Carta de los sevillanos de una de las zonas más pobres de España a los «Reyes Magos»

Los vecinos de Tres Barrios-Amate, una de las zonas más pobre de España, tras el Polígono Sur, piden viviendas, seguridad y trabajo

Uno de los bloques de pisos de Tres Barrios-Amate Rocío Ruz

Amalia F.Lérida

Los vecinos de Tres Barrios-Amate ya no saben cómo protestar para reivindicar sus derechos y necesidades básicas.

Ahora han enviado a los residentes una carta para que la manden a los «Reyes Magos» en la que han de marcar en una casilla los «juguetes» que quieren.

Gaspar es el Ayuntamiento de Sevilla, Baltasar, la Junta de Andalucía; y Melchor, el Gobierno de España, las tres administraciones que tienen arte y parte en la solución de sus problemas y de sacarlos del segundo puesto de la clasificación entre los barrios más pobres de España, antecedido por el Polígono Sur.

Entre los «juguetes» pueden elegir un barrio con viviendas y espacios públicos dignos, un barrio donde los niños puedan crecer de manera segura y saludable o más oportunidades laborales. La recogida es el próximo martes día 17 a las 17:30 horas en la plaza del Dr.Andreu.

«No sabemos si nos van a traer algo -dice Fernando de Armas , portavoz de la plataforma cívica del barrio- porque ya son muchos los años pidiendo el concurso de las administraciones y el barrio está estancado o peor. Bueno, un poco mejor sí que está, porque han contratado a 10 asistentes sociales y ahora, en vez de un año tras coger cita para ser atendidos, los vecinos esperan dos meses».

Y eso por no citar un anunciado pero nunca empezado plan integral que nació sin ser plan, esto es, sin cronograma de actuaciones a realizar ni presupuestos.

«Han contratado a 10 asistentes sociales y ahora, en vez de un año tras coger cita para ser atendidos, los vecinos esperan dos meses»

En Los Pajaritos, Candelaria, Madre de Dios, que son los Tres Barrios, y Amate (con Virgen de Fátima, Santa Teresa, Virgen de los Reyes y Regiones Devastadas) la situación es insostenible.

El INE lo sitúa como el segundo barrio más pobre de España con 5.389 euros de ingresos al año de media , detrás del Polígono Sur que tiene 4.791.

La zona fue edificada en los años 50 y 60 para proporcionar vivienda a la riada de inmigrantes expulsados de su medio rural a la ciudad. Desde su inicio se adecúa al modelo de barrio obrero, levantado con inusitada rapidez, con viviendas de escasa calidad y terminación y calles carentes de aceras, pavimentación y servicios.

En las últimas décadas el abandono ha ido creciendo a impulsos del paro, las carencias educativas y sanitarias, el raquitismo de los servicios sociales, el consumo y tráfico de estupefacientes, la delincuencia, el progresivo empeoramiento de la convivencia vecinal y, en consecuencia, amplios espacios de marginación y de exclusión social.

Singular deterioro ha sufrido la vivienda. Sus habitantes están hacinados en una densidad siete veces superior a la media de Sevilla; la vivienda, mayoritariamente de carácter residencial, es pequeña y de mala calidad; sus deficiencias de origen la han llevado a tal grado de menoscabo que un alto porcentaje es prácticamente inhabitable . Mucho más de la mitad de los edificios se encuentran en estado ruinoso.

Las dificultades de acceso son alarmantes: cuatro pisos sin ascensor, puertas y ventanas minúsculas, habitaciones muy pequeñas y mal distribuidas en los menos de 40 metros cuadrados habitables.

A ello hay que añadir la decrepitud de la red de saneamiento con filtraciones y escapes, los cerramientos de patios por los vecinos, las reedificaciones clandestinas, desperfectos de fachadas y zonas comunes. Y la suciedad.

Los espacios públicos son escasos y en estado de abandono, con apenas zonas verdes en el interior; la contaminación medioambiental y sonora es alta, los problemas de titularidad insolubles por el traspaso ilegal de alquileres y «determinados grupos mafiosos relacionados con la droga se han adueñado de una situación que las autoridades han sido incapaces de controlar».

Muchas familias están obligadas a acudir a economatos, comedores sociales y entidades benéficas.

La situación de la vivienda en el barrio no hace sino revelar la actitud de las Administraciones públicas que, con independencia del color político de sus titulares, se ha caracterizado por el abandono y la incuria, «que han constituido la tónica de su intervención», dejando pudrirse durante años una situación cuya solución se torna cada vez más difícil, según De Armas.

Asegura que la falta de ingresos impide a muchas familias hacer frente a sus necesidades básicas obligándolas a acudir a economatos, comedores sociales y entidades benéficas.

Las reedificaciones clandestinas, los desperfectos de fachadas y zonas comunes, y la suciedad son propias de la zona

«La venta de drogas es cada vez más descarada —sigue— con la extensión de los narcopisos que crea cada vez mayor clima de inseguridad».

La concatenación de todo este conjunto de factores ha desencadenado que la pobreza, la carencia de recursos para cubrir las necesidades básicas en el hogar, las altas tasas de dependencia, el envejecimiento de la población, los problemas crónicos de salud, la desvertebración y conflictividad doméstica hayan conducido a miles de familias a la exclusión social en Tres Barrios-Amate.

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