CABALGATA DE REYES SEVILLA
Entrevista con los tres Reyes Magos de Sevilla
El abogado José Manuel García-Quílez, el empresario José Ramón Estévez y el presidente del Sevilla FC, José Castro, encarnarán a Melchor, Gaspar y Baltasar en la Cabalgata
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
José Manuel García-Quílez, Melchor
Desde el 19 de mayo, José Manuel García-Quílez lleva la corona del Rey Melchor enredada con el turbante en su cabeza. Y pese a la magnitud de la noticia, consiguió mantenerla en secreto hasta el 14 de julio, cuando toda Sevilla conoció quiénes darían vida el 5 de enero a Sus Majestades. «La única que lo sabía era mi mujer. Quería darle una sorpresa a mis hijos, ¡y se volvieron locos!». Precisamente sus hijos, José Manuel y Álvaro, de 18 y 15 años, lo acompañarán esta tarde en la carroza. «Hay dos puestos detrás del trono para los asistentes del Rey y ahí estarán ellos. Cada uno mide dos metros, así que tendré detrás de mí cuatro metros de hijos reponiendo caramelos (ríe)».
José Manuel García-Quílez (Sevilla, 1969) combina la abogacía en el despacho Montero-Aramburu con la docencia en la Universidad de Sevilla, donde imparte clase de Derecho Mercantil desde hace más de 20 años. En este caso, avisa a sus alumnos de que su labor como Rey Mago no le hará ablandarse como profesor. «Los deseos que se piden tienen que ser alcanzables. El que quiera un aprobado, tiene que ganárselo».
Su designación como Rey Melchor fue para él algo totalmente inesperado. «La lotería le toca al que juega y la corona de los Reyes Magos siempre la han llevado conocidos empresarios, artistas, famosos... ¡Pero yo no soy nada de eso! Sólo puedo agradecer la gentileza que el Ateneo y su presidente han tenido conmigo».
Asegura que nunca ha faltado a la cita del 5 de enero en las calles de Sevilla. «De pequeño siempre veía la cabalgata en mi barrio, Los Remedios, justo en la esquina de la plaza de Cuba con la calle Asunción». De esa época, concretamente, guarda su mejor recuerdo. «Con 6 años, viendo el cortejo, mi padre me avisó de que se iba a hacer un encargo. A los diez minutos regresó y me dijo que le había pedido al Rey Melchor una cosa de mi carta que se le había olvidado. Me quedé extrañado. Al día siguiente encontré en mi casa el mejor regalo del mundo. O al menos a mí me lo pareció. Era un minicoche a motor, con gasolina, algo que entonces ningún niño tenía. Cuando lo vi se me cayeron dos lagrimones».
En su casa, el Día de Reyes es «sin duda» la fiesta del año. «Nos reunimos toda la familia e intercambiamos regalos. Es un día muy especial».
Para él, la elección como Rey Melchor ha sido muy emotiva y casi por herencia. «Mi padre encarnó a Melchor en la cabalgata de San Juan de Aznalfarache, y mi suegro, Luis Cuervas, hizo lo propio en la del Ateneo en 1988, cuando era presidente del Sevilla FC».
Si habla de sus aficiones, es el club de Nervión el que ocupa un lugar destacado, algo que comparte con el Rey Baltasar de este año. «Soy sevillista antes que persona. Jurídicamente se es persona cuando vives desprendido del seno materno 24 horas. Creo que con menos de 24 horas ya me sacaron el carné del Sevilla. Estoy señalado (ríe)». Asimismo, se considera amante del deporte, en especial del baloncesto. Un hobby que canaliza a través de su cargo como vicepresidente del Consejo de Administración del Club Baloncesto Sevilla. Y si tiene un hueco entre las múltiples tareas de las que se ocupa al cabo del día, «dedico diez minutos a aporrear el piano que tengo en casa. La música y el piano son otra de mis pasiones».
