Coronavirus en Sevilla

A la calle pero sin poder jugar con otros niños

Tres familias con menores de 14 años explican lo que harán cuando puedan salir. Todas coinciden:lo que más les piden sus hijos es estar con otros niños

Rocío Olmedo con sus hijos Álvaro y Leandro Abc

Mercedes Benítez

Hoy es el día soñado para los niños que, después de más de 40 días de confinamiento, podrán hacer pequeñas salidas a la calle acompañados de sus padres. Según lo anunciado por el Gobierno, hasta tres menores tendrán permiso para salir a la calle con un adulto, durante una hora y sin alejarse más de un kilómetro de su domicilio habitual. Podrán hacerlo con sus juguetes, bicicletas o patinetes y en la franja horaria entre las 9 de la mañana y las 21 horas, aunque guardando las distancias de seguridad y sin poder jugar con sus amigos.

En Sevilla más de 321.000 menores de 14 años serán los afectados por esta pequeña apertura. De ellos, algo más de 100.000 viven en la capital hispalense. ¿Cómo han recibido la noticia de que podrán salir a la calle los protagonistas de la noticia? ABC ha hablado con tres madres con hijos que tendrán permiso para salir a partir de hoy después de semanas sin colegio, sin parque y sin salir a la calle, para preguntarles cuáles son sus planes y qué opinan de la liberalización.

Lourdes, Rocio, Cuqui y Fernando Abc

Rocío Sánchez es madre de cuatro hijos , todos menores de 14 y, por tanto, todos afectados por la nueva normativa. La mayor, Lourdes, tiene 14 años; Rocío, 11; Cuqui, de 10; y Fernando, de 6 años. Viven en el centro en un piso y están llevando bien, según su madre, la crisis del coronavirus y el largo confinamiento.

«Están muy bien porque los tenemos muy concienciados de que, no es que sean héroes , es que es lo que les ha tocado vivir y es su responsabilidad seguir así», dice la madre insistiendo en que «entienden perfectamente»lo que está ocurriendo y que ya ni siquiera se quejan.

Sin embargo, cuando se le pregunta por la nueva normativa que les permitirá salir a la calle, Rocío Sánchez explica que lo que realmente echan de menos los pequeños es ver a sus amigos y poder jugar con ellos. «Ellos no quieren salir, sino que lo que quieren es estar con sus amigos», explica insistiendo en que, si les dieran a elegir entre ir a la calle o a casa de amigos, elegirían la segunda opción.

Aun así, saben perfectamente que ya podrán salir e insisten en que durante este tiempo lo único que le pedían era ver a sus compañeros de juegos. De hecho, según explica en todo este tiempo no les han pedido ir a ninguna tienda. Porque además «saben que ellos mismos son un peligro para los demás y que no pueden acercarse a sus abuelos» porque son pueden contagiarles.

En su caso, como viven en el centro de Sevilla, lo que harán es salir un rato a caminar hasta la Plaza Nueva, a la que normalmente solían llevarse la pelota antes del confinamiento para que el más pequeño jugara al fútbol. Irán con mascarillas y con un bote de jabón de manos de hidrogel. «Van a ir concienciados de que no deben tocar nada», dice.

En cualquier caso, Rocío Sánchez, afirma que para ella, lo que ha hecho el Gobierno es «propaganda electoral» porque, según recuerda, hay muchas personas que necesitan salir más, como es el caso de las personas mayores.

¿Podremos llevar las bicis?

Rocío Olmedo, diseñadora de trajes de flamenca es madre de dos niños, Leandro de 9 años, y Álvaro de 5 . Llevan recluidos en su casa toda la cuarentena aunque no lo están llevando mal. Sobre todo porque tienen jardín para que los niños corran.

En cualquier caso, Rocío dice estar ya «un poquito mermada» porque cree que se están riendo de ella. «Al principio éramos muy obedientes, pero es que esto ya no puede ser. Primero una semana, después quince días. Eso empieza a ser un secuestro y no nos dan ninguna solución» , dice recordando que quizás debieran dejarles más flexibilidad para trabajar ya que ella, por ejemplo, tuvo que hacer un ERTE en su empresa. Ytambién es de la opinión de que habría que dejar a los mayores que salieran durante un rato a hacer algo de deporte.

Durante todo este tiempo ella no ha salido para nada. Unicamente una vez a la semana par ir al supermercado. Y sus hijos ni siquiera eso.

«Por mucho espacio que tengan para correr, ya están agotados», explica recordando que, por ejemplo, al pequeño se le está notando el largo periodo de confinamiento en que ahora llora por muchas más cosas que lo hacía antes y tienen necesidad de ver otra cosa.

¿Qué le han dicho cuando se han enterado de la liberalización?«Están locos por salir aunque sólo vamos a poder dar un paseo. Pero nos vamos a llevar la bici porque fue lo primero que preguntaron: ¿Podremos llevar la bici?» , preguntaron. Porque durante este tiempo de confinamiento el pequeño ha aprendido a montar en bicicleta. Yya podrá salir sin los ruedines.

Por eso, por encima de todo Rocío Olmedo considera que esta salida de los niños a partir de ahora será «un pulmón» para la familia y una especie de «luz al final del túnel».

Lola con su bici Abc

«Nos tiene todo el día en casa»

Otra madre que podrá sacar de paseo a partir de hoy a su niña es Isabel López-Montenegro Bores , que tiene una hija de seis años que no sólo no se está tomando mal el confinamiento, sino todo lo contrario. Está encantada. ¿El motivo? tiene en casa a su padre y a su madre y, como tampoco tiene que ir al colegio, puede estar todo el tiempo con ellos en el piso donde viven en el barrio de Los Remedios.

«Ella es la que mejor lo lleva porque no se entera de lo que está pasando fuera y sus padres están en casa haciéndolo todo con ella», explica su madre, insistiendo en que se trata de una experiencia que, de otro modo, nunca iba a tener en su vida. Porque están todo el día viendo películas y su madre es la que está a su lado haciendo también las veces de «seño» a la hora de hacer las tareas escolares.

¿Entiende una niña de seis años lo que está pasando? Isabel López-Montenegro explica que ella sabe que «algo está pasando y que no podemos salir porque si lo hacemos nos podemos poner malos». Igual que sabe que tampoco puede ir a visitar a los abuelos.

A veces le dice que el coronavirus «le gusta» porque están en casa los tres juntos, pero también sabe que es malo porque se está muriendo mucha gente.

Aunque, según la madre, Lola no le ha pedido salir a la calle en todo este tiempo, lo primero que preguntó es si podría ver a sus primos y sus amigos. Porque la pequeña está acostumbrada a pasar las tardes con ellos.

Por eso los planes inmediatos serán salir a dar un paseo con el patinete o la bicicleta ya que ahora está aprendiendo. «Iremos por la zona de la Feria que es una gran zona al aire libre o si no por la calle Asunción. Daremos un paseo y volveremos, para que dé tres carreras», explica Isabel López-Montenegro. Será una de tantas familias que hoy después de más de cuarenta días encerrados en casa podrán salir un rato a la calle. A pasear pero sin acercarse a nadie. Aunque sea a tomar el aire.

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