PIZARRAS DE VINILO
Cada día es más difícil que le dejen un bisturí dentro
Los nuevos soportes de verificación aumentan la seguridad en los quirófanos
No son pocas las veces que se ha intervenido quirúrgicamente a una persona y le han dejado una gasa dentro o un bisturí ; o, que, ante una operación de cataratas, se haya actuado sobre el ojo que lo precisa. Prevenir y evitar eventos adversos, mejorando la calidad asistencial se consigue con una serie de prácticas clínicas con las que se alcanzan no pocos resultados. Un ejemplo es lo que se está haciendo en los hospitales universitarios Virgen del Rocío y Virgen Macarena de Sevilla.
En estos centros se han sustituido en los quirófanos los tradicionales folios para anotar las cuestiones más importantes que hay que tener en cuenta antes de una intervención quirúrgica por pizarras de vinilo que se pueden hasta esterilizar.
Hay una por cada uno de los 78 quirófanos de ambos centros para hacer decenas de miles de operaciones al año, hasta un total de 84. 272 que son las que se realizaron en 2014, sin ir más lejos.Este formato ha sido ideado por un equipo de estos centros y es único en Andalucía. Es más útil, práctico, seguro y limpio que el papel además de económico pues las anotaciones, una vez pasadas a la historia clínica del pacientes se borran y la pizarra sirve para otro enfermo que vaya a ser intervenido.
No obstante la originalidad del soporte, las indicaciones que hay que anotar para evitar sobresaltos de última hora son recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a partir de un documento que elaboró en 2004 indicando determinadas verificaciones y comprobaciones antes y después de la intervención «porque haciéndose esto se demostró que disminuían los errores en los quirófanos como, por ejemplo, dejarse una gasa dentro», dice Antonia Vázquez González , enfermera coordinadora de la Unidad de Calidad del hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
«Se demostró a partir de los datos recogidos en 14 hospitales de todo el mundo —tercia el director de Enfermería, Juan Manuel Luque Ramírez — que disminuyeron los efectos adversos por lo que decidimos adoptar esas verificaciones en una herramienta de transcripción como son estas pizarras.
Este proyecto impulsado por dichos hospitales sevillanos ha resultado finalista en los premios a la implementación de buenas prácticas en seguridad del paciente, organizados en el marco de la Conferencia de la Red de la Unión Europea para la Seguridad del Paciente y la Calidad Asistencial (PaSQ), celebrada en Madrid.
El uso de la pizarra de vinilo como herramienta de comunicación en el quirófano y para mejorar el cumplimiento de la lista de verificación de seguridad quirúrgica es de vital importancia, dado que permite reducir hasta en un tercio las tasas de complicaciones y de mortalidad.
Es responsabilidad del equipo quirúrgico formado por cirujanos, anestesiólogos, y personal de enfermería verificar cada uno de los ítems incluidos en el listado. Las cuestiones a las que habrán de contestar en la pizarra se dividen en tres apartados o fases, que son las que se corresponden con las de la operación: antes de la inducción anestésica, antes de la incisión cutánea y antes de que el paciente salga del quirófano.
En la primera de ellas han de estar presentes, como mínimo, el enfermero y el anestesista. En esa columna las preguntas tratan de dilucidar si hay alergias conocidas, riesgo de hemorragias, si ha confirmado el enfermo su identidad , el sitio quirúrgico, el procedimiento y su consentimiento.
Después, antes de la incisión, entra en acción el cirujano. Aquí se confirman a los miembros del equipo y sus funciones; si hay duda, por ejemplo, con el instrumental y la pérdida de sangre prevista. Antes de que el paciente salga del quirófano se recuentan los instrumentos, las gasas y agujas, se etiquetan las muestras y se lee en voz alta, entre otras comprobaciones.