Movilidad

Los bandazos con el tráfico en Sevilla, parches ante la falta del metro y circunvalaciones

En 12 años, la ciudad ha cambiado varias veces el sentido de sus principales avenidas pero el problema no se resuelve

La Ronda Histórica será más estrecha por la ampliación del carril bici J. M. Serrano

Javier Macías

Hace 12 años, la ciudad inició un frenesí de cambios de tráfico en las principales avenidas que no ha sido capaz de detener porque el principal problema no se ha resuelto: la falta de infraestructuras y de un transporte público que dé cobertura suficiente. Sevilla continúa sin red de metro y de rondas de circunvalación completas . Por ello, desde que Sánchez Monteseirín revolucionara la circulación en el entorno más próximo al Casco Antiguo, todos los gobiernos municipales que le han sucedido han optado por reformar el tráfico; algunos, hasta varias veces.

Es el caso de la «segunda ronda» , el conjunto de avenidas que conectan la calle Torneo y la calle Arroyo - José Díaz, Sor Francisca Dorotea, Doctor Marañón, ronda de Pío XII y la avenida de Llanes-. En 2008 Monteseirín instauró el sentido único en la Ronda Histórica y eso obligó a hacer lo propio en esta segunda ronda en la otra dirección. Ahora, Espadas volverá a aplicar el doble sentido debido a la peatonalización impuesta de la a venida de la Cruz Roja y a la reducción de carriles en la Ronda Histórica para ampliar las zonas peatonales y el carril bici.

Su plan de movilidad sostenible es una actualización del que llevó a cabo su antecesor socialista en el cargo. Ese año de 2008, el Ayuntamiento instauró el fracasado Plan Centro y comenzó el zafarrancho de cambios de sentido que no arreglaron el problema, habida cuenta de que todavía continúa el caos de tráfico y se ha cambiado constantemente el viario. Además de las avenidas citadas, desde entonces se ha alterado la circulación en las siguientes : Eduardo Dato, Luis Montoto, la Enramadilla, La Rábida, Palos de la Forontera, Don Fadrique o Sánchez Pizjuán. Asimismo, las peatonalizaciones en el Centro, Los Remedios y Triana han conllevado cambios en Alfonso XII, Almirante Lobo, San Vicente (varias veces), Virgen de los Buenos Libros, Relator, Castilla y varias calles aledañas a Asunción y San Jacinto.

Ahora le ha llegado el turno a León XIII y la Carretera de Carmona , con dos objetivos fundamentales: el primero es reducir el número de vehículos que circulan por los accesos al Centro , ya que se van a volver a aplicar restricciones; y, segundo, para mejorar la movilidad en los distritos Macarena y Norte ya que se va a peatonalizar una arteria principal como es la Cruz Roja.

Sin embargo, el problema seguirá existiendo ya que el cuello de botella fundamental que permitiría sacar hacia el exterior gran parte de los vehículos que utilizan estas avenidas no se va a solucionar: la Ronda Urbana Norte (RUN). Esta carretera fue un error histórico nunca corregido que, por falta de recursos económicos, se decidió su diseño como continuación urbana de la SE-30. Los semáforos y la ausencia de cruces con pasos elevados y subterráneos la han convertido en un punto negro principal del tráfico de la ciudad. Por ello, gran parte de los conductores que necesitan llegar de Torneo o el Alamillo hasta el Este de la ciudad acorta por la Ronda Histórica y la Carretera de Carmona. Y, ahora, el gobierno de Espadas quiere evitarlo instaurando el sentido único en esta última y corrigiendo la medida de Monteseirín en la «segunda ronda».

La ciudad, así, va parcheando con cambios constantes en sus principales vías el déficit en la movilidad, declarando la guerra al coche particular e intentando fomentar un transporte público obsoleto como es Tussam ante la ausencia de una red de metro que, precisamente inauguró su línea 1 en 2008 sin que desde entonces se haya avanzado más en este túnel sin salida.

Al problema de la RUN y de la falta de metro se le une la inacabada SE-40 y la mejora en el Cercanías , que nunca llega. El Ayuntamiento tratará de dar solución con la ampliación del tranvía , que no deja de ser otro parche más barato que el suburbano.

Calzadas más estrechas

Y, por otro lado, a este desenfreno de cambios de sentido en las avenidas se le une otro problema: el estrechamiento de las calzadas , una estrategia agudizada en los últimos años con el objetivo de pasar el aparcamiento en cordón a la batería , para ganar más plazas de estacionamiento. La circulación por los viarios se hace más densa por culpa de otro déficit histórico: la falta de aparcamientos subterráneos por toda la ciudad, fundamentalmente en el entorno del Casco Antiguo.

Hay barrios en los que no existe una bolsa de aparcamientos rotatorios ni tan siquiera de garajes particulares por la antigüedad de los edificios, como es el propio barrio de la Macarena , donde se va a acometer un importante plan de movilidad urbana sostenible que no deja de ser una pescadilla que se muerde la cola.

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