El batallón «sevillano» de la UME se suma a la guerra contra el fuego en La Palma

La isla de La Palma está en estado de sitio. Este vergel canario se encuentra en serio peligro por culpa de un incendio que ya ha devorado 3.600 hectáreas, se ha cobrado la vida de un brigadista y ha sacado de sus hogares a dos millares de vecinos de varias poblaciones. Al cierre de esta edición el fuego seguía sin estar bajo control. Las autoridades locales y del archipiélago han pedido ayuda al Gobierno central para que envíen medios que frenen el avance de las llamas que llevan activas desde el pasado miércoles. Ayer viajaba desde Morón medio centenar de efectivos de la UME (Unidad Militar de Emergencias) que se suma a los 93 miembros que trabajan ya en zona.

El último contingente en acudir a la llamada de auxilio del Gobierno canario forma parte del Segundo Batallón de Intervención de Emergencias (BIEM II) que tiene su centro de operaciones en la base aérea de Morón. Según confirmaron desde la Delegación del Gobierno en Andalucía, un avión con 55 militares del batallón «sevillano» salía ayer sobre las 11.15 horas de la mañana. Además de este grupo de profesionales, el Ministerio de Agricultura aportaba un avión anfibio de gran capacidad.

Un integrante de este batallón también ha sido noticia pero por motivos completamente distintos a su trabajo en la unidad. Se trata de uno de los cinco jóvenes sevillanos investigados y en prisión provisional por la supuesta violación de una joven de 18 años la madrugada del 7 de julio en Pamplona, durante las fiestas de San Fermín.

Según fuentes de la UME consultadas por Europa Press, este militar se encuentra inmerso en un expediente de suspensión de funciones y además, por ahora, continuará recluido. La Audiencia Provincial de Navarra decidía la semana pasada mantener la prisión provisional decretada, desestimando así los recursos de los cinco imputados. La víctima sostiene que la metieron a la fuerza en un portal y allí la violaron. En cambio, los detenidos aseguran que las relaciones sexuales fueron consentidas.

Además de este militar, otro de los imputados es un guardia civil que acababa de ingresar en el Cuerpo y llevaba apenas unos meses de servicio.