El Ayuntamiento sustituye mobiliario de la Exposición del 29 por otro de diseño

El Salón Colón, creado en 1871 para las ceremonias oficiales, tendrá a partir de ahora muebles de estilo vanguardista. La inversión ronda los 200.000 euros

Varios operarios municipales, ayer en Salón Colón montando los nuevos muebles ABC

Alberto García Reyes

Los muebles antiguos que adornaban el Salón Colón del Ayuntamiento, que es el espacio noble de las Casas Consistoriales, están siendo sustituidos por muebles de diseño. El gobierno socialista decidió renovar la dotación de esta sala para cumplir con las medidas de accesibilidad, ya que aquí se celebran las principales ceremonias oficiales y los plenos de la Corporación. Pero el recambio no estará exento de polémica, ya que no se han aprovechado los muebles históricos, unas bancadas cuyo alto valor no ha servido de freno al equipo de Juan Espadas para proceder a una renovación integral con muebles de diseño. Los operarios del Ayuntamiento trabajaban ayer para realizar la modificación del mobiliario de este salón creado en 1871 y dejarlo todo previsto para el próximo viernes, día en el que se estrenará la nueva imagen del también conocido como Salón de los Borbones, ya que allí se exponen retratos de distintos reyes de España, con motivo del próximo pleno municipal. De momento, las piezas antiguas están hacinadas en el Salón Santo Tomás a la espera de un nuevo destino.

Esta «modernización» del Salón Colón tendrá un coste que ronda los 200.000 euros. El contrato de los nuevos muebles es de 72.598 euros, mientras que los sillones han costado 21.000 euros. A esto hay que sumar otros 100.000 euros para la renovación del cableado, del sistema de sonido y de las cámaras de grabación.

Los muebles retirados fueron adquiridos por el Ayuntamiento a comienzos de los años veinte del siglo pasado en el marco de la renovación de la Casa Consistorial que se llevó a cabo para la Exposición Iberoamericana de 1929. Según las fuentes consultadas por este periódico, el expediente de compra de aquellos muebles se sigue conservando en el archivo municipal, ya que se trata de piezas de caoba, probablemente procedente de Cuba, que actualmente tienen bastante valor en el mercado de los anticuarios. Además, hay que sumar a estos escaños el alto valor sentimental que tienen, ya que han sido testigos de la historia de los gobiernos de esta ciudad durante el último siglo. Esas bancadas han vivido los vaivenes históricos de la República, la Guerra Civil, la dictadura, la Transición y la restauración de la democracia y ahí se han decidido proyectos tan importantes para la capital andaluza como los relativos a los ensaches urbanísticos, el crecimiento geográfico, la Expo92, el metro, las peatonalizaciones o la remodelación de la Plaza de la Encarnación.

Se trata de piezas que, por otra parte, fueron diseñadas para dar continuidad al estilo tradicionalista de estas dependencias, levantadas durante las obras que hicieron en el siglo XIX Demetrio de los Ríos y Balbino Marrón. De sus paredes cuelgan retratos de los Borbones desde Felipe V a Felipe VI y sus autores son maestros de la talla de Luis de la Cruz, Vicente López, Wsell de Guimbarda, Manuel Cabral Bejarano o Gonzalo Bilbao.

El nuevo mobiliario en color haya, que estilísticamente es similar al de los escaños del Senado o del Ayuntamiento de Madrid, tiene una zona entarimada con dos rampas de acceso a minusválidos y los escaños, que serán más amplios que los anteriores, tienen cabida para 34 ponentes. Además, se ha añadido un atril hecho con el mismo tipo de madera y varias mesas auxiliares para facilitar el trabajo de los funcionarios encargados de levantar acta en las sesiones plenarias.

El gobierno municipal argumentó este cambio de muebles cuando licitó el concurso aludiendo a la necesidad de hacer más funcionales los escaños y facilitar el trabajo de los concejales durante los plenos. Sin embargo, el tipo de madera elegida y los perfiles recios del mobiliario chocan frontalmente con la estética del resto del salón, cuyas paredes están tapizadas con telas decimonónicas y los sillones para el público seguirán siendo los antiguos, unas piezas que fueron recuperadas del hotel Alfonso XIII en el siglo pasado. De la misma manera seguirán allí las cátedras procedentes de la Sala Capitular Baja, que tienen estilo barroco, ya que el espacio del que proceden es el más antiguo de todo el edificio, concretamente del siglo XVI.

La Dirección General de Protocolo del Ayuntamiento, que es la encargada de llevar a cabo esta reforma, licitó las condiciones generales del nuevo mobiliario con un pliego de condiciones en el que no se hacían especificaciones estéticas, sino exclusivamente técnicas sobre medidas, cableado necesario, conexiones, enchufes... Pero el resultado no pasará inadvertido. Los nuevos muebles cumplirán a partir de ahora todos los requisitos de accesibilidad y conectividad para el uso de nuevas tecnologías. Sin embargo, los propios trabajadores municipales ya vaticinaban ayer los comentarios que va a generar su estilo, mucho más próximo al de la industria maderera sueca que al de un salón histórico.

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