viviendas y 13 millones del Plan Urban. ¿Cuánto dinero hace falta para acabar? No lo sé exactamente, pero se necesita una inversión millonaria para terminar la rehabilitar o tirar algunos bloques, todo ello acompañado de un esfuerzo en trabajo social. En estse sentido, la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales está desarrollando un programa para zonas con necesidad de transformación social, como Polígono Sur, para lo que se contará con ayuda europea.

—El Ayuntamiento cometió un error garrafal metiendo en las Tres Mil Viviendas a los chabolistas de Bermejales, a los que pagó 42.000 euros. Ahora los vecinos temen que el Ayuntamiento meta en este barrio a los chabolistas de El Vacie. ¿Usted podría asegurar que no irán al PS?

—Las administraciones responsables me han asegurado que no vendrán al Polígono Sur las familias chabolistas de El Vacie. Es más, tengo la promesa firme del delegado de Bienestar Social de que los realojos no se harán en las viviendas de Avra (Junta de Andalucía) en Martínez Montañés. Se harán realojos en todos los barrios de Sevilla, pero no aquí porque este barrio ya no resiste más exclusión. Este es un barrio que ha sufrido mucho, en el que se han ido realojando sistemáticamente personas de distintos asentamientos chabolistas, por lo que entiendo que haya un temor en la población del Polígono Sur. Por eso, le hemos mandado una carta a los vecinos para tranquilizarlos,dándoles explicaciones de lo que estamos haciendo.

—Los vecinos no se sienten satisfechos con la labor del Comisionado del Polígono Sur. Dicen claramente que es un instrumento político, que no ayuda, que es otro organismo que «dilapida» el dinero de la Junta, el Ayuntamiento y el Estado.

—Me cuesta mucho estar de acuerdo con una descalificación general de ese tipo porque no se sostiene con una prueba de realidad. A mí no me parece que se haya dilapidado dinero en el Polígono Sur. Me gustaría saber qué se ha invertido en Bermejales o Centro para comparar. Estoy convencida de que en el Centro se ha invertido más que en el distrito Sur.

—Pero ellos viven aquí y sabrán de qué hablan.

—Es verdad que las cosas han cambiado pero no lo suficiente y en eso tienen razón. Decir que Polígono Sur no ha evolucionado no es verdad, a mi juicio. Hemos trabajado mucho en los edificios pero nos queda por seguir trabajando con las familias. Además, hay una serie de reivindicaciones históricas que las administraciones no han atendido, como es la comisaría, que este barrio lleva pidiendo más de 30 años.

—¿Se puede entender que aún no se haya construido una comisaría que tiene un diseño constructivo y un presupuesto aprobados?

—No, a mí me parece incomprensible. Este barrio necesita una comisaría de Policía Nacional y la necesita ya. Hace dos años que tuvimos la última reunión entre las tres administraciones para este tema y entonces descubrimos que la parcela elegida era SIP privado, no público, por lo que cambiar la calificación urbanística era un proceso largo y complicado. Al final descubrimos que hay una parcela del Estado ideal junto a la parcela Jesús Obrero y el centro San Juan Bosco. Es una parcela rodeada de servicios públicos y sin viviendas cerca. En diciembre de 2014 propusimos esa parcela pero el Estado quería hacer la comisaría en otra parcela fuera del Polígono Sur. El Comisionado anterior, Jesús Maeztu, dijo que las tres administraciones se habían comprometido en el plan integral a hacer la comisaría dentro.

—¿Cuándo estará construida la comisaría de Policía?

—No lo sé. Es verdad que el hecho de que hayamos tenido un gobierno en funciones ha podido dilatar la decisión política por parte del Ejecutivo central.

—Antonio Carmona, que nació en ese barrio, gitano y profesor de Literatura de instituto, dice que el problema de Las Tres Mil Viviendas no se arregla con dinero, sino con la Policía.

—Creo que con la Policía solo no, pero con la Policía también. Ahora tenemos presencia policial las 24 horas del día, cosa que no ocurre en otros barrios.

—¿El Polígono Sur sigue siendo el supermercado de la droga de Sevilla?

—No es lo que era. No puedo decir que haya dejado de venderse droga, pero ya no es un barrio en el que se venga impunemente droga en la calle, como ocurría antes a plena luz del día. Las Vegas se llamaba así porque estaba encendida mañana, tarde y noche, y se vendía droga impunemente. Eso ya no ocurre porque la Policía actúa.

—Continúan los tiroteos en el Polígono Sur. Así es difícil tener una vida normalizada.

—Es verdad que hemos tenido tiroteos y, por desgracia, hace tres años murió una niña, pero no hay tiroteos todos los días en el Polígono Sur. Los tiroteos de este verano han estado ligados a la droga.

Parcela donde el Comisionado del Polígono Sur pide una comisaría de Policía ABC

—En el Polígono Sur sigue habiendo compraventa de pisos de la Junta. ¿Sigue siendo territorio de nadie?

—Es cierto que hay mucha irregularidad en la vivienda y lo digo con dolor. Lo he denunciado. Ya sabemos qué viviendas de la Junta están ocupadas irregularmente. El problema es que la ocupación no sólo está ocurriendo en las viviendas de alquiler de la Junta, sino también las privadas destinadas a compra-venta. Se ha reforzado la oficina de vivienda de Polígono Sur porque hay que trabajar en ese tema. Esperemos que veamos resultados en los próximos meses.

—¿Los servicios públicos están normalizados?

—Sí, sin duda. Antes del plan integral aquí no entraban los autobuses, Correos, Lipasam... había déficit de lo más básico. Incluso Correos va a tener una oficina en un bloque nuevo.

—Los vecinos sienten que viven en un gueto, cercado por esas vías de tren, por el muro de Hytasa, por la carretera de Su Eminencia... ¿Sería menos gueto si se soterran las vías del tren y se elimina ese muro?

—Sin duda. Este barrio tiene muros físicos y también psicológicos. De hecho, sigue siendo un estigma ser del Polígono Sur. Soterrar las vías del tren es competencia del Estado, aunque podría hacerse conjuntamente con otras administraciones, mientras que quitar el muro de Hytasa es más una cuestión municipal.

—¿Hacía falta gastarse 2,3 millones de euros en la Factoría Cultural en el polígono Sur, donde escasean las escuelas taller?

—Sí, para eliminar ese muro psicológico. Eso explica que se haya hecho en la parte más excluida del barrio, en el sur del sur.

—La Factoría Cultura se hizo para que el resto de Sevilla también fuera allí. Si los vecinos denuncian la falta de seguridad en el barrio, ¿cómo pretende que vengan aquí vecinos de otras barriadas?

—Esto es un reto. Lo que está claro es que todo tiene que ir coordinado. Necesitamos que la comisaría se construya, que se siga rehabilitando, que se trabaje con las familias... pero que también venga la gente de Sevilla y vea que no es tan fiero el león como lo pintan, que es un centro dinamizador de la cultural flamenca. Es una forma de poner en valor una fortaleza del barrio, su patrimonio cultural e inmaterial. He leído mucho sobre cómo evolucionó Harlem (un barrio de Nueva York), antes temido y hoy un barrio al que van los turistas de excursión. Ellos han puesto una policía de barrio en alianza con la gente; han hecho juzgados de barrios para resolver con rapidez problemas de delitos menores, violencia de género..; y han potenciado su patrimonio cultural, el góspel, hasta el punto de que la gente de la ciudad va allí a escucharlo. Harlem es un buen espejo en el que mirarse.

—Las estadísticas dicen que el Polígono Sur es uno de los tres barrios más pobres de España. La plataforma Nosotros también somos Sevilla dice que hay 2.700 familias sin ningún tipo de ingresos en el PS y que en Las Ventas la exclusión social llega al 70% de las familias. ¿Qué puede hacer el Comisionado ante esa situación

—El Comisionado ha logrado que se pusieran en marcha el Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial (Cade) y el Centro de Orientación y Dinamización para el Empleo (Code). Este último ha estado parado un año por la falta de convocatoria de ayudas públicas pero ya se ha puesto en marcha otra vez en otro local porque el anterior estuvo okupado. Por otra parte, necesitamos que la responsabilidad social de las empresas haga una alianza con el barrio, como han hecho Konecta, Persan o Decathlon.

—Continúa el absentismo escolar en el Polígono Sur ¿Cuántas generaciones hacen falta para cambiar la realidad social del Polígono Sur?

—El absentismo era del 50% de media antes del plan integral. En 2014 estábamos en el 13%, lo que quiere decir que el 87% de nuestros niños van al colegio con regularidad. En Primaria se ha bajado el absentismo al 8% de media, cuando antes del plan había centros donde no se llevaba cuenta del absentismo. En Secundaria, sin embargo, el absentismo sigue en el 23%. Los servicios sociales, el colegio, la Policía... aquí se trabaja mucho para que los padres tengan conciencia de que no llevar a tu hijo al colegio es un delito. De hecho, en Fiscalía hay 50 casos denunciados.

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