CRÓNICAS DE UN BARRIO: LA CALZADA
«Cáritas atiende a 140 familias en San Benito y cada semana se suma una más»
Los vecinos de La Calzada confían en la promesa del alcalde de inaugurar el nuevo parque de la calle Juan Antonio Cavestany en la primavera de 2017
En el mapa de la pobreza de Sevilla hay dibujada una aspa de color rojo en La Calzada . El sosiego aparente de sus calles, donde se presupone un nivel de vida acomodado, guarda en realidad la angustia de muchas familias que se ven abocadas a la mendicidad para poder sobrevivir. Lo sabe bien Julio Delgado , responsable de la delegación de Cáritas en la parroquia de San Benito , que cada semana anota minuciosamente en su cuaderno la ayuda que prestan a 141 familias del barrio y alrededores , «y cada semana se suma una más», señala. Así, cada martes, entre las seis y las siete de la tarde, la parroquia se convierte en un lugar de peregrinación al que acuden en busca de alimentos, ropa para los más pequeños, de una contribución para pagar las facturas de la luz, el agua y el gas o, simplemente, de alguien que los escuche.
Pero para que la ayuda llegue a los que más la necesitan, el «equipo» de Cáritas de San Benito, compuesto por doce personas, se encarga de recopilar recursos para estas familias, que reciben, en gran parte, del Banco de Alimentos , de la aportación semanal del colegio Buen Pastor , de la fundación Padre Leonardo Castillo , además de las donaciones económicas anuales de las hermandades de San Benito y Nuestra Señora de Valvanera.
Un auxilio importante si se tiene en cuenta que en los últimos seis meses esta delegación de Cáritas ha duplicado su atención a familias . Por este motivo, se encuentran en la búsqueda de nuevas dependencias para realizar el trabajo en condiciones óptimas. «El almacén y el despacho donde recibimos a la gente se ha quedado pequeño, además la instalación es muy antigua, poco accesible y no permite ampliación. Pedimos hace tiempo a la Junta de Andalucía un local que tiene cerrado en Luis Montoto, pero no hemos obtenido ningún tipo de respuesta».
Y mientras Julio y su equipo continúan luchando por los más desfavorecidos de una forma totalmente altruista, la asociación de vecinos de La Calzada , del mismo modo, cuida de que el barrio se encuentre en perfecto estado de revista.
Se trata de una zona con un importante legado histórico, que se remonta a la época visigótica. Se situaba en los extramuros de la ciudad, teniendo como eje principal la Calzada de la Cruz del campo (otrora Oriente, hoy Luis Montoto ). El vecindario acogió tras la Reconquista numerosas posadas -dos casas de la calle Lictores (los números 8 y 10) continúan conservando la estructura de esas fondas-, vivió su momento álgido con la construcción en el siglo XVII del monasterio de Santo Domingo , del que sólo queda la parroquia de San Benito, y volvió a experimentar un cambio radical en los años 90. Así, para la Expo de 1992 , se derribaron los muros de la red ferroviaria que atravesaba la calle Juan Antonio Cavestany y soterraron las vías.
Un parque «verde». Urbanismo ha licitado las obras en 860.000 euros, que contemplan árboles de sombra y juegos infantiles
Fue precisamente en esta última reurbanización, coincidiendo con la Exposición Universal, cuando se construyó un «parque nórdico», tal y como se denominó, en Juan Antonio Cavestany , llamado a ser uno de los puntos de reunión vecinal del distrito Nervión . Pero, lejos de serlo, se convirtió en una «zona verde hostil» generadora de conflictos.
«Con los presupuestos participativos se cerró en 2008 el parque y, posteriormente, se eliminaron las pérgolas. Con estas acciones erradicamos el botellón que continuamente se producía en el parque. Ahora buscamos la reforma integral del parque», cuenta Rafael Bueno , presidente de la asociación de vecinos.
Se trata de un parque peculiar, caracterizado por los grandes bloques de cemento en pendiente que sustituyen a las tradicionales praderas de césped. Esto, según los vecinos, hace que sea imposible jugar (por su estructura) y pasear cuando el mercurio pasa de los 30 grados. «El 27 de abril mantuvimos una reunión con Juan Espadas en la que prometió que para la primavera de 2017 se inauguraría el nuevo parque», afirma José María Portillo , tesorero de la entidad.
Urbanismo licitó el pasado 7 de junio las obras de la nueva zona verde de Juan Antonio Cavestany, con una inversión de 860.000 euros para reordenar y mejorar por completo este espacio de casi 7.000 metros cuadrados. El proyecto incluye la plantación de árboles de sombra, juegos para niños y mayores, así como una pista deportiva. Aun así, los vecinos se muestran cautos. «Queremos confiar en que finalmente se haga, pero hasta que no veamos las máquinas trabajar, no nos lo creeremos».
Comedor y biblioteca
El pasado 26 de abril, los vecinos de La Calzada y San Roque protagonizaron una protesta para reclamar un comedor y una biblioteca en el CEIP Carmen Benítez . La falta de estos servicios, sobre todo el del comedor, han propiciado que el colegio sólo haya recibido siete solicitudes para Primero de Infantil del próximo curso. Inés Trabazo , secretaria del AMPA del colegio, explica el motivo: «Sin comedor es muy difícil conciliar la vida laboral y familiar . Si los niños salen a las dos de la tarde y nosotros del trabajo a las tres, y los abuelos no pueden recogerlos, ¿cómo lo hacemos?». En este sentido, señala que hay padres que pagan guarderías para que recojan a los niños y les den de comer. «Un hecho -afirma Inés - que conlleva un elevado desembolso, hasta 150 euros por niño al mes».
Esperan que la Junta reconsidere la petición de los padres y pongan en marcha el próximo curso las acciones precisas para el comedor y la biblioteca.
Por último, los vecinos de la Calzada, contentos con la labor que está llevando a cabo la directora del distrito Nervión, Anabel Díaz , únicamente echan en falta una mayor presencia policial. «En la calle Virgen de la Encarnación , que es peatonal, la gente va en moto haciendo carreras. En Alberto Durero hay una continua doble fila y en Campo de los Mártires , gorrillas. Si la Policía estuviera presente y actuase, los infractores se cuidarían de cometer estas faltas», concluyen.