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
José Ramón Estévez, Gaspar
«Me quedé totalmente bloqueado. Fue impresionante. Se me pasaron por la cabeza miles de recuerdos de lo vivido de pequeño con mis padres y después con mis hijos. Se me vino encima una tremenda responsabilidad, ¡es que estamos hablando de Sevilla!», cuenta José Ramón Estévez, que hoy para los suyos y para el casi millón de personas que se espera que vean en las calles de la capital la cabalgata, será el Rey Gaspar.
José Ramón Estévez (Jerez, 1959) está casado y tiene cuatro hijos. Su trayectoria profesional está muy vinculada a la industria bodeguera en el marco de Jerez, siendo actualmente presidente del grupo Estévez. Cuando desde el Ateneo de Sevilla le comunicaron la noticia de que en 2016 encarnaría al Rey Mago tuvo una doble reacción: ilusión por los que lo acompañarán y añoranza por los que ya no están. José Ramón asegura que sus padres dejaron una gran huella en él, y en estos días su pensamiento está con ellos. «Mi padre falleció hace once años, y mi madre este verano, todavía lo tengo muy reciente. Es inevitable que a uno se le encoja el corazón pensando en ellos. Ahora me doy cuenta, un poco más, de lo que significan unos padres el día de Reyes».
Pero para recordarle que este 5 de enero es también momento para la esperanza y el optimismo, sus cuatro hijos, su mujer y sus hermanos lo acompañarán en la carroza. «Uno de mis hijos, que está en Australia haciendo un máster, cuando se enteró de que sería Rey Mago, me dijo que se vendría para acá sin falta, y ya está aquí. Saldremos toda la familia unida. Será una tarde muy especial y emocionante para mí».
Si echa la vista atrás, los Reyes Magos de 1971, cuando tenía 11 años, ocupan un lugar significativo en su memoria. «Me trajeron mi primera bicicleta. Me hizo muchísima ilusión porque era una BH preciosa, y ¡de persona mayor!». Esta tarde no será la primera vez que José Ramón se sube a una carroza para repartir caramelos. «Cuando tenía 17 años salí en la cabalgata de Jerez junto a mi padre, que entonces le encarnar al Rey Baltasar. A ese Rey Mago siempre le he tenido predilección por esto mismo, aunque llevaré con la misma ilusión la corona de Gaspar».
Otro momento que no podrá olvidar fue cuando su hija pequeña, que hoy tiene 20 años, se perdió, precisamente, durante la cabalgata de Reyes. «Claudia tenía 6 años, se fue detrás de una carroza y la perdí de vista entre tanta gente. Pasé un mal rato que no le deseo a nadie. Tardé media hora en encontrarla. Cuando por fin la vi, venía con los bolsillos cargados de caramelos y con una sonrisa de oreja a oreja, ¡y yo con el corazón en un puño! (ríe)».
José Ramón lleva ensayando su papel como Rey Mago desde hace unos meses. Pero la prueba de fuego la tuvo recientemente durante la cena de Navidad de su empresa. «Este año ha girado en torno a mi designación como Rey Gaspar. Todo eran bromas y chistes. Además, recibí montones de cartas de Reyes de mis compañeros y de empleados de la empresa, hechas con mucha simpatía y cariño».
Este empresario se considera un gran aficionado al mar y a la navegación. Posee una embarcación con la que a menudo sale a navegar, instantes en los que consigue dejar en la orilla el estrés y las preocupaciones laborales y relajarse.
Como Rey Mago, intentará traer cordura, sentido de la responsabilidad e ilusión a aquellos que tengan el futuro del país en sus manos, para que tomen decisiones coherentes en las que prevalezca el interés de todo el mundo, y no sólo de unos pocos.
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José Castro, Baltasar
La pasión de José Castro Carmona (Utrera, 1958) empieza y termina en el club que preside desde el 9 de diciembre de 2013: el Sevilla FC, con el que ha logrado dos Liga Europa, en 2014 y 2015. «Mis días se pasan entre mi familia, mi negocio y el Sevilla FC, ¡que ya es bastante! Pero cuando se hacen las cosas con sentimiento, el esfuerzo es casi cero». Y en torno a esta entidad, gira el mejor recuerdo que tiene de las mañanas de Reyes. Entonces tenía 10 años. «Mis padres me hicieron un regalo enorme, ¡unas medias del Sevilla! Era el más feliz del mundo. Mi padre era emigrante, estaba trabajando en Alemania y ese año no pudo vivir el día de Reyes con nosotros. Sabía que el fútbol era mi delirio y, pese a las dificultades económicas, procuró que tuviera mis medias. Nunca podré olvidarlo».
José Castro, casado y con dos hijos -José Carlos, de 31 años, y María Consuelo, de 26-, está muy vinculado a las tradiciones de su pueblo. De hecho, ha recibido distintos homenajes populares, entre los que destacan los que le han dado sus dos hermandades utreranas, la Quinta Angustia y Consolación. En este sentido, destaca una de las costumbres de su Utrera natal en el día de Reyes. «Recuerdo las tardes de cabalgata con ilusión, pero aún más los zapatitos llenos de caramelos en las ventanas. Mi familia siempre lo ha hecho, te generaba una ilusión tremenda encontrarlos repletos de golosinas por las mañanas».
Con Gaspar comparte una anécdota en la tarde del 5 de enero. «Mi hija, que era muy traviesa, se subió a una carroza en la cabalgata de Sevilla. El cortejo echó a andar y la perdí de vista. Cuando ya la tenía localizada, fue un lío, porque estábamos en el Centro y había muchísima gente». Asegura que con sus hijos, la vivencia de la jornada de Reyes cambió completamente. «Cuando son pequeños es más fácil, pero empiezan a crecer y a pedir juguetes más complicados. Recuerdo que mi hija pidió la caravana de una muñeca y estuve toda la noche montándola, ¡aquello no tenía fin! O mi hijo, que pidió un Mazinger Z y me recorrí todas las tiendas habidas y por haber para encontrarlo. Aun así, y sabiendo ya el secreto que comparten los Reyes Magos y los padres, esa mañana se sigue viviendo hoy con mucha alegría y nerviosismo por saber qué han dejado los Reyes».
José Castro es un empresario hecho a sí mismo. Participa en el negocio de la construcción, con su empresa Rucapri, y posee una red de agencia de viviendas en alquiler con 16 oficinas. Además, coopera con sus empresas en proyectos internacionales en Hispanoamérica. Por otro lado, su vinculación con el Sevilla FC es muy anterior a su presidencia. Así, desde 1997 forma parte del consejo de administración del club y, desde 1999 hasta 2013 fue vicepresidente de esta entidad.
En cuando a su designación como Rey Baltasar, señala que este Mago ha sido siempre su favorito. «Cuando era pequeño extrañaba el color, quizás por eso y por la simpatía que siempre ha desprendido, ha sido mi favorito desde pequeño. Ser Rey Mago se vive una vez en la vida. Llevaré la corona con mucha ilusión». En su casa, afirma, reaccionaron con mucha alegría. «Hacer felices a los niños es algo que genera muchísima ilusión»
Un sentimiento que trasladará también esa noche a los que más lo necesitan. «Por mi condición de presidente voy a muchos actos solidarios. Visitamos cada año tres o cuatro hospitales para llevar regalos a los niños en esta época del año. Es de las cosas más bonitas que te da este cargo: poder ayudar a los demás, dar un rato de alegría a los niños que están enfermos. Me imagino que cuando termine la cabalgata, que vayamos al hospital de Valme, va a ocurrir algo parecido, ¡y encima vestido de Rey! Además, de forma individual, iré a un hospital a visitar a niños aficionados al Sevilla para llevarles regalos. Va a ser una noche muy gratificante».