Ramón Rodríguez Verdejo ‘Monchi’
Baltasar: «Sobre todo, decir a boca llena y desde lo más profundo de mi corazón 'gracias Sevilla'»
Baltasar pedirá este año desde su carroza «salud, bienestar y felicidad para todos los sevillanos»
«No dudo de que nuestro siguiente protagonista tiene tres cosas de su vida, por decir solo algunas, de las que se sentirá tremendamente orgulloso: de su familia, con su mujer y sus dos hijos, del cariño que le tienen muchos sevillanos, como la mitad de la ciudad más o menos, y de ser cañaílla», anunciaron en la Proclamación del Rey Baltasar, que este año será encarnado por Ramón Rodríguez Verdejo ‘Monchi’ .
Vio por primera vez la luz de este mundo con el hermoso marco de la Isla de León que lo vio nacer casi al final del verano del mayo del 68. La suya fue una familia obrera, que el mismo ha definido como humilde y en la que no había excesos ni tampoco necesidades. Sus padres se esforzaron por darle una educación y cursó estudios de Derecho en la Universidad de Sevilla, a la que con el tiempo acompañó su Master de Alta Dirección de Empresas por el IES San Telmo.
Pero el fútbol lo llamó primero y comenzó a jugar en la cantera del equipo de su tierra, el C.D. San Fernando . Quizás no muchos sepan que probó suerte como portero en el Real Madrid, con unos guantes que le prestó un tal Julen Lopetegui. «Duré dos entrenamientos y me volví», ha confesado. Y es que, «la tierra es la tierra».
Baltasar Jugó en el Sevilla Atlético de 1988-1990 y en el primer equipo del Sevilla Fútbol Club de 1990-1999 , pasó a ser director deportivo desde 2000 hasta marzo de 2017 y director general deportivo desde marzo de 2019 hasta la actualidad, con dos años de exilio a Roma que le enseñaron que, por más que aquella sea la ciudad eterna, no hay una Giralda que presume orgullosa, como él, de ver al Sevilla en el Sánchez-Pizjuán.
Regalar Alegría
Ha regalado tantas alegrías en Nervión que esto de ser Rey le resultará pan comido . Su triunfo ha sido el de toda una ciudad que ha visto ganar a su Sevilla una Supercopa de Europa, dos Copas del Rey y una Supercopa de España y hasta seis Copas de la UEFA. «No me extraña que haya quien diga que este año la carroza de Baltasar estará hecha con toda la plata que se ha traído de Europa. Da para eso y hasta le sobra», recordó durante la proclamación.
Monchi da la enhorabuena a todos los miembros del cortejo y al Ateneo por dos razones: «porque creo que han acertado al cien por cien con el nombramiento de todo el cortejo y en segundo lugar, quiero dar las gracias. Podría dar las gracias a mucha gente, evidentemente a mi familia , porque mucho de lo que soy es gracias a ellos, mi mujer y mis hijos. Las gracias al Ateneo , por darme este privilegio de ser representante del Rey Baltasar aquí en Sevilla, que hacen muchísimo por esta ciudad y que son una parte importante de esta bellísima ciudad. Podría dar las gracias a mi club , mi presidente, mi vicepresidente, mis compañeros, porque también son culpables de que hoy esté aquí, mucho. El Sevilla es parte de mí».
Baltasar cree que es justo dar las gracias a alguien «que nunca se las he dado, que es a Sevilla . A una ciudad que me ha adoptado, yo no soy sevillano de nacimiento, soy cañaílla, isleño de San Fernando. Orgulloso de serlo, pero llevo 33 años en esta ciudad y por tanto me considero un sevillano más . Y le doy las gracias por muchas cosas, permitirme que me vaya un poco al pasado para contaros el presente».
Allá por julio del año 88 su «mentor en aquel momento, mi compañero hoy y mi amigo siempre Pablo Blanco me trajo aquí a Sevilla». En aquel momento Ana era su novia, el Sevilla era el equipo donde jugaban Yiyi y Montero, «porque jugaban en el San Fernando haciendo la mili, y Sevilla era una ciudad donde había venido dos veces a jugar con mi equipo de alevines y me habían metido seis la primera vez y siete la segunda, casualmente las dos veces el Betis, por ahí yo creo que elegí otro camino».
Hoy Ana es su mujer y tienen dos hijos, « el Sevilla algo más que mi vida, y Sevilla como ciudad es la que me ha dado posiblemente la fuerza, el apoyo y acogerme como uno más . Por tanto, gracias Sevilla. Y permitirme que desde este reinado éfimero, corto, pero eterno y desde esta posición de privilegio, en un ciudad magníficamente dual en lo deportivo, envidia del mundo en lo deportivo por esa dualidad».
«Gracias Sevilla»
«Presidente —expuso Ramón–, permíteme que me quite la camiseta rojiblanca por un momento y me sienta Rey Baltasar de toda la ciudad de Sevilla y me permita conjugar tres verbos para toda Sevilla sin distinción ninguna pedir salud, bienestar y felicidad para todos los sevillanos; dar desde este trono alegría e ilusión y sobre todo decir a boca llena y desde lo más profundo de mi corazón “gracias Sevilla”».