Universidad
Carmen la cigarrera, en el museo de la Universidad de Sevilla
Entre las piezas que se están catalogando procedentes de Altadis hay valiosos grabados y banderas o imágenes alusivas a la famosa gitana sevillana que inspiró a Merimée
Cajas de puros firmadas por Cayetana de Alba o Rocío Jurado y Ortega Cano o Alejandro Sanz, vitolas antiguas, colecciones de cromos e imágenes y dibujos de Carmen la cigarrera. Son algunas de las más de 20.000 piezas cedidas por Altadis que se exhibirán en los futuros museos de la Universidad de Sevilla y que ahora están siendo catalogados para su futura exposición.
El rector de la Hispalense, Miguel Angel Castro, que no ha concretado fecha exacta para la apertura de ese futuro museo aunque estima que será más de un año, ha inspeccionado este viernes las piezas que están siendo catalogadas. Junto al director general de Cultura y Patrimonio de la US, Luis Méndez, el director del secretariado de Patrimonio-Histórico Artístico, Luis Martínez y el director de comunicación de Altadis, Miguel Angel Martín Esteban, ha estado en la residencia universitaria Ramón Carande , en cuyo sótano están siendo revisadas las piezas, para comprobar el estado de los trabajos de estas muestras entre las que figuran dibujos realizados por Antonio Mingote, un grabado del escritor alemán Premio Nobel y Príncipe de Asturias, Günter Grass y una obra del artista figurativo de estética por Juan Ugalde.
La Hispalense ha inventariado, fotografiado, estudiado y catalogado cerca de 4.500 piezas de los fondos del patrimonio histórico-artístico, cultural e industrial que Altadis conservaba desde que en el siglo XVIII se construyese la antigua fábrica de Tabacos, hoy sede del Rectorado de la Universidad. Son fondos donados por la Compañía en virtud de un acuerdo de colaboración firmado en febrero de 2017. Los fondos inventariados hasta ahora representan únicamente el 25% de todos los materiales cedidos por Altadis.
Una caja de la dinastía china
Entre los diferentes utensilios del tabaco mostrados hay una caja de rapé perteneciente a la dinastía china Qing (1644 a 1911) , así como cerilleras y tenacillas, datadas en los siglos XIX y XX.
Pero además hay algunos recuerdos alusivos a Carmen la cigarrera , la gitana sevillana que trabajaba en la Real Fábrica de Tabacos y que sirvió de inspiración a Prosper Mérimée para escribir su novela Carmen (1845) y después sería llevada a la ópera de la mano de Georges Bizet en 1875. Pues bien, en la colección que aún esta por catalogar hay una antigua bandera de la primera sociedad de cigarreras creada por las mujeres que trabajaban en la Fábrica ya que, al parecer, se trataba de trabajadoras «muy reivindicativas» y que fueron precursoras del movimiento obrero femenino.
Esa no es la única huella de Carmen entre los viejos recuerdos que la Universidad de Sevilla tiene previsto exponer en su futuro museo . También hay numerosas fotos de las otras «cármenes» anónimas, las trabajadoras de la fábrica, que estuvo ubicada en lo que hoy es el Rectorado entre mediados del siglo XVIII y la mitad de los años 50. Entre toda esa colección hay fotos de las viejas cajas de puros de La Habana «Real Carmen» una marca que Altadis hizo en homenaje a las viejas cigarreras.
Las piezas, que según ha dicho Castro, serán «el embrión» de los futuros museos de la Universidad de Sevilla, constituyen un importante testimonio de la historia del tabaco y revelan muchas curiosidades de la época. Por ejemplo como han cambiado las cosas ya que si hoy los paquetes de tabaco llevan la advertencia de que «fumar mata» hubo un tiempo en que esos cigarrillos eran anunciados por deportistas famosos o incluso regalaban cromos.
De hecho, entre esas colecciones hay albumnes de cromos de aviones de la época de antes de la Guerra Civil española o fotos de algunas campañas de publicidad protagonizadas por el famoso piloto de motos Angel Nieto, ya fallecido. O más actuales como algunas que se hicieron en los años 90 cuando aún se podía hacer publicidad de las marcas de tabaco.
Aunque según han explicado, el valor del museo es aún «incalculable» también hay un valioso tapiz de 1,50 por 1.50 de la Real Fábrica de Tapices. También otras numerosa curiosidades como cigarrillos de los años 50 ya amarillentos, máquinas humidificadoras, las litografías que se hacían para el empaquetado de los cigarros y puros o las cartas de puño y letra de los directivos de la antigua fábrica y los libros de contabilidad de la época.
Museos en varias sedes
Todas esa piezas que ahora se están metiendo en contenedores para su conservación hasta que sean expuestas podrán verse en el primero de los museos de la Universidad de Sevilla que se ubicará en el Rectorado. Miguel Ángel Casto ha valorado la riqueza de esas piezas que, según ha dicho, «dará lugar a muchos trabajos de investigación».
Será el embrión de los museos de la Universidad de Sevilla y un importante testimonio de la historia del tabaco en España que, como han dicho desde Altadis, no sólo servirá para hacer un museo sino también para muchas exposiciones. «Sevilla fue la cuna del tabaco» , ha dicho el director de Comunicación de Altadis valorando la importancia de sacar a la luz todo este patrimonio y del vínculo con la ciudad.
Se podrá ver en el Rectorado probablemente en uno o dos años como mucho y formará parte de los museos de la Universidad de Sevilla ya que la idea es que probablemente haya más de una sede porque, según ha dicho el rector, hace falta «mucho espacio» para todas las piezas que se podrán exponer en estos museos cuyo proyectos será presentados el próximo mes de enero. El del Rectorado será el primero de estos museos pero habrá otros repartidos por las distintas sedes de la Universidad para que sea una parte de los diferentes de Sevilla.