La guerra del taxi
Un centenar de taxistas de Sevilla, sancionados por boicotear el Sicab con una de sus protestas
La protesta, en la que participaron centenares de vehículos, duró más de dos horas y bloqueó los accesos al Fibes en un momento de tráfico intenso
El pasado 14 de noviembre, coincidiendo con la celebración del Salón Internacional del Caballo (Sicab) en Fibes, 400 taxis bloquearon una de las arterias principales de Sevilla Este con una de sus acciones más llamativas, a la que llaman caracolada porque consiste, en esencia, en que los participantes circulen en sus coches a velocidad muy lenta, como si fueran caracoles. Esta protesta que afectó directamente a los participantes del Sicab que quisieron salir o llegar en ese momento al Palacio de Congresos va a tener consecuencias para los bolsillos de sus protagonistas. Un centenar de taxistas está recibiendo estos días la notificación de la Subdelegación del Gobierno , que les comunica que han sido sancionados con 700 euros por infracción grave a la Ley de Seguridad Ciudadana.
Desde el departamento que dirige Carlos Toscano confirman a ABC que los taxistas tienen la posibilidad de acogerse a una reducción del 50% en la cuantía de la multa fijada si pagan 350 euros en un plazo máximo de 15 días a contar desde la fecha de notificación; al igual que ocurre con las multas de tráfico.
En caso de impago, los infractores se podrían ver envueltos en un procedimiento de embargo de bienes.
La acción de protesta duró desde las dos a las cuatro y cuarto de la tarde, según consta en el expediente que se abrió aquella misma jornada. En la llamada caracolada colapsaron no sólo las entradas y salidas al Palacio de Congresos sino también sus vías de emergencia. Las imágenes captadas en ese momento evidencian que el caos circulatorio fue importante en una hora complicada de salida de los trabajos y los colegios.
Negaron la acción
Los taxistas negaron en un primer momento que se tratara de una protesta sino que era una respuesta directa a las críticas vertidas por el alcalde Juan Espadas y el delegado de Turismo, Antonio Muñoz , que cuestionaban la falta de taxis ante el incremento de la demanda que viene aparejada a una cita que mueve a miles de personas todos los años como el Sicab . Desde el sector aseguraron a ABC que se decidió enviar a todos los vehículos posibles para que no escasearan a la hora del almuerzo. Pero lo cierto es que en lugar de mejorar el servicio, directamente paralizaron la circulación.
Cada taxista ha sido multado con 700 euros por alteración grave a la ley de Seguridad Ciudadana
Detrás de esta acción estaba la negativa que había recibido una de las asociaciones del taxi y la más reivindicativa (Elite Taxi) a realizar una marcha los días 17 y 18 de noviembre a la Subdelegación con parada en el Fibes y coincidiendo así con las dos últimas jornadas del salón internacional. Como no obtuvo la autorización administrativa , el colectivo se movilizó por otros cauces.
Por ese motivo, la Policía Local decidió actuar cuando comenzó a colapsarse la avenida Luis de Uruñuela . Los agentes identificaron a un centenar de taxistas, aunque la cifra de vehículos presentes era mucho mayor. Fuentes policiales explican que muchos de esos conductores que finalmente no han sido sancionados alegaron que estaban esperando para hacer un servicio y que también se habían vistos atrapados en el embotellamiento. Sea cierto o no, los funcionarios policiales identificaron a aquellos taxistas que demostraron una participación más activa en la movilización.
«Cada vez más cabreados»
La Policía Local tramitó el centenar de expedientes y lo remitió a la Policía Nacional, que elevó las propuestas de denuncias a la Subdelegación del Gobierno, «que ha atendido favorablemente a esas propuestas», señalan desde la Administración del Estado . Las sanciones se imponen porque los infractores ocasionaron una alteración grave de la seguridad ciudadana.
Esa caracolada que boicoteó el Sicab, enervó al alcalde que endureció su discurso contra las protestas de un colectivo que lleva en pie de guerra desde hace tiempo por el conflicto con los vehículos de transporte concertado (VTC) . «Los sevillanos están cada vez más cabreados con estas medidas desproporcionadas», afirmó entonces Espadas, quien además advirtió que el Ayuntamiento no iba a permitirlas. «No es de recibo echar pulsos u órdagos a la ciudad para lograr objetivos de manera impositiva», afirmó el regidor. Meses después de aquellas declaraciones se han comunicado las denuncias.
Después de esta acción, el colectivo de taxistas llevó a cabo otras caracoladas por la ciudad, pero en esos casos contaban con autorización y estaban respaldadas por el ejercicio de un derecho fundamental. Por eso sólo se abrió un expediente en lo que fueron unas semanas muy calientes.
Tan sólo ocho días después de colapsar Sevilla Este , un grupo de taxista protagonizó otra protesta que acabó también en boicot , en este caso de un mitin político de la expresidenta de la Junta, Susana Díaz . Este asunto ha terminado en los tribunales porque el PSOE consideró en su denuncia que se habrían cometido delitos que van más allá de las infracciones administrativas. La juez que asumió el caso, la del Instrucción 1 de Sevilla, ha procesado a ocho taxistas por su presunta implicación en un delito electoral y otro de coacciones.
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