Urbanismo

Los cambios en el pavimento en el casco histórico de Sevilla se hacen a espaldas de Cultura

Los conservacionistas critican que no hay un libro de estilo y que afectan al patrimonio

El pavimento multicolor en la calle Baños R. Doblado

Javier Macías

El nuevo pavimento multicolor que se está instalando en la c alle Baños ha abierto un debate ante la falta de un libro de estilo que seguir cuando el Ayuntamiento lleva a cabo una reurbanización, que queda al libre criterio del arquitecto que se lleve el concurso de la obra. El paisaje urbano que presentará esta calle será completamente diferente al que tendrá la calle San Vicente , cuyas obras se están haciendo de forma paralela. Los conservacionistas critican que, además, la transformación de una vía al cambiar la solería afecta al patrimonio y que estos proyectos deberían pasar previamente por Cultura , algo que no se ha hecho en ninguno de los últimos casos. En el caso de la primera, sí se trató en la Comisión Local de Patrimonio (dependiente de la Gerencia de Urbanismo). El gobierno municipal defiende que es ésta el organismo competente en el caso de la calle Baños, no así la Provincia, que depende de la Junta.

La normativa, no obstante, es muy ambigua ya que en el PGOU se especifican una suerte de recorridos «sensibles» que afectan al paisaje urbano. Otra cuestión por la que los conservacionistas defienden que la Comisión de Patrimonio debe intervenir para frenar el eclecticismo en el casco histórico es que, en algunos casos, estas obras se producen en zonas donde hay bienes de interés cultural . Es el caso, por ejemplo, de la propia calle Baños donde, entre San Vicente y la Gavidia, están los Baños de la Reina Mora. «Aquí habría que ver cuál es la delimitación exacta del entorno aunque, al ser en el interior, quizá se circunscriba al propio edificio», indicó a ABC José Manuel Baena , presidente de la asociación de profesores «Ben Baso» , que ha remitido quejas al Ayuntamiento, a la Comisión Territorial de Cultura y a la propia Delegación, sin que ninguna administración le haya dado respuesta alguna.

«Entendemos que todo lo que afecte al conjunto histórico debería pasar por las comisiones de patrimonio porque el suelo está protegido por el PGOU», explicó Baena. Por este motivo, en su último escrito a la Junta de Andalucía, al hilo de l silencio administrativo de Cultura respecto de la capilla del hospital de San Lázaro, la asociación ha preguntado también por la pavimentación en el casco histórico.

Javier Queraltó , quien fuera concejal de Infraestructura y Equipamiento Urbano del Ayuntamiento de Sevilla entre 1979 y 1987, considera que «no hay una reflexión sobre qué hacer en el conjunto de las calles. No hay un estudio completo ni programación. En una época, a Emasesa la han dejado hacer auténticas porquerías como en Trastamara y Carlos Cañal». Así, revela que «después de dos años dando la lata, Antonio Muñoz -el delegado de Hábitat Urbano- me prometió que iba a ser cuidadoso con la sostenibilidad en este mandato», en relación con la pérdida del clásico adoquín de Gerena que predominaba en las calles de la ciudad y que, ahora, se está sustituyendo por otros tipos de pavimento menos ruidosos pero que alteran el paisaje de Sevilla.

Pero, en su opinión, «el Ayuntamiento no está apostando por la sostenibilidad , aunque presume de ello, ni tampoco por el color de Sevilla, aunque también presuma de lo mismo». Queraltó ha mantenido reuniones con los responsables de Urbanismo y les ha instado a que aprovechen los adoquines de Gerena que tienen almacenados, dándoles una solución para alisarlos y que sean «antirruidos».

«Un paseo marítimo»

El exconcejal cree que es «natural» que los pavimentos se deterioren con el tiempo y que Emasesa tenga que levantar toda una calle, «pero apuestan por soluciones de autor, como ocurrió con la Piel Sensible ». Según Queraltó, la arquitecta que ha elaborado el proyecto de la calle Baños es Belén Valdivieso , que estuvo en la obra del entorno de la Plaza del Pan, la Alfalfa y la plaza de la Pescadería. «Inventaron unas losetas de granito estrechas y largas, que la mayoría están rotas en vez de intentar mantener el tipo de pavimento, con una coloración determinada».

Javier Queraltó aseguró que el delegado de Movilidad, Juan Carlos Cabrera , «no está por la labor de reponer el adoquín de Gerena porque es incómodo. Por ello, le recomendé el de Cáceres». Se trata de un tipo de piedra procedente de una cantera extremeña y que se instaló en la Plaza Mayor cacereña. Sin embargo, «han apostado por otro de una paleta de colores que chirría».

El exconcejal recuerda que en la calle Cuna había un pavimento con líneas rojas y, en medio, un adoquín gris de tipo hexagonal. «Luego llegó la moda de la playa de Benidorm, que fue el terrazo, que lo puso de moda una empresa que hacía obras por toda España que se llamaba Escofet. En Sevilla, hubo una compañía que lo copió y empezó el auge de la solería tipo paseo marítimo».

En el caso de la calle Baños, se ha contratado a una empresa extremeña -Extremar-, que combina el adoquín «gris serena» con el «blanco serena» y el «rosa monforte» . Tres colores que nada tienen que ver con el gris tirando a amarillo del adoquín clásico sevillano.

